Domingo, Junio 30

MIRA: Biden y Trump chocaron en un primer debate que dejó ataques personales y preocupaciones

El mandatario de 81 años mantuvo la voz baja y en ocasiones murmuró o perdió el hilo de su discurso. Si bien su campaña lo atribuyó a un resfriado, su actuación titubeante sembró alarma entre sus aliados y partidarios, según destacaron los medios estadounidenses.

“Ya no camino con tanta facilidad como antes, no hablo con tanta fluidez como antes, no debato tan bien como antes, pero sé cómo decir la verdad”, dijo Biden este viernes 28 en un mitin en Carolina del Norte, donde aseguró que no volvería a presentarse si no creyera que puede hacer “este trabajo porque, francamente, es demasiado lo que hay en juego”.

Trump, por su parte, habló con soltura durante el debate, pero también pronunció muchas falsedades e hizo gala de su lenguaje agresivo en un cara a cara que, en general, se tornó muy personal y mostró que ambos tenían diagnósticos muy distintos de los problemas del país.

Estas son algunas conclusiones del encuentro y lo que puede venir para el siguiente tramo de la campaña.

1. Inquietud demócrata por la actuación de Biden

El debate dejó en serios problemas al Partido Demócrata. Si bien los líderes y funcionarios electos de la agrupación de gobierno defendieron a Biden públicamente, medios como “The New York Times” señalaron que algunos se preguntaban en privado si acaso la postulación hoy le puede quedar grande.

Eduardo Gamarra, catedrático de la Universidad Internacional de Florida, destaca que lo más resaltante del debate es que el gobernante demócrata tuvo una performance “muy triste”, lo que pone a los demócratas en un momento sumamente complicado.

“Lo que se vio de Biden fue dramáticamente triste. Se notó su avanzada edad, no solo por cómo caminaba, miraba al espacio, sino porque perdía el hilo de las ideas. Creo que los demócratas están en un modo de pánico porque probablemente ellos sabían de esta situación hace mucho tiempo, pero la edad ha seguido exacerbando estos problemas”, dice a El Comercio.

La campaña de Biden reaccionó difundiendo comunicados y declaraciones destacando el rol de Biden y criticando a su rival. En uno de esos documentos enumeraron las cincuenta mentiras que, según los demócratas, dijo Trump. En una entrevista con CNN, la vicepresidenta Kamala Harris reconoció un “comienzo lento”, pero se negó a evaluar el desempeño del jefe de Estado, sobre quien pidió no evaluarlo por lo que hizo en 90 minutos, sino en los últimos tres años y medio.

Algunos analistas apuntan que Biden fue ganando fuerza durante el debate. Para Nevena Trajkov, presidenta del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Jacksonville (Florida), en términos de sustancia y contenido Biden superó a Trump, ya que aportó puntos tangibles sobre los temas en discusión. Sin embargo, la primera parte del encuentro fue la que más le jugó en contra.

“Lo que realmente importa son los primeros minutos de un debate, ya que son los que determinan si los espectadores seguirán viéndolo. Desgraciadamente, quienes dejaron de verlo tras esos minutos críticos vieron a un presidente claramente envejecido y que parecía tener problemas con su discurso”, explica a este Diario.

2. El futuro de la candidatura oficialista

Una de las principales interrogantes que se plantean tras bambalinas entre quienes quedaron preocupados por la actuación de Biden es si el mandatario podría ser reemplazado como candidato del Partido Demócrata. En términos estrictos, esta opción es posible.

En la práctica, sin embargo, significaría un cisma para los demócratas que tendrían que buscar un nuevo líder que a este punto no es tan evidente. Por ello, Gamarra considera que el reto más grande para los demócratas es decidir si se pueden quedar con Biden como candidato o si todavía hay tiempo para cambiar de caballo.

“Es un momento muy difícil para los demócratas. Reclutar a un candidato nuevo en este momento es difícil, incluso si se piensa en la actual vicepresidenta, Kamala Harris, porque ella también tiene serios problemas y cuestionamientos. Los demócratas tienen un desafío muy grande en los próximos días. Deberán decidir qué curso de acción van a tomar. Y si se recluta a alguien, ¿quién será esa persona? Uno puede especular sobre una cantidad de nombres, pero ninguno de ellos ha tenido el tiempo de considerarse el postulante a la presidencia”, afirma.

La politóloga María Puerta Riera, profesora de Gobierno Americano en el Valencia College de Orlando, cree que es apresurado plantear que Biden no puede seguir en carrera y destaca que los estadounidenses que estaban decididos a votar por Biden, van a votar por él y los que estaban convencidos de apoyar a Trump los seguirán haciendo.

“En realidad, hay que pensar en esa franja de indecisos. Pero ellos no van a tomar una decisión basada en un debate”, agrega.

Biden busca la reelección en las elecciones de noviembre. (Foto: AFP)

Trajkov coincide y afirma que la elección en noviembre se va a reducir a cómo voten los republicanos que no son seguidores de Trump y los independientes o los que no tienen afiliación partidista. “Después del debate, no estoy convencida de que Trump haya ganado a los republicanos que dudan de él. Se trata de republicanos que tienen un alto conocimiento de los problemas y la política, y anoche no escucharon nada de Trump que los lleve a votar por él. Mi impresión es: existe una posibilidad real de que la mayoría de estos republicanos indecisos simplemente no voten el día de las elecciones”, añade.

Por ello, los expertos apuntan que el mayor reto para Biden después del debate es demostrar