El responsable del ataque fue identificado como el suboficial Ricardo Xavier Jiménez Castro, quien trabajaba en la comisaría de Otuzco. Según los primeros informes, el altercado comenzó cuando “Verde” aparentemente le exigió al policía el pago por el parqueo en la vía pública. Esto habría desencadenado una violenta reacción del suboficial, quien lo insultó, lo golpeó y finalmente le disparó, provocandole una muerte cerebral y posterior fallecimiento.
Los vecinos, quienes fueron testigos del sangriento hecho, trasladaron de inmediato a “Verde” al hospital EsSalud Víctor Lazarte Echegara, pero finalmente fue internado en el Hospital Regional de Trujillo.
Tras confirmarse su deceso, amigos y conocidos de la víctima se congregaron en las inmediaciones de la vivienda del suboficial Jiménez Castro, ubicada en la manzana F, lote 8 de la urbanización Los Ángeles, en El Porvenir. En medio de su indignación, vandalizaron el inmueble rompiendo ventanas y provocando un incendio. Sin embargo, la rápida intervención policial evitó que las llamas consumieran la estructura.
En investigación
Inicialmente, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, declaró que el agresor había sido capturado. Sin embargo, esta versión fue desmentida por los familiares de la víctima, quienes aseguraron que el policía permanece prófugo. “El efectivo policial ya ha sido detenido. Está en este momento en las instalaciones de la comisaría. Se están llevando a cabo las diligencias correspondientes”, dijo el pasado 7 de enero durante una conferencia de prensa en Lambayeque.
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El general PNP Guillermo Llerena Portal, jefe de la Región Policial La Libertad, ha confirmado que el suboficial Jiménez Castro abandonó su cargo y se encuentra prófugo. “El señor ha abandonado su puesto. Hemos informado disciplinariamente sobre este tema”, declaró Llerena a los medios de comunicación locales.
El miércoles 8 de enero, el Sétimo Juzgado de Investigación Preparatoria de Trujillo autorizó el allanamiento de la vivienda del suboficial prófugo, quien ya cuenta con una orden de detención preliminar por siete días. Durante el operativo, se hallaron diversos elementos incriminatorios, como una bolsa negra con marihuana, cuatro petardos de dinamita, su placa policial y otros objetos personales.
Los familiares y amigos de la víctima han realizado plantones exigiendo justicia. “Él era muy alegre, no tenía problemas con ningún vecino. Nunca decía no. Me veía con mis hijos y me ayudaba a cargarlos, a cruzar la pista. Tengo muchos recuerdos con él. No era extorsionador, no cobraba cupos. Todo lo que están diciendo es mentira, totalmente falso”, declaró una vecina al medio trujillano SolTv.
Por su parte, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez también informó que el policía que disparó contra el ciudadano será dado de baja y puesto a disposición de la justicia. Durante la inauguración de un nuevo puesto de auxilio rápido en Lambayeque, el jefe de la Cartera de Interior explicó que la función policial no habilita que un efectivo pueda hacer uso excesivo de su arma de fuego. “El arma no se usa de esa manera, es un uso ilegal, menos aún para atentar contra una persona con la que se está teniendo una discusión”, dijo.
Pese a las declaraciones de las autoridades, el paradero del suboficial es desconocido. El Ministerio Público también informó que sobre su persona pesa un impedimento de salida del país por un periodo de nueve meses. Jiménez Castro es investigado por el presunto delito de homicidio calificado en el grado de tentativa, aunque la tipificación podría cambiar por su reciente fallecimiento.
Los restos de Cueva Collantes son velados en su domicilio, ubicado en el distrito de El Porvenir. El domingo será enterrado por sus familiares. “Queremos que se haga justicia. Como se ve en las imágenes, fue una agresión directa donde se lo buscó a mi hermano para que reaccione y pueda [el policía] atentar contra su vida”, declaró Freddy Luján Collantes, hermano del fallecido “Verde”.
El abogado penalista Jimmy Sotomayor comentó que la Fiscalía de la Nación podría modificar la investigación de homicidio calificado en grado de tentativa a lesiones graves con subsecuente muerte, debido al fallecimiento de la víctima tres días después de haber recibido el disparo. “La pena en este caso sería no menor de 15 años y podría llegar hasta 20 años de privación de libertad”, explicó.
El experto destacó que actualmente no es posible dictar detención preliminar por mandato judicial. Por ello, resaltó la importancia de que el investigado sea localizado y capturado dentro de los primeros siete días. “Una vez cumplido el plazo de siete días, la requisitoria debería levantarse. En ese caso, correspondería que el fiscal solicite prisión preventiva”, concluyó.
Más casos
El crimen cometido por el suboficial Jiménez Castro no es el único que se ha registrado en los últimos días. El pasado miércoles, a través de redes sociales, un medio local trujillano denunció que presuntamente un efectivo policial de la comisaría de Simbal habría realizado disparos dentro de un condominio en aparente estado de ebriedad. Posteriormente el sujeto -que no está identificado- fue reducido por la policía.
Una semana antes de estos sucesos, en San Juan de Lurigancho, un policía disparó y mató a un perro de raza rottweiler, presuntamente en defensa propia. El incidente ocurrió en medio de la pista del jirón Kotosh. Según la familia del animal, este nunca había atacado a nadie en la zona y era muy querido por los vecinos. Sin embargo, acusaron al policía de haberlo asesinado sin justificación.