Miles de rusos se han congregado frente a la iglesia moscovita donde hoy tendrá lugar la despedida del líder opositor Alexéi Navalny, fallecido hace dos semanas en una prisión ártica en circunstancias no esclarecidas.
Esta mañana, el equipo del opositor informó de que los familiares de Navalny llegaron a la morgue para recoger el cuerpo del político, pero hasta el momento no han podido hacerlo.
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“El cuerpo no ha sido entregado hasta ahora”, escribió la portavoz de Navalny, Kira Yarmish, en X, al tiempo que señaló que el horario se mantiene en pie, pero advirtió de que “podría haber retrasos”.
Según pudo comprobar EFE, los moscovitas formaron una larga cola alrededor de la iglesia ortodoxa en el barrio moscovita de Mariino a tres horas del inicio de la ceremonia fúnebre.
“Venid a dar el último adiós a Alexéi Navalny si estáis en Moscú. Os lo agradecerán los que por distintas razones no están allí para poder hacerlo”, escribió en X uno de los colaboradores de Navalny Leonid Volkov, actualmente en el exilio.
A las 12.00 horas (09.00 GMT) los aliados del fallecido político comenzaron además una transmisión en directo desde el lugar de la despedida.
Entre los moscovitas que acudieron a dar el último adiós a Navalny, desafiando las advertencias de las autoridades, se puede ver a personas de todas las edades, algunas de las cuales sostienen claveles y rosas rojas en sus manos.
La gente espera con paciencia el comienzo del acto ante la atenta mirada de un gran número de agentes policiales.
Tanto junto al templo, donde está instalada la capilla ardiente, como en el cementerio, donde será sepultado el político, fueron instaladas vallas metálicas y ha sido desplegado un importante dispositivo policial.
En las farolas del cementerio fueron colocadas además múltiples cámaras de vigilancia y otros dispositivos que pueden servir como inhibidores de señal de internet y telefonía móvil.
La familia de Navalny denunció durante nueve días la negativa de las autoridades de entregar el cadáver del político tras su deceso.
La víspera, en las redes sociales rusas se difundieron avisos de algunas universidades a sus estudiantes para que no acudieran a manifestaciones relacionadas con Navalny bajo la amenaza de expulsión.