Desde que asumió las riendas del país, Jerí ha marcado un cambio radical en el estilo de comunicación frente a la silenciosa –y cuestionada– gestión de Dina Boluarte, que cerró su mandato con un ínfimo 3% de respaldo en medio de una ola delictiva sin precedentes y sin ningún mea culpa de por medio.
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Pero a pesar del entusiasmo general en buena parte de la población, la lucha contra el crimen aún no revela resultados tangibles. Desde que Jerí se convirtió en presidente y hasta el jueves 4 de diciembre, se reportaron 302 homicidios en el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). En la capital, se han registrado 78 desde que se decretó el Estado de emergencia. La más reciente ocurrió la noche del jueves, cuando un hombre fue asesinado a 14 balazos en una de las zonas más turísticas de Miraflores.
¿Cómo se perfila la imagen de José Jerí en medio de la crisis?
Cambio de estilo: del hermetismo a la omnipresencia
Durante su mandato, Dina Boluarte se mantuvo 250 días sin responder preguntas de los medios de comunicación, impidió el acceso de periodistas a sus actividades y evitó rendir cuentas sobre las crisis de corrupción e inseguridad que tiñeron su gobierno.
Frases como “Puno no es el Perú”, en medio de las manifestaciones que dejaron decenas de muertes, y “No abran esas llamadas, no abran esos mensajes”, como respuesta a la ola de extorsiones, aumentaron la percepción de insensibilidad y frivolidad de su parte que atravesó su paso por la Casa de Pizarro.
En un giro radical de estilo, José Jerí no solo se ha concentrado en incluir su imagen en las actividades del gobierno fuera de Palacio, liderando operativos policiales y visitas a penales, sino que ha adoptado las redes sociales como su principal medio de comunicación. Y, para ello, ha utilizado sus cuentas personales, principalmente X.
A través de un script de scraping, ECData recopiló y analizó todos los posts publicados por José Jerí en su cuenta personal de X, su red predilecta, y encontró que el 70% de sus publicaciones son, en realidad, respuestas a otros tuiteros. En total, respondió 132 veces.
Para Enzo Elguera, CEO de la encuestadora Imasolu y analista político, no es usual en el Perú que un presidente en ejercicio tenga un tipo de comunicación tan personalizada. “Esto le da mayor capital político, porque hace que la ciudadanía se sienta escuchada”, señala.
Pero Jerí no solo le contesta a los periodistas o críticos influyentes. De hecho, sus respuestas están dirigidas más a ciudadanos comunes y corrientes que a otro tipo de usuario. Muchos tenían menos de 100 seguidores y no contaban con foto de perfil ni usaban nombres completos. Uno, incluso, no tenía ningún seguidor.
Después de los tuiteros corrientes (22%), el presidente contesta más a periodistas (21%), a congresistas (12%), a otros políticos (12%) y a medios de comunicación (10%). La lista de cuentas con las que más interactuó incluye a personas de prensa como la conductora de Exitosa, Karina Novoa; Stefanie Medina, de Willax; y la conductora de La República, Rosa María Palacios. El presidente también interactuó con el reportero político de El Comercio, Sebastián Ortiz.
Como parte de esta aparente omnipresencia en internet, Jerí publica, prácticamente, a toda hora. Aunque los horarios más frecuentes de posteo son la hora de almuerzo (de 12:00 a 3:00 p.m.) y la noche (9:00 p.m. a 12:00 a.m.), un 9% de tuits los hizo de madrugada, entre las 3:00 y las 6 a.m.
¿Sobre qué tuitea el presidente? Además de las respuestas e interacciones, dentro de las publicaciones de Jerí predominan las acciones o pronunciamientos sobre la lucha contra el delito, con un total de 24 tuits que incluyeron promesas de recuperación del orden, anuncios de reuniones con autoridades relacionadas a la seguridad ciudadana y fotos y videos de su participación en operativos y supervisiones.
