Uno de los establecimientos de Larcomar cuenta con un terraza ubicada cerca del talud del acantilado: el restaurante Mangos. La semana pasada, una foto circuló con frecuencia por redes sociales, alarmando sobre un supuesto riesgo de colapso de su estructura.
A propósito de este hecho, El Comercio consultó a especialistas sobre un posible riesgo de colapso de la terraza del restaurante Mangos.
Alberto Ramírez Erazo, ingeniero civil de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), declaró que la terraza del restaurante Mangos se encuentra en “sumo riesgo de colapso” debido a su ubicación.
“El restaurante no debería funcionar casi al borde del talud. La terraza está en peligro latente de colapsar. No cuentan con ningún tipo de defensa ni muro de contención. Ante un sismo de magnitud 7 o superior, la estructura puede ceder y caer a la Costa Verde. Tengamos en cuenta la advertencia de geólogos, geotécnicos e ingenieros civiles sobre la posibilidad de que ocurra un sismo de 8.8 grados en Lima”, sostuvo.
De acuerdo con información del Instituto Geofísico del Perú (IGP), se han registrado 762 sismos en este año a nivel nacional. Asimismo, en reiteradas ocasiones, el IGP ha señalado que es un hecho que ocurrirá un sismo de gran magnitud en Lima dado que el silencio sísmico frente a la costa central lleva una acumulación de energía de 277 años.
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Según Ramírez, sobre el acantilado deberían existir lugares públicos abiertos y de recreación pasiva, como plazoletas para niños, que faciliten la evacuación de los ciudadanos ante un evento sísmico. “Las autoridades han hecho mal en permitir el funcionamiento de Mangos y otros locales de Larcomar que se encuentran cerca al talud de la Costa Verde e incluso sobre voladizo. Se pone en riesgo la vida de los usuarios de estos establecimientos con el fin de promover el turismo”, sostuvo.
Juvenal Medina, ingeniero geólogo del Colegio de Ingenieros del Perú-Consejo Departamental de Lima, consideró como “temeraria” la estructura de la terraza.
“Esta edificación está próxima a un talud de pendiente vertical muy pronunciada. Está apoyado sobre un sedimento de grava, arena y una capa de limo. Son materiales sueltos no consolidados, no son roca; no tienen un grado de compactación adecuado por el terreno donde están”, dijo.
“Estudios del IGP, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico ((INGEMMET) recomiendan que las construcciones permanentes en la parte superior del acantilado tengan un retiro prudencial de entre 80 a 100 metros. Siempre se recomienda dejar a una zona de seguridad en la parte superior y en la parte inferior, porque cualquier desprendimiento o derrumbe podría comprometer la seguridad de la estructura apoyada”, comentó Medina.
Por otra parte, ambos ingenieros indicaron que una acumulación de humedad en la base de la terraza por una fuga de agua o desagüe, o por filtración del agua usada para regar el parque Salazar, ubicado sobre Larcomar, agravaría el peligro de colapso, porque debilita la estructura del acantilado y traer consigo posibles deslizamientos.
“El exceso de humedad puede jugar en contra de la estabilidad de los taludes, como ya se pudo apreciar en el Magdalena el año 2019 cuando ocurrió un deslizamiento. Es necesario que la Municipalidad de Miraflores cuente con un sistema de riego del parque Salazar controlado y tecnificado que garantice que el suelo recibirá la humedad necesaria que requieren las plantas y que no existan filtraciones hacia la estructura que sostiene a Larcomar”, detalló Medina. “Debe reforzarse la prevención de fugas de agua y desagüe del restaurante para que la humedad no afecte la estabilidad del talud”, agregó.
Cabe recordar que, en febrero del 2020, el programa Buenos Días Perú registró el momento en el que un desfogue de agua desde Larcomar caía sobre el talud del acantilado de la Costa Verde.
¿Cuál es la respuesta de Larcomar?
Parque Arauco, operadora de Larcomar, respondió a El Comercio a través de un comunicado.
La empresa afirmó que las zonas ocupadas actualmente por el restaurante Mangos en su terraza han sido validadas como “totalmente seguras” por los ingenieros estructuralistas Maggie Martinelli y Carlos Casabonne, quienes certificaron que la zona es estable y no proclive a deslizamientos. “La terraza cuenta con los retiros de seguridad recomendados respecto del borde del acantilado y establecidos por aval técnico”, señaló.
Asimismo, Parque Arauco sostuvo que la estructura que ocupa Mangos sobre el acantilado cumple con los estándares de seguridad requeridos para ser utilizada sin peligro ni riesgo para sus ocupantes.
“Los informes de los estudios de los ingenieros mencionados indican que no hay evidencia de problemas estructurales, deformaciones o asentamientos, lo que sugiere que la construcción responde adecuadamente a las condiciones ambientales del entorno”, mencionó la empresa.
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En conferencia de prensa, Carlos Canales, alcalde de Miraflores, explicó a El Comercio que Mangos tiene licencia de funcionamiento otorgada en gestiones anteriores, pero con la prohibición de usar la parte final de la terraza tras observaciones Indeci y un informe técnico. “Ahora solo opera en zonas consolidadas, sin riesgos geológicos”, expresó.
Además, a través de un escrito, la Municipalidad de Miraflores respondió a este Diario que no tiene un sistema de riego hacia la estructura que sostiene al centro comercial. “Tenemos un sistema de riego tecnificado en la parte del techo de Larcomar, el cual está aislado de filtraciones mediante geomembranas y un sistema de sumideros y tuberías de desagüe”, comunicó.