Los cascos azules de la ONU permanecerán en sus posiciones en Líbano a pesar de los llamamientos israelíes para que se desplacen en medio de la intensificación de los combates entre Israel y Hezbolá y de las heridas sufridas por cinco miembros, declaró el lunes el jefe de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la organización.
“Se ha tomado la decisión de que la Finul permanezca actualmente en todas sus posiciones a pesar de los llamamientos de las Fuerzas de Defensa de Israel para que abandonen las posiciones próximas a la Línea Azul”, declaró Jean-Pierre Lacroix, jefe de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU.
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“Quiero subrayar que esta decisión sigue en pie. Fue confirmada esta mañana por el secretario general” de la ONU, Antonio Guterres, dijo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró el lunes el llamamiento de Israel para que las fuerzas de mantenimiento de la paz en el sur del Líbano se retiren de zonas cercanas a la frontera entre los dos países, e insistió en que es “completamente falso” que las fuerzas israelíes hayan atacado a la Finul.
Sin embargo, la Finul acusó al ejército israelí de disparar “repetida” y “deliberadamente” contra sus instalaciones, que han dejado cinco cascos azules heridos, lo que le han valido duras críticas a Israel.
Este lunes Netanyahu reiteró que Hezbolá utiliza “las instalaciones y las posiciones de la Finul como cobertura para llevar a cabo sus ataques” contra Israel.
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Según la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, en el sur de Líbano sólo deben desplegarse los cerca de 9.500 efectivos de la Finul y el ejército libanés.
“Acabamos de oír de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU la expresión unánime de apoyo a la Finul. Por supuesto, es muy alentador”, añadió Lacroix.
En 2000, la Finul estableció la “línea azul”, una franja de 120 kilómetros a lo largo del sur de Líbano para garantizar la retirada completa de las fuerzas israelíes.
