La Asociación Peruana de Operadores en Turismo Receptivo e Interno (Apotur) proyecta que entre 40.000 y 50.000 hinchas internacionales llegarán a Lima para la final de la Copa Libertadores 2025 entre Flamengo y Palmeiras. Según su presidenta, Claudia Medina, este flujo responde a los patrones del turismo deportivo en Sudamérica, donde los partidos disputados por clubes con grandes hinchadas suelen movilizar a miles de seguidores. Sostuvo que esta concentración de visitantes representa una oportunidad significativa para activar el turismo y visibilizar la oferta nacional.
El gremio también calculó el posible impacto económico. El turista deportivo, en promedio, gasta entre US$700 y US$1.200 por viaje, monto que se concentra en alojamiento, gastronomía, transporte, comercio y actividades urbanas. Bajo ese escenario, la llegada de aficionados generaría entre US$35 millones y US$55 millones en consumo directo. Medina añadió que este efecto podría ampliarse si parte de los viajeros decide permanecer más tiempo en el país: entre el 15% y el 20% de los asistentes —entre 6.000 y 10.000 turistas— podría quedarse dos o tres noches adicionales. Con un gasto diario de entre US$150 y US$200, este grupo aportaría entre US$2 millones y US$6 millones adicionales.
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La asociación recomienda priorizar destinos con disponibilidad inmediata para estas extensiones, como Paracas e Ica, Nazca, Arequipa, Chiclayo y Trujillo, además de circuitos culturales y gastronómicos en Lima que se ajusten a visitas rápidas. Medina advirtió que Cusco y Machu Picchu no son alternativas adecuadas para decisiones de último minuto, debido a que sus tickets suelen agotarse con semanas o meses de anticipación.

La dirigente señaló que, para aprovechar plenamente la llegada masiva de hinchas, será fundamental asegurar accesos adecuados al Estadio Monumental, reforzar la seguridad en zonas turísticas, combatir la informalidad y garantizar una comunicación efectiva en portugués. Indicó que la percepción del visitante dependerá de la coordinación entre autoridades, sector privado y operadores formales, y que, con planificación y orden, la final de la Copa Libertadores puede convertirse en uno de los movimientos turísticos más importantes del año para el país.













