Con una obsesión por el trabajo en la presión alta, tanto que detenía una y otra vez el juego, Jorge Fossati culminó el tercer día de entrenamiento con la selección peruana más agotado que de costumbre. Y es que su preocupación por una situación puntual en el juego, se sumó una ausencia que, por tercer día consecutivo, ya empieza a preocupar. Así es como se vivió la práctica, por ahora de los convocados locales, cuya presión apunta a lo que puedan hacer este próximo viernes 15 de noviembre ante el Chile de Ricardo Gareca, en la reanudación de las Eliminatorias sudamericanas, donde pese a ostentar el penúltimo lugar, reanimaron sus esperanzas luego del inesperado triunfo ante Uruguay.
La resaca del clásico y Lozano
Fue una tarde tranquila. Con muchas escenas curiosas, como los bandos cremas del bicampeonato y algún otro bando blanquiazul y una interacción que no conoce de clubes, pero sí de un respeto diplomático por la celebración del otro.
Entrenamiento pausado y luego gimnasio. Ahí se armaron las parejitas y afloraron los colores. En las bicicletas estuvieron juntos Calcaterra, Corzo y Valera. Por otro lado Paolo con Noriega. Luego, los seleccionados pasaron a la cancha para hacer ejercicios de potencia fuerza y control. Todo bajo la atenta mirada del profesor Fossati, quien estuvo acompañado por momentos de Juan Carlos Oblitas.
Quien estuvo merodeando por alrededores, aunque solo vio a los seleccionados de reojo, sin acercarse, fue el presidente Agustín Lozano, quien con una sonrisa grande y sostenida, caminaba como celebrando interiormente. Quizá sea por la reciente inspección de la FIFA a los avances de la remodelación de la Videna y la construcción del nuevo centro de entrenamiento bicolor.
La ausencia que se nota
Quien brilló por su ausencia fue el preparador físico Sebastián Avellino, quien por tercer día consecutivo no estuvo en los trabajos de la selección peruana. Según se pudo conocer, el profesional está de licencia por un tema personal y en los próximos días debería sumarse a los trabajos en Videna.
De la ausencia de Avellino, lo que más se extraña son sus efusivos gritos a la hora de los trabajos. Sin embargo, quien asumió el rol protagónico en cuanto a los gritos fue el propio técnico Fossati. El uruguayo paró un once conformado por Cáceda, Romero, Corzo, Araujo, Garcés, Polo, Rivera, Calcaterra, Archimbaud, Flores, teniendo a Paolo Guerrero y Alex Valera en el ataque. Un 3-5-2 que tuvo al ‘Tunche’ de interior por derecha.
El sparring de turno fueron lo chicos de Chemo de la Sub 17 y la Sub 20. Enríquez, quien vive su primera convocatoria, tapó para el rival, mientras que Cáceda y Romero se alternaron en el arco de la Bicolor. Luis Ramos y Noriega también reforzaron al equipo conformado por los seleccionados menores.
Ejecutivo no quiere el Perú – Chile en el Nacional
Mientras la selección peruana sigue entrenando en la Videna, en la PCM se busca que el Perú-Chile del próximo viernes no se juegue en el Estadio Nacional.
El escenario ya había sido confirmado por la Conmebol ya que es un pedido expreso de los jugadores jugar en el recinto de la calle JoséDíaz.
Sin embargo, al realizarse en los mismos días que la APEC, complica los planes de seguridad que tiene el Ejecutivo. “Se están haciendo esfuerzos para que el partido no se desarrolle en el Nacional porque es muy céntrico. Podría afectar las actividades de APEC”, aseguró anoche Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de Ministros.
El estadio Monumental sigue siendo una opción, pero el Nacional es el recinto que la Bicolor prefiere.
Los gritos del Nono
Luego, en un segundo momento de la práctica, Valera pasó al equipo sparring y Ramos hizo dupla con Guerrero. También Archimbaud pasó a ser carrilero y Flores a ser interior izquierdo, Noriega intercambió con Garcés. El defensa íntimo hizo de stopper por izquierda en la línea de tres.
Fue ahí que se lució Fossati con sus gritos, exigiendo mucha “presión adelante” y parando el juego muy recurrentemente para corregir y reiterar la necesidad del esfuerzo extra para ejercer la presión ante la salida rival. Su silbato sonaba reiteradamente, insatisfecho por lo que veía, y luego pidiendo que apelen más al toque. La intensidad será una herramienta muy recurrente ante Chile.
A diferencia de anteriores convocatorias, en estos primeros días de trabajo no se ha notado un ambiente de mucha alegría, más bien lo que prima es la seriedad y la concentración, como si el pleno de los jugadores trabajaran conscientes de que ante Chile, el próximo viernes, se juegan una nueva final, a la que se agregan varios otros factores que hacen de este partido uno muy trascendental: que el rival sea Chile, un clásico, y que sea dirigido por Ricardo Gareca, el técnico que por siete años dirigió a la Bicolor y que nos llevó a la plenitud del nivel competitivo, logrando incluso una histórica clasificación al Mundial de Rusia 2018.
El cariño por Gareca
La tarde terminó con Miguel Araujo presentándose ante los medios. El defensa fue el primer extranjero en sumarse a la selección peruana y todo parece indicar que será quien asuma el rol protagónico de reemplazar a Carlos Zambrano, suspendido, ante la selección de Chile.
“Tenemos que ganar ante Chile, los tres puntos se tienen que quedar en casa pero tenemos que trabajarlo, estar sumamente concentrados, es un rival muy duro, están casi en la misma situación que nosotros y hay que asumirlo como tal. Es un clásico y los clásicos son totalmente diferentes, con correr no vas a ganar, tienes que poner el 150%, tiene que haber fútbol, el corazón y la mente tienen que ser fútbol”, afirmó el defensa, quien luego advirtió que, aunque les tocará enfrentar a Ricardo Gareca, el cariño que sienten por el entrenador argentino se expresa solo fuera del campo.
“El cariño que le tenemos al ‘profe’ (Gareca) está pero dentro del campo no va a estar, vamos a ir con todo, estamos trabajando para eso. El cariño está fuera del campo. Vuelve al Nacional como nuestro rival directo, pero nosotros estamos enfocados en nosotros. Primero nos enfocamos en nuestro trabajo, nuestro entrenamiento y la energía que tenemos que poner todos los días para ir mejorando en todos los detalles”, agregó.
Este jueves la selección peruana volverá a entrenar en Videna, mientras que desde mañana se estarían sumando el resto de convocados del exterior. Perú recibirá a Chile el viernes 15 de noviembre y luego, el 19 de noviembre, visitará a Argentina, en lo que es la última fecha doble de Eliminatorias sudamericanas a disputarse este 2024. La Bicolor se ubica en el penúltimo lugar con 6 puntos, apenas un punto por encima del colero Chile, por lo que este duelo resulta vital para las aspiraciones de ambas selecciones.