
MIRA: La ONU confía en la justicia para hacer frente a las amenazas de Trump contra Harvard
Ese día, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció que el gobierno federal revocaba con “efecto inmediato” la capacidad de Harvard para matricular alumnos extranjeros, un grupo que representa más de una cuarta parte de su alumnado.
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En respuesta, la prestigiosa universidad presentó una demanda ante el tribunal federal de Massachusetts para “detener la acción arbitraria, caprichosa, ilegal e inconstitucional del gobierno”.
En respuesta, la jueza Allison Burroughs prohibió “a la administración Trump implementar (…) la revocación de la certificación Sevis (Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio)” hasta una audiencia judicial programada para el 29 de mayo.
“Este diferendo ya va en su segunda etapa. Inició con un intento de intervención en la autonomía universitaria por el gobierno federal. Funcionó con la Universidad de Columbia, pero Harvard se resiste. Y mientras más se resiste, más herramientas utiliza el gobierno federal para imponer su voluntad. Este diferendo que ahora se definirá en los tribunales tiene consecuencias prácticas inmediatas por el temor que imparten a los estudiantes y porque le representa a Harvard una cuarta parte de su matrícula”, comenta a El Comercio el analista político, profesor de UCLA y comentarista de CNN en Español Octavio Pescador.
Tal como menciona el analista, el gobierno de Trump ya sancionó en el pasado a la Universidad de Columbia recortándole 400 millones de dólares de fondos federales por no impedir las protestas propalestinas dentro de su campus y hasta ahora se encuentran negociando con el gobierno para recuperarlos.
En abril, amenazó a Harvard con revisar 9.000 millones de dólares de financiación gubernamental, congeló una primera partida de 2.200 millones de dólares en subvenciones y otros 60 millones de dólares en contratos oficiales, amenazó con retirarle la exención fiscal de la que gozan los centros educativos y deportó a un investigador de su Facultad de Medicina.
Ayer, Trump volvió a enfilar contra la Universidad de Columbia acusándola de violar los derechos civiles de los estudiantes judíos al “actuar con indiferencia deliberada” hacia lo que describe como un antisemitismo desenfrenado dentro del campus. No se informaron sobre nuevas sanciones contra esta universidad.

—Argumento antisemita—
Trump lleva semanas arremetiendo contra Harvard y otras universidades acusándolas de permitir el antisemitismo en sus campus. En abril, tildó a la prestigiosa universidad situada cerca de Boston de ser “un chiste, enseña odio y estupidez”. Una ofensiva que se endureció luego de que Harvard permitiera que se realizaran protestas estudiantiles contra la guerra de Israel en Gaza.
“En la historia reciente, del siglo XX para acá, no hay un antecedente como tal para un conflicto entre el gobierno federal e instituciones de educación superior privadas. El gobierno pretende tener injerencia sobre la autonomía de una universidad privada que depende de sus recursos primordialmente y debe rendir cuentas a sus fideicomisarios, alumnos y exalumnos”, comenta al respecto Pescador.
El jueves, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ofreció una rueda de prensa para condenar el asesinato de dos jóvenes funcionarios de la embajada israelí en Washington D.C .
Durante la conferencia, Leavitt señaló que las acciones que la administración ha tomado contra los campus universitarios para “combatir el antisemitismo” se enmarcan en una estrategia del gobierno federal para precisamente evitar este tipo de ataques.
No hay información oficial que relacione al perpetrador del doble asesinato, Elías Rodríguez, con la Universidad de Harvard u otra de las criticadas por Trump durante estos meses.
“La palestra política siempre ofrece espacios para vincular asuntos coyunturales, al menos discursivamente, e impulsar una agenda. En este caso, el trágico incidente de la pareja de diplomáticos asesinados en Washington D.C. por un atacante que no tenía nada que ver con Harvard se utiliza como ejemplo del argumento inicial de la administración. Y el hecho de permitir que voces antisemitas se den en espacios públicos y privados como en este caso fomenta una persecución y un aumento del riesgo para la población judía. Ese argumento es análogo al caso de los migrantes deportados. Hay violencia extrema, crímenes y homicidios que cometen migrantes indocumentados y eso se utiliza como elemento para decir que la política antiinmigrante es en beneficio de la población”, opina Pescador.

PRONUNCIAMIENTO
- La cancillería del Perú invocó a los estudiantes peruanos de Harvard a que permanezcan informados a través de los canales oficiales, además aseguró estar en estrecha y permanente comunicación con la red consular en EE.UU.
- El Consulado General del Perú en Boston habilitó una línea telefónica y de WhatsApp específica para el contacto directo con los estudiantes de Harvard: 001-857-2655995. Además del correo electrónico: [email protected].
—Indignación universitaria—
A menos de una semana de la ceremonia de graduación, la tensión y el desánimo han colmado el ambiente en Harvard. “El campus vive un momento hostil”, describía a EFE uno de sus alumnos.
Pocos estudiantes quieren hablar con la prensa y muchos de los que se prestan a hacerlo prefieren pronunciarse solo con su nombre o bajo la condición de anonimato.
“Básicamente lo que el gobierno está haciendo es limitar la capacidad de Estados Unidos para progresar al impedir que algunas de las mentes más brillantes vengan aquí, estudien y hagan avanzar al país”, comentaba Mohamed a Efe.
Sebastian ni siquiera quiere decir su nacionalidad. Ha cursado Matemáticas, se gradúa esta semana y dice que eligió estudiar ahí “por su diversidad e inclusión de todo el mundo”. “Así que estoy muy sorprendido de que, en primer lugar, esto esté pasando”.
De los 6.703 estudiantes extranjeros que hubo en Harvard en el 2024, 1.203 provenían de China y 788 de la India. El Gobierno Chino afirmó que la decisión perjudicará la posición internacional de Estados Unidos, mientras que su par indio evitó criticar la orden y anunció que evalúan el impacto sobre los estudiantes que ya están matriculados, así como futuros aspirantes.
En tanto, dos universidades en Hong Kong extendieron invitaciones a los estudiantes afectados que quieran trasladarse.
“Nuestro estatus habría pasado de estudiantes a migrantes ilegales”
Entrevista
Sara Wong, estudiante peruana de posgrado en Harvard
- ¿Se imaginaban que el enfrentamiento con el gobierno llegaría a este punto?
A mediados de abril, hubo una amenaza de quitarnos la visa a los estudiantes internacionales alegando que la universidad no cumplía las demandas del gobierno. Harvard demandó y se calmaron un poco las cosas, pero, desde entonces, en lo personal, vi hasta dónde podía llegar el gobierno. Lo que no sabíamos era si se podía hacer realidad o no.
- Están a una semana de graduarse, ¿qué habría pasado si la medida no se frenaba en tribunales?
Técnicamente habríamos dejado de tener estatus de estudiantes y nos habríamos convertido en migrantes ilegales. Además, esto nos perjudicaría a quienes pensamos quedarnos trabajando en EE.UU. La visa de estudiante está vigente hasta tres años después de acabar nuestros estudios. Si le quitan la certificación a Harvard, no solo afectan a los estudiantes actuales o a los que llegarán, sino también a los que se graduaron en los últimos tres años.
- ¿La calma volvió tras el fallo judicial o aún hay incertidumbre?
En general con esta noticia se siente alivio, especialmente porque es una señal de que la universidad respalda a la comunidad de estudiantes internacionales. Sin embargo, la incertidumbre se mantiene y estamos atentos a qué puede pasar.