
Entender bien el juego de Donald Trump es complejo y aún hay muchas fichas no analizadas. Poner un arancel generalizado de 10% o más con una excusa de seguridad nacional a tus socios comerciales es realmente sorprendente. No hay nada de seguridad nacional que tenga que ver con el Perú, por ejemplo. ¿Qué mala práctica hemos tenido? Con el acuerdo comercial estamos en cero aranceles con Estados Unidos y ya hemos pasado los 17 años del TLC.
—¿No respetar la propiedad intelectual podría haber sido uno de los factores? Se menciona a Polvos Azules y Gamarra por la falsificación y el uso indebido de marcas registradas.
Es una razón, pero no es una barrera arancelaria. No prohíbe el acceso, no genera una barrera de acceso a los mercados y eso sí es sancionable y hay que corregir. Algunas empresas pueden verse afectadas y yo también estoy en contra y hay que poner mucho ojo a la falsificación y a la piratería, pero no es una barrera al comercio del nivel que podía ponernos un nivel de aranceles del 10%. Es además un impuesto al consumidor americano y al exportador americano.
— ¿Al consumidor peruano no lo afecta directamente?
Es un impacto indirecto por la caída de la demanda de nuestros productos probablemente, es más bien al crecimiento económico que nos afecta, pero a nosotros como consumidores no. Tendría por qué haber un incremento de precios en nuestro caso, porque nosotros vendemos nuestro producto doméstico y además tenemos importaciones de todas partes del mundo. Nosotros no le estamos subiendo los aranceles a los bienes americanos. A nosotros nos sigue interesando comprar. A EE.UU. le compramos maquinaria para la industria ¿Por qué vamos a encarecer nuestros costos de producción de manera absurda? El Perú es un país socio de EE.UU. y no estamos en contra de corregir aquellas cosas que están reclamando. Hay cosas que hay que negociar y conversar. Queremos también nosotros más acceso en algunos sectores, reducir las barreras fitosanitarias para una gama de productos, por ejemplo.
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— ¿Hacer obras de gobierno a gobierno puede haber impactado negativamente?
Lo que pasa es que ellos legalmente no pueden hacer ese tipo de contratos gobierno a gobierno, pero podríamos ofrecer otra salida.
— ¿Por qué no pueden hacerlo?
Porque ellos no intervienen directamente en la promoción de las inversiones de su país en el exterior. No hace mucho ellos ponen un sello que indica si en determinado país se puede invertir o no. El año pasado, pusieron al Perú en la lista de los países en los que es posible invertir como una señal para sus inversionistas, pero no promueven directamente ni contratan directamente con empresas para que hagan los contratos en nuestro país. Aquí hay libre mercado.
— ¿Podemos corregir lo de gobierno a gobierno?
Creo que el gobierno a gobierno era muy bueno para ciertos tipos de construcciones que son complicadas, pero no podemos hacer que todo sea así. Tenemos que promover las APP y la asociación de empresas peruanas con empresas internacionales, entre ellas las americanas.
— Las obras ejecutadas gobierno a gobierno son aplaudidas por los ciudadanos que están hartos de la corrupción. Sabemos que por lo menos no habrá coima o enjuague.
Los programas de asociación público-privada también deberían ser bien vistos, porque no todos las APP han sido malas. Que algunos corruptos hayan hecho mal uso no significa que el modelo sea malo. Inclusive estamos reclamando el hecho de que algunas personas inocentes han sido incluidas en juicios donde no deberían estar. Hay que tener un criterio más amplio y tener cuidado, pues se ha hecho mucha acusación gratis. El escándalo de Odebrecht ha generado un prurito impresionante en el tema de licitaciones y de obras. Yo sí creo que hemos recurrido al gobierno a gobierno en exceso. Teníamos miedo a la persecución judicial, pero al final nos sale más caro y no aprendemos a hacerlo nosotros mismos.
— ¿Lava Jato frenó el desarrollo de la infraestructura en el Perú?
