“Mi pobre angelito” se estrenó hace más de tres décadas pero su historia cargada de humor, ternura y juventud la han convertido en una cinta infaltable en la programación navideña. Y aunque seguramente te sabrás el guion y los giros narrativos al revés y al derecho, a continuación te presentamos algunos datos sobre su realización que probablemente ignorabas.
EL PROTAGÓNICO DE MACAULAY CULKIN
El hoy treinteañero Macaulay Culkin se inició muy joven el mundo de la actuación gracias a su padre: Kit Culkin, un hombre que intentó sin mucho éxito hacer carrera en el cine.
Sería en 1989, cuando tenía apenas 9 años de edad, que consiguió su primer gran papel: el del inteligente y sarcástico sobrino de John Candy en “Solos con nuestro tío”. Ese rol sería precisamente el que haría que John Hughes, director de esta película y guionista de “Mi pobre angelito”, lo haga probar suerte para un rol más grande.
Macaulay Culkin consiguió 100 mil dólares por este rol tan importante en su carrera, pero en la segunda parte ganaría 5 millones de dólares, además del 5% de recaudación del filme.
LA CASA DE LOS MCCALLISTER
La inmensa casa en Chicago donde vivían los McCallister y donde se queda completamente solo el pequeño Kevin (Macaulay) es una casa real. Es decir, no fue creada en un estudio de grabación para filmar con la tranquilidad debida, como suele pasar en Hollywood.
Según relata el portal TheFW.com, los productores de “Mi pobre angelito” encontraron la locación a las afueras de Chicago y se la alquilaron a sus dueños: John and Cynthia Abendshien.
Ellos debieron quedarse en un apartamento, también pagado por los realizadores del filme, mientras terminaban de grabar. Eso sí, podían ir a ver el rodaje y por ello se hicieron muy amigos de MaCaualay y sus pequeños hermanos.
Otra anécdota muy curiosa tiene que ver con Joe Pesci, el actor que interpreta a uno de los ladrones que ingresan a la casa de Kevin. Pesci siempre había participado en películas de corte dramático y completamente alejadas a las comedias y cintas familiares como Mi pobre angelito. Precisamente por este detalle, Chris Columbus, director de la cinta, quería tenerlo. Sin embargo, ya en el rodaje, a Pesci se le escapaban algunas palabrotas.
Sobre todo en las escenas en las que su personaje pasaba mil y un peripecias a causa de Kevin. A manera de solución, Columbus le sugirió a Pesci que cada vez que quisiera gritar fuck! (joder), diga fridge.
Una de las escenas más recordadas de la película es cuando el villano interpretado por Daniel Stern lanza un grito de terror cuando Kevin le pone en la cara la tarántula que tenía en su cuarto su hermano Buzz. Aunque el grito de Marv resulta muy cómico, en el rodaje Stern prefirió no hacerlo. El actor solo simuló que gritaba y pidió que se le añada sonido en post producción porque tenía miedo de asustar al arácnido y que esta lo ataque.
Y cerramos este recuento con la escena más dulce de “Mi pobre angelito”, aquella en la que Kevin se encuentra con ese vecino que le daba terror y que resultó dándole ánimos los días que estuvo solo y desprotegido. Y aunque esa toma le da un toque distinto al filme, no estaba prevista en el guion original de la cinta.
Chris Columbus llegó un día con la idea consciente de que esta podía generar un efecto distinto en los espectadores, para que no se vayan solo con la sensación de que vieron una película muy graciosa y nada más.
DATO
En streaming
“Mi pobre angelito”, “Mi pobre angelito 2”, “Mi pobre angelito 3”, “Mi pobre angelito 4”, “Mi pobre angelito 5” y “Mi pobre y dulce angelito”, están disponibles en Disney+.