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Marianella Ledesma, expresidenta del Tribunal Constitucional (TC), cuestionó que se haya llevado a cabo de manera reservada, y sin convocar al pleno de su institución, la juramentación de cinco de los seis nuevos magistrados que fueron elegidos por el Congreso de la República.
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El TC informó que la juramentación de sus nuevos integrantes, con excepción de Manuel Monteagudo Valdez, estuvo a cargo del presidente del tribunal, Augusto Ferrero, y con presencia del vicepresidente, José Luis Sardón.
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Esto, según señaló Ledesma en una entrevista a Epicentro, se llevó a cabo a pesar de que el mismo Ferrero había informado que la juramentación sería recién el miércoles 18 de mayo y que se había decidido en el pleno del TC que se usaría esa fecha como límite para terminar de tramitar causas pendientes a través de firmas digitales.
“Nada de eso se ha dado, todo ha sido cortado, ya no podemos firmar, no podemos asumir nada, ningún recurso de la institución, ni siquiera el celular, anda porque eso ya dejó de ser. Hemos dejado de ser magistrados, lamentablemente, en esta forma tan subrepticia”, aseveró.
Marianella Ledesma, quien presidió el Tribunal Constitucional antes que Augusto Ferrero, dijo que solo su sucesor podrá explicar los motivos de llevar a cabo de manera reservada la ceremonia.
En esa línea, evitó especular si es que esta decisión tiene relación alguna con las críticas que ha recibido el proceso de elección de los seis nuevos magistrados del TC, incluyendo un comunicado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que advirtió haber sido notificada de una falta de transparencia.
“[¿El objetivo era ganar por puesta de mano antes de una medida internacional?] Eso sería suposiciones y prefiero no opinar sobre suposiciones. Lo concreto es que había una fecha pactada para tomar juramento, que era el miércoles 18 de mayo, y el TC se estaba preparando para eso”, comentó.
Ledesma dijo que dependerá de la nueva conformación del TC el tomar decisiones sobre las causas que están pendientes en los diversos despachos de los magistrados salientes, ya que muchas de ellas se encuentran resueltas pero no han sido firmadas ni publicadas para que entren en vigencia.
“Este desorden no es nada favorable para transferir una gestión […] ¿Qué motivos habrá tenido? Desconozco. Eso solo lo sabrá quien decidió tomar el juramento, el señor Ferrero, y quien decidió no acatar lo que habíamos acordado”, concluyó.