Lunes, Septiembre 16

La agricultura suele ser abordada dentro de los mensajes a la Nación, pero a modo de recuento con las cifras y los programas del Gobierno Central. Para este año, el enfoque debería cambiar y apuntar a lo que desde Junín llamamos “la revolución agraria”, donde colocamos a la agricultura como un eje económico de desarrollo.

A partir de una correcta asignación presupuestal, la presidenta Dina Boluarte debería buscar un plan articulado con los gobiernos regionales y los agricultores. Los objetivos trazados deberían apuntar, como en Junín, no solo a financiar planes de negocios, sino a reforzar los planes de comercialización, otorgando herramientas de producción con tecnología, explorando además el impulso de productos alternativos. 

De igual manera, es clave entender que “la revolución agraria” requiere de inversión en otros aspectos como la conectividad, que continúa siendo una limitante. Si no hay conectividad, no hay desarrollo de la agricultura. Como región hemos invertido casi 360 millones de soles en una carretera de casi 47 kilómetros, y tenemos más proyectos en camino dentro de nuestro Plan Bicentenario Junín, que va más allá de lo conmemorativo. La presidenta Boluarte haría bien en replicar esto y dejar lo conmemorativo de lado en su discurso, para pasar al anuncio de acciones concretas para lo que resta de gestión.

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