En octubre, luego del pedido de voto de confianza de su primer ministro Ernesto Álvarez, Jerí tuiteó una foto de un televisor que transmitía el debate en el pleno del Congreso. “Escuchando atentamente el debate”, escribió. Encima de la TV, perfectamente encuadrada, una placa institucional con el sello de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) colgada en la pared.
“No se trata solamente de usar las redes. Es importante, pero las redes tienen que tener un contenido. Si tú sales solamente hablando en redes, eso se desinfla rápidamente. Él está mostrando actividad, eso es un cambio importante (respecto de Boluarte)”, explica Urpi Torrado, CEO de Datum Internacional.
Para Elguera, el gobierno de Jerí se distingue notoriamente del estilo comunicacional político “tradicional, reflexivo y largo”, y lo reemplaza por uno “estructurado, puntual y corto, que es lo que, finalmente, va a ser mejor digerido en las redes sociales”. Un estilo que ya ha sido popularizado por otros líderes en el mundo, como Donald Trump, Javier Milei y Nayib Bukele.
“Los presidentes con mayores indicadores de popularidad tienen una buena comunicación a través de las redes sociales”, advierte Elguera.
José Jerí, de 39 años, es el tercer presidente más joven que ha tenido el Perú. Esto, explica el experto en comunicación política, hace que la comunicación digital le resulte “mucho más fluida”.
El especialista agrega que el manejo eficaz de la comunicación digital de José Jerí, en contenido y formato, podría ayudarlo a acumular capital político para el futuro, siempre y cuando los problemas urgentes del país no continúen escalando.
“Cuando una persona asume el cargo más importante del país, tiene en la mente la visión del legado que quiere dejar de su mandato, y Jerí tiene un corto tiempo para hacerlo. Creo que busca mostrar que trabaja muchas horas al día, o que tiene poco descanso. Esto es parte de una estrategia de comunicación y de construcción de imagen de liderazgo, que va a ser muy difícil que otro presidente la alcance, sobre todo si vemos que los candidatos presidenciales, por lo general, son mucho mayores que él. Esto construye un capital político mucho más valioso que, en una etapa posterior, puede servirle para postular a puestos importantes, o a la propia presidencia”.
Pero el estilo poco ortodoxo de Jerí no es del gusto de todos. En octubre, distintos alcaldes capitalinos –entre ellos Francis Allison, de Magdalena del Mar– criticaron la “informalidad” de su invitación a una reunión de diálogo a través de las redes sociales.
“Más allá de las críticas, (Jerí) logró, en solo horas de gestión, que los alcaldes acudan a un llamado que, seguramente, hubiera tomado mucho más tiempo si nos hubiésemos basado en los formalismos, esperando que las cartas de invitación lleguen a todas las municipalidades. Entonces, es un lenguaje de comunicación moderno, pero también eficaz”, opina Elguera.
Sumando Instagram (@soyjosejeri), TikTok (@josejeriore) y X (@josejeriore), Jerí publicó 376 posts en sus primeros 55 días de gobierno. Sin contar las historias temporales –que no fueron incluidas en el conteo– el jefe de Estado realizó 7 publicaciones al día, en promedio, entre el 10 de octubre y las 6:00 p.m. del 5 de diciembre.
@presidenciaperu, el otro brazo
Poco después de asumir el cargo, Dina Boluarte interrumpió la práctica común entre los últimos presidentes del Perú de usar sus cuentas personales en redes sociales para emitir pronunciamientos o comunicar acciones. A fines de enero del 2023, a menos de dos meses de empezar su gestión, desactivó su cuenta personal de X –entonces Twitter–, y desde Palacio se supo que las comunicaciones en redes se harían únicamente a través de las cuentas oficiales de la Presidencia de la República (@presidenciaperu).
Pero, pese a usar sus cuentas personales, en el gobierno de José Jerí también ha incrementado significativamente el uso de estas cuentas oficiales, en comparación con la última recta de la gestión Boluarte.