Sí. Todo fue convertido en escándalo y no se hizo análisis serio y hemos tenido una persecución terrible y la fiscalía sin resultados. El endiosado fiscal Pérez al final ha parado y aterrorizado a muchos funcionarios en la toma de decisiones. Una fiscalía que persigue sin criterio, como matamoscas por todos lados, tirando golpes, pero no focalizándose realmente donde estuvieron los problemas, ha generado parálisis del Estado.
— ¿Usted también sintió temor cuando era ministra?
Acuérdate que, incluso, me querían prohibir visitar al presidente Kuczynski. Hasta por razones humanitarias un señor mayor que está enfermo debe ser visitado; pero el fiscal decía que yo tomaba decisiones políticas porque PPK me daba instrucciones y que él intervenía en política. No quería que yo lo visitara y pretendía meterlo a la cárcel justamente por mis visitas.
— También por dar entrevistas.
Perdónenme, pero no lo dejaron ni siquiera manifestarse. Fue víctima de un abuso absoluto y hasta ahora no pueden acusarlo adecuadamente porque mezclan papas con camotes. Lo que ha ocurrido en nuestro país y con este señor es que ha habido ideologización muy fuerte en materia fiscal.
— Volvamos al Perú, Trump y los aranceles. ¿Cree usted que se vuelva al cero arancel permanente?
Todavía no sabemos. Sí creo que el equipo que se ha formado en el Mincetur está protegiendo los intereses del Perú. Hay un espacio para un debate técnico y eso puede ayudarnos. Ahora estamos en cero aranceles de nuevo y se han dado 90 días para la reflexión. Tenemos que trabajar y conversar bilateralmente para demostrarles que nosotros somos amigos de EE.UU. desde hace 200 años.
— Usted hoy es presidenta de InPerú y acaba de estar en EE.UU. justamente promocionando a nuestro país para la inversión.
Queremos promover la inversión privada americana en el Perú. Vamos a ir a España y Londres, vamos a regresar a EE.UU. a seguir promoviendo inversiones en mercados de capitales. La inversión china no es la más grande de todas las inversiones que tenemos. La más grande ahora, digamos, de lo registrado al menos en Pro Inversión, es la del Reino Unido porque han venido los mineros. Pero tenemos inversión americana y española.
— Pero Chancay es chino…
Es chino porque los privados consiguieron la inversión privada china después de haber visitado Europa y EE.UU. Como no consiguieron a nadie, tocaron las puertas en China y encontraron un socio. Este es un caso diferente. Lo que ellos han hecho es aprovechar la oportunidad del espacio vacío.
— ¿La idea del ministro Salardi, de reducir las barreras regulatorias para incrementar la inversión, le parece adecuada?
Me parece de primera para atraer inversionistas. No podemos estar generando un tema de sobrerregulación laboral cuando nosotros debemos tener cuidado y hacer más flexible el mercado laboral y atraer para que tengamos contratos permanentes con nuestros trabajadores sin encarecer absurdamente. Nosotros queremos inversión privada con reglas de juego transparentes y claras para todo el mundo.
—¿Y cuáles son los principales escollos que ha encontrado para que llegue la inversión privada?
Asustan las malas prácticas, por ejemplo Petro-Perú. Se tiene que poner reglas porque a los inversionistas les interesa mucho la estabilidad. Hay mucha gente en el exterior que ha invertido en bonos de Petro-Perú y quieren saber cómo se va a resolver este tema. Hemos retrocedido en lo que es reglas, facilidades para la inversión.
— ¿Y esto por qué?
Porque la izquierda triunfó.
— ¿Por qué hubo sobrerregulación?
Por tema ideológico y por miedo a la denuncia.
— Cuando los inversionistas le preguntan cómo se va a solucionar Petro-Perú, ¿cuál es su respuesta?
No tengo una respuesta. El ministro ha dicho que no va a poner un sol más en esa empresa.
— Sería el colmo que siguieran inyectando, ¿no cree?
Salardi no ha puesto nada de dinero adicional. Tiene que vender activos, activos que no son rentables o hacer lo que hay, una gestión privada de activos que no saben manejarlos. Y hay que investigar qué pasó en el gobierno de Humala: ¿por qué le dieron la posibilidad de hacer una cosa que era una obra faraónica? Me refiero a Talara, que hasta hoy no opera adecuadamente.
— ¿Hay gente técnica que puede manejar Petro-Perú?
Con la gente que está hoy no estoy contenta. Dan vergüenza. No son las personas adecuadas porque están ideologizadas con el tema de que tiene que ser público, que es un activo estratégico.
— ¿Qué haría usted con la represa Olmos? ¿Se lo seguiría dando a Novonor, que es Odebrecht?
No. Si no ha cumplido el contrato y se ha colmatado la represa como está demostrado, no ha cumplido su parte. Hay que dárselo a una empresa nueva que cumpla los compromisos plenamente.
— ¿Qué le pasó al Perú después de Alan II?
Equivocamos el tema de la política, hemos espantado a las buenas personas y hoy tenemos esta multiplicación de partidos que da pavor. Cuarenta partidos, 40 candidatos. Es una locura. Hoy estamos con señores rentistas de la política. Hemos espantado a muchos técnicos del mundo público porque dicen: “Para qué me voy a meter si las regulaciones son absurdas y me impiden hacer mi trabajo adecuadamente y después me van a estar persiguiendo durante años en la fiscalía”.

“No sére candidata de nada”
— ¿Y qué piensa de Dina?
Que llegó con muy poca preparación para cumplir el rol de vicepresidenta y eso se observa hoy, que gobierna por circunstancias que jamás había pensado. Fuimos los peruanos que elegimos mal, valgan verdades. Yo sé que para mucha gente era muy difícil elegir entre Fujimori y Castillo. A mí me costó mucho votar por la señora Fujimori, pero tenía que votar por alguien que por lo menos contaba con un equipo técnico.
— Según Anahí Durand, jefa del plan de gobierno de Castillo, sí tenían un equipo técnico.
No lo tenían. El plan de gobierno que tenían era el documento que había hecho Cerrón, que era simplemente un ideario de la ultraizquierda, el cubano a la antigua. Hoy se ha destruido la sostenibilidad política del país.
— ¿Podremos volver a empezar en el 2026?
Será muy difícil para el Perú volver a recuperarse. No es imposible, pero será difícil y van a pasar muchos años.
— ¿Su carrera política se vio destruida después de PPK?
No, yo misma decidí no seguir.
— Porque usted soñaba con ser presidenta del Perú…
Me hubiera gustado, pero creo que hoy no es el momento para mí. El Perú necesita líderes que abran la cancha y sepan ser humildes. Hay que hacer una confluencia de intereses para recuperar nuestro país y salirnos de este derrotero tan triste de la política. Menos candidatos, más alianzas, más capacidades de dialogar y conversar.
— ¿Cree que en el 2026 debe triunfar una alianza?
Un equipo de personas que vayan con un equipo técnico. Estamos en una circunstancia bien difícil global y los cambios que está haciendo Trump son muy delicados. Tenemos que evitar que se siga judicializando la política porque con eso matamos toda posibilidad de un desarrollo real. No necesitamos el show político de los fiscales ni de los jueces.
— ¿Estará en las próximas elecciones como invitada?
No. No seré candidata de nada. Mi mundo actual es la academia y el sector privado.
— ¿Qué siente hoy por Vizcarra?
Vizcarra es un personaje tan extraño. Ya lo han inhabilitado, pero él dice que todavía está en campaña. Espero que haya justicia realmente en su caso y que se cumpla la ley.
— ¿Fue un error aceptar jurar la presidencia del Perú sabiendo que no tenía el apoyo de las FF.AA.?
Yo no juré para ser presidenta, voté para reemplazar al presidente mientras estábamos en un proceso. Era una encargatura. A mí no me gustó el juramento, el show, la verdad; lo dije desde un principio.
— ¿Es posible salir del entuerto?
Hoy estamos en un circo. No hay respeto a las instituciones, ni al rol que tiene tan importante un Parlamento ni el rol de la presidencia. Tienes que tener instituciones sólidas y que no persigan al presidente porque se operó la nariz.
— Ella pudo haber contado que se iba a operar.
Por supuesto. Yo hubiera sido franca: me voy a hacer una operación, pido un permiso al Congreso para estar 4 horas en una sala de operaciones porque tengo un problema en la nariz. Hoy todo es un circo y una telenovela turca.