En las entrevistas previas a la gala final, cuando el jurado le preguntó a Tatiana Calmell del Solar si consideraba que tener 30 años era un impedimento para convertirse en Miss Universo, su respuesta fue tan contundente como inspiradora: “La edad que tengo me permitió llegar al concurso con más experiencia y fortaleza emocional para enfrentarme a algo tan grande como este certamen”. Aunque la reina peruana no obtuvo la corona principal, su desempeño destacado la llevó a posicionarse en el Top 12 y a hacer historia al ser coronada como la primera Reina de las Américas, un título que celebra su entrega y determinación.
“Fue una competencia muy reñida, éramos 128 candidatas. Clasifiqué en el puesto 15 del Top 30, y cuando escuché mi nombre, una emoción indescriptible me recorrió el cuerpo. Sentí la satisfacción de haber dado lo mejor de mí durante toda la concentración”, recuerda Calmell del Solar.
“Después de la ronda de traje de baño, todo se volvió más intenso. Cuando anunciaron a la número 11 del Top 12 y mi nombre aún no había salido, solo pensé: ‘Que sea lo que Dios quiera’. Y entonces dijeron Miss Perú. En ese instante me dije: ‘Me merezco esto, porque trabajé duro para brillar y alcanzar este resultado’. Sentí un alivio inmenso porque quería darle alegría a mi país y mostrar quién soy realmente. Mi meta era llegar al Top 5, responder las preguntas con el corazón y ganar la corona”, relata emocionada.
Desde que en el 2023, Tatiana decidió volver a competir, su preparación fue un proceso exhaustivo, tanto físico como mental. “Fue un entrenamiento duro, especialmente a nivel mental, porque tienes que estar fuerte para enfrentar las críticas. Sin embargo, me sentí respaldada por un gran equipo, que me dio la fortaleza necesaria. La organización me brindó todo su apoyo, y conté con coaches de gran experiencia”, comparte.
Gracias a este apoyo, asegura, llegó a la concentración con una gran energía y como una de las favoritas, lo que también elevó las expectativas sobre su participación. “La presión era alta, porque ya tenía experiencia (había alcanzado el Top 3 en el Miss Internacional 2022) y sabía que no podía defraudar. Pero esa presión también me motivó a dar lo mejor de mí”, afirma.
Certamen inclusivo
Esta edición fue un tributo a la inclusión, con la participación de países debutantes como Bielorrusia, Eritrea, Maldivas, Moldavia, Macedonia del Norte, Somalia y Uzbekistán. También marcó el regreso de naciones históricas como Cuba (ausente desde 1967), Fiyi (1981), Guadalupe, Martinica (1984), entre otras. Las historias de las candidatas reflejaron un compromiso con la representación auténtica y valiente. Entre ellas destacó Logina Salah de Egipto, primera mujer con vitiligo en el concurso, y Opal Suchata Chuangsri de Tailandia, sobreviviente de cáncer de seno.
“Raúl Rocha, uno de los dueños del Miss Universo y empresario mexicano, apuesta por convertir el certamen en una plataforma más poderosa e inclusiva. Su visión busca ir más allá de la belleza física, enfocándose en mujeres que puedan liderar con el ejemplo, mostrar lo mejor de sí mismas y aportar valor a la sociedad. El objetivo es destacar historias inspiradoras y auténticas, porque la conexión con las personas y el servicio a los demás es lo que realmente deja huella”, enfatiza la reina peruana.
“La belleza es solo un conducto. Si no tienes algo más que ofrecer, todo queda vacío. Miss Universo ahora busca una mujer completa, integral, que sea mucho más que una cara bonita. Cuando vi clasificar a Miss Egipto, me emocioné porque es un reina completa, se lo merecía”, agrega.
La más bella de las américas
Tras la coronación de Victoria Kjaer Theilvig, de Dinamarca, como Miss Universo 2024, la gala televisada llegó a su fin. Tatiana, satisfecha con su desempeño, no imaginaba que aún le aguardaba una sorpresa.
“Cuando alguien de la organización me llamó, pensé que sería para una entrevista. Me llevaron a un salón donde estaban Filipinas, Finlandia y Nigeria. Fue ahí cuando me enteré de lo que estaba sucediendo: había sido elegida Reina de las Américas”, recuerda emocionada.
Este reconocimiento no solo la llenó de orgullo personal, sino que marcó un hito para el Perú. “Durante este año de reinado, acompañaré a Victoria en proyectos alrededor del mundo. Seremos un soporte para la reina principal. Es una alegría inmensa representar a mi continente. Siento que es un momento histórico para mi país”, enfatiza.
Tatiana regresó al Perú el domingo por la noche, acompañada de su familia, su novio y Jessica Newton, directora de la organización Miss Perú. Durante el vuelo, la reina vivió un momento especialmente emotivo cuando un tripulante de cabina, quien se presentó como amigo cercano de su padre, tomó el altavoz para dedicarle unas conmovedoras palabras, destacando su valentía y esfuerzo en el certamen internacional.
“El certamen no solo me acercó al público, también me hizo reflexionar sobre mi vida personal y entender todo mi poder. Hubo momentos en los que no me sentía capaz de participar en un concurso de belleza, pero con el tiempo comencé a construir la mujer que soy hoy, rompiendo mis propios miedos y barreras. Disfruto cada instante de este logro”, afirma.
“Hoy, me siento una mujer poderosa y, sobre todo, agradecida por tener una familia que me apoya y una pareja tan genuina como Cristóbal, quien me acompañó en todo este proceso con respeto. Él me permitió ser yo misma, y eso ha sido clave en mi vida”, subraya. Ahora, como Reina de las Américas, Tatiana está lista para comenzar un nuevo camino, “con el objetivo de crear un legado para las mujeres en Perú que sueñan con enfrentar este desafío tan grande”, subraya.