Durante los primeros 55 días del mandato de Jerí, @presidenciaperu publicó 510 posts en Instagram, 70% más que los hechos durante los últimos 55 días de la vacada expresidenta. En TikTok, el aumento fue de 83%. En X, de 44%.
En total, el actual gobierno incrementó en 61% las publicaciones en las tres redes. El promedio de posts diarios pasó de 13 a 20.
Además, la frecuencia –es decir, el tiempo que pasa, en promedio, entre publicaciones– se duplicó, pasando de un post cada dos horas a uno por hora.
En los siguientes gráficos puedes ver cómo varió la cantidad, la frecuencia y el promedio diario de posts de las cuentas oficiales de la Presidencia entre los últimos 55 días de Dina Boluarte y los primeros 55 de José Jerí.
La brecha, evidentemente, se hace más grande si a los posts de las cuentas oficiales de la Presidencia durante el gobierno de Jerí se les suman los de sus cuentas personales. En conjunto, el presidente interino publicó 1510 veces en las tres redes sociales, más del doble que la gestión Boluarte durante sus últimos 55 días.
Primeros efectos
Para Urpi Torrado, la alta popularidad de José Jerí en la recta inicial de su gobierno se explica, principalmente, por dos motivos.
Por un lado, la valla baja que dejó Dina Boluarte –con un exorbitante 95% de rechazo ciudadano– le habría permitido capitalizar el descontento. Por el otro, su cambio en el estilo de comunicación.
“Hay una parte de esa popularidad que sí es efecto de un cambio de presidente frente a una presidenta muy impopular, pero creo que hay otro componente de la popularidad que es mérito propio: la apertura que ha tenido con los medios, dar muchas más declaraciones que las que daba Dina Boluarte, la cercanía con la gente, que la gente lo vea trabajando a distintas horas del día. Se ve un ritmo de actividades que no se ha visto en una autoridad pública hace mucho tiempo. Superar el 50% de aprobación, en cualquier caso, es bastante alto”, sostiene.
Para la especialista, el uso de las redes sociales podría explicar, en parte, su mayor respaldo entre los peruanos más jóvenes. Según la última encuesta de Datum publicada en El Comercio, Jerí tuvo mayor aprobación entre los más jóvenes (alrededor de 60% entre los 18 y los 44 años) que entre los mayores (aproximadamente 55% en los mayores de 45 años).
“Estamos hablando de una diferencia importante entre los más jóvenes y la población más adulta. Ese diferencial sí podría tener que ver con que los jóvenes están más en las redes, mientras que el acceso a ellas disminuye con la edad”, comenta.
En la misma línea, Elguera considera que, “habiendo Boluarte dejado la valla tan baja, cualquier personaje que venga mostrando empatía puede tener una mayor aprobación”. Agrega que, a diferencia de su antecesora, Jerí “no rehuye de la comunicación, sino todo lo contrario: la aborda”.
Luna de miel en la era digital
¿De qué depende que se sostenga el respaldo? Según Torrado, el presidente “está viviendo una luna de miel en la que, aunque la gente no ve resultados, le da cierto espacio y apoyo para que pueda trabajar”. En la medida en que se vean efectos reales en su gestión, señala, su popularidad se podría sostener.
Algo que podría jugar a favor de Jerí, explica Torrado, es el momento en que asume la presidencia. Estando ya cerca de las fiestas de fin de año y a inicios de la campaña electoral, el foco podría desviarse del gobierno. Sin embargo, si la delincuencia se mantiene, el estilo comunicativo no sería suficiente para sortear el rechazo.
“Estamos en diciembre, que es un mes atípico por las navidades, el sentir en general es un poco más positivo. Luego, en enero va a estar mucho más intensa la campaña política por las elecciones, y eso siempre es un elemento distractor que probablemente le dé aire para que no haya ese desgaste que suele tener un presidente dentro de su gestión. El otro panorama es que, a pesar de la campaña electoral, sigan creciendo las extorsiones y aumente la violencia. Eso podría generar presión y desgaste”, dice.




