El real interés es ser un distractor para los problemas que está viviendo en su gobernabilidad en Colombia. El real interés es crear una cortina de humo, como han hecho todos los tiranos. Igual lo hizo en su momento Hugo Chávez para poder distraer, porque él no puede ignorar los tratados que existen desde principios del siglo XX con el Perú.
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— Ahora que ha viajado a Leticia ha desconocido la soberanía del Perú sobre la isla Santa Rosa y ha asegurado que Colombia no perderá su acceso al río Amazonas. ¿Apela a un nacionalismo para aglutinar a los colombianos en torno a él?
Petro está fuera de la realidad, no solo haciéndose pasar por ignorante. En realidad, es una persona que debería estar en una clínica psiquiátrica. Lo expresé en el Senado: debe hacerse un examen psiquiátrico y toxicológico. Finge desconocer tratados, apela al nacionalismo y al sentido de protección; está desconociendo la población que nace, vive y se interrelaciona no solo con el Perú, también con Brasil. La triple frontera es lo que tiene que fortalecerse y, por eso, las banderas han reposado juntas. Lo que está haciendo Petro es una provocación. Al Perú le digo que no hay que ponerle atención a este bárbaro, porque en el entretanto tenemos 800 grupos criminales en 600 municipios de Colombia poniendo en jaque la gobernabilidad.
— ¿Le cree al excanciller Leiva que escribió esa carta que describía a un presidente sin capacidad moral para gobernar?
Petro es un incapaz, por eso no tiene límites morales. Son tantas las cosas que pasan que un escándalo termina ocultando el siguiente. Esto parece una película de terror y claro que hay que creerle a Álvaro Leiva; se corroboró después, cuando dice que Petro se perdió en París. Hay escenas grotescas de la policía de París aterrada por el señor tratando de escabullirse. Lo mismo hace aquí, se escabulle. En una alocución pública, en su famoso Consejo de Ministros, le dijo al ministro de la Igualdad –que es un hombre de raza negra– que ningún negro le va a dar a él instrucciones de a quién pone o a quién quita, haciendo alusión al viceministro de la Igualdad que es un actor porno gay. Hoy el mérito es ser de alguna inclinación sexual, menos heterosexual. El mérito es tener tacha en todo, ser el peor estudiante. El mérito para Petro es exactamente lo inverso para cualquier persona que se esfuerza en estudiar y trabajar. Esto es Sodoma y Gomorra.
— ¿Y qué pensar del ministro del Interior, Armando Benedetti, que dijo en un momento que la situación se iba a poner fea con el Perú y, luego, aclaró que no estaba hablado de guerra?
Ese ministro también es un rehabilitado confeso que, a veces, tiene unas expresiones en su cara que uno no sabe si son los efectos de haber consumido licor y drogas. Muchos años estamos en un circo de gobierno que en un principio produjo estupor, a veces risa, pero terminó siendo terriblemente peligroso.
— ¿Cómo entender que los colombianos votaron por un exguerrillero como Petro?
Ah, bueno. ¿Y cómo entender que los peruanos votaron por Pedro Castillo? Al final de cuentas nos quedó la duda de si las elecciones fueran limpias. Aquí vimos que 3’000.000 de votos de primera y segunda vuelta los superó Petro. Eso sí parece magia. Mucha magia. Después se descubrió que los carteles de la droga con los capos encarcelados financiaron la campaña. Y mira: otra vez visitando cárceles para las próximas elecciones.
— Pedro Castillo quería encaminar al Perú a una Asamblea Constituyente, lo mismo quiere Petro para perpetuarse en el poder, tal como lo hizo Chávez y como pretendía Evo. ¿Este escenario bélico pretende aglutinar a los colombianos para lograr su objetivo?
Petro no tiene el tiempo, no tiene la voluntad popular. Así apele en sus discursos frenéticos, igual que todos estos salvajes del Socialismo del Siglo XXI, que no son otra cosa que cabezas del narcotráfico y la criminalidad transnacional, como Maduro, como Chávez, como Ortega, como la isla de Cuba, que ha sido la isla del mal y que exportó el cáncer del comunismo aquí en América Latina y solo sobreviven en Colombia por la coca, por el narcotráfico. No le va a prosperar a Petro su Asamblea Constituyente. Pero hoy existe un personaje más peligroso que Benedetti, que es un travesti de la política y que muda según el gobierno de turno: el actual ministro de Justicia, Eduardo Montealegre.
— ¿Por qué le preocupa?
Me preocupa su capacidad superior de maldad. Me preocupa la obsesión con la persecución y condena a Álvaro Uribe. Me preocupan las más de 1.000 páginas que supuestamente esta jueza escribió y que parecen más de la autoría intelectual de Eduardo Montealegre para condenar al presidente Uribe.
— ¿El encierro de Uribe es otro caso de politización de la justicia?
Absolutamente. Nunca había visto que un juez necesitara 1.000 páginas, porque cuando usted tiene tanta hoja, tiene mucho humo, mucha mentira, mucha basura. Aquí admitieron todas las pruebas ilícitas, empezando por una interceptación telefónica que se dijo que había sido por error. Todo para destruir al único presidente que rescató Colombia de ser un Estado fallido a ser un país y una sociedad civilizada, viable y posible.
— ¿Qué pasará al final con Uribe? Ha prometido desde su domicilio luchar contra el avance comunista. ¿Podrá?
Seguirá luchando. Tiene 72 años, es un hombre que permanece en el corazón de los colombianos; sobre todo, de los colombianos que vivieron el secuestro, la ausencia de movilidad, todas las regiones dominadas por una guerrilla narcoterrorista. Seguirá luchando porque con él se ha violado absolutamente todo.
— El expresidente Duque se ha mostrado solidario con Uribe.
Sí, pero resulta que él fue presidente y en su mandato metieron preso a Uribe. Uno puede decir hay separación de poderes, pero el fiscal fue puesto por él. Y no digo que uno invite al presidente a meter la mano, no señor; pero usted puede lograr que la fiscalía use toda su capacidad investigativa para llegar a la verdad. Dos fiscales y procuradores, además de la procuraduría, dijeron que el proceso había que precluirlo.
— ¿Duque también es responsable de lo que ocurre con Uribe?
La fiscalía de Francisco Barbosa durante el gobierno de Duque no hizo las investigaciones suficientes y pertinentes para aclarar la calidad de víctimas de personas que, a mi juicio, no son víctimas de nada. No me digan que una guerrillera que le regala a su marido una finca costosa puede, después, fungir como víctima porque la echaron del trabajo por culpa de Uribe. Esto que parece un cuento, es un cuento terrorífico. Que la jueza destaque la calidad y el valor civil de un sicario condenado a 40 años por secuestro y homicidio y que la fiscalía no haya agotado aún más la búsqueda de la verdad es de terror. ¿Me van a decir que los colombianos hoy tenemos garantías judiciales después de este espectáculo?
— ¿Cree que en Colombia se rompió el debido proceso?
Por supuesto que se rompió, así todos los magistrados, abogados, amigos, no amigos, digan que hay que respetar la decisión de la jueza. ¿Una decisión contraria a derecho? ¿Una decisión abusiva del poder que traspasa los límites que tiene la justicia hay que respetarla? Así llegan las dictaduras. La voz hay que alzarla porque el exceso de complacencia a la tiranía judicial termina acabando con la libertad también.
— ¿Cómo define lo que hoy se vive en Colombia?
Estamos viviendo a la extrema izquierda narcoterrorista que veía a Uribe como su máximo trofeo. Ese triunfo les va a durar poco porque va a servir para mover la conciencia moral que sabe qué era Colombia antes de Uribe y que sabe qué fue después. O salimos todos en defensa de la separación de poderes o no tenemos país.
— El intento de homicidio del precandidato Miguel Uribe tiene que ver también con este triunfo de la izquierda radical.
Por supuesto, lo he dicho públicamente. La oposición está en peligro de muerte con nuestro jefe de la oposición injustamente condenado con pruebas ilícitas y un precandidato presidencial que se debate entre la vida y la muerte por culpa de un sicario menor de edad. Este gobierno lo que ha hecho es empoderar a los grupos criminales. Las FARC hoy son múltiples brazos que se pelean entre ellos. La Nueva Marquetalia es uno de los brazos de las FARC, con Iván Márquez que se refugió en Venezuela, que dice que lo mataron, que se murió, que volvió a vivir. Esa Nueva Marquetalia es la que hoy aparece como la financiadora del intento de asesinato de Miguel Uribe.
— Entonces, los ríos de sangre volvieron a Colombia.
Es que ya volvieron. Ojalá usted pudiera conversar con los alcaldes de Arauca. Más de 1.000 muertos en cada municipio. ¡Claro que volvieron la muerte y los ríos de sangre! Es lo único que deja el narcotráfico, la minería ilegal, el tráfico de armas y de personas. Ustedes lo vivieron en el Perú. Si no existiera la Dircote y no hubiera habido toda la capacidad de inteligencia para atrapar al terrorista Abimael Guzmán y desarticular a Sendero y el MRTA seguirían bajo fuego con poblaciones secuestradas. Colombia vivió la liberación con Uribe, pero el acuerdo de paz de Juan Manuel Santos arrodilló el Estado a tener que pedir permiso para erradicar la coca. Desde allí viene el desastre y Duque fue demasiado flojo, demasiado blandito, demasiado complaciente porque nunca defendió el legado de Uribe, es de la progre, mucho más alineado a la línea de Soros. Duque no fue capaz de defender a Uribe, esa fue nuestra perdición.
“Voy a sacar a Colombia de las garras de la izquierda diabólica”
—¿Por qué hoy en América Latina triunfa la extrema izquierda?
Tengo un ensayo que se llama “La democracia en peligro” y allí cuento cuál es el origen, cómo se gesta esto desde los años 60, cómo el Foro de Sao Paulo empieza a tener eco porque la izquierda –que jamás hubiera ganado en la vida democrática ningún gobierno porque eran minoría– hace alianzas internacionales demasiado importantes. Eso fue lo que hicieron mientras las derechas jamás se aliaron. Uno que otro en unas organizaciones de partiditos, pero hay mucha derecha cobarde, nunca defendiendo, a lo Javier Milei, el derecho a la libertad, al libre mercado, a la libertad en su máxima expresión. Ustedes se dan por bien servidos que sacaron a Pedro Castillo y, por fortuna, Castillo era un imbécil. Pero atrás de Castillo estaba Cerrón. Estaban otros personajes. Igual Petro, la única ventaja de nosotros es que es un drogadicto, un psicópata, lo cual es pésimo, pero también es bueno porque los planes de ellos se atrasan, no tienen la persona calculadora como fue Hugo Chávez.
—¿Qué pasará con su partido?
Ya hicimos acuerdos los otros precandidatos. Vamos a sacar uno de nosotros con una encuesta internacional, la más reputada del mundo, que no va a ser publicada y, sí es la voluntad de Dios, aspiro ser yo. Hay que sacar candidatura única centrodemocrática para arrastrar más votos y lograr curules. En el Congreso no podemos sacar menos de 50 curules. Tenemos que ser nuevamente mayoría numerosa, como lo fuimos antes de Duque. Después de él perdimos 23 curules, qué horror.
—¿Estoy entrevistando a la futura candidata a la presidencia de Colombia?
Si es la voluntad de Dios, así será. Voy a luchar con todo para sacar a Colombia de la garra de la izquierda más bruta y diabólica, de la izquierda que te asesina y te dice que te está protegiendo la vida.
—¿Qué le dice usted a los peruanos que viven en Santa Rosa?
A la población colombiana y peruana, que sepan que el pueblo colombiano no es Petro, somos superiores a él. Esto es un distractor, un engaño. La celebración del 7 de agosto siempre se ha hecho en el puente de Boyacá, evocando la batalla que definió el nacimiento de nuestra nación en la independencia. Pero Petro tenía que inventarse una excusa, porque no puede ir a esta zona por la huelga. Apenas vio lo de las islas, se hizo el loco y dijo que el Perú estaba tomando posesión de territorio colombiano. No iba a poder hacer su celebración en el puente de Boyacá están las carreteras tapadas por los campesinos que le creyeron y hoy lo aborrecen.
—Petro dice que si es necesario recurrirá al derecho internacional. ¿Quiere decirle algo a su presidente?
Que no mienta más. Que solo estamos contando los días para poder superar la pesadilla de su mandato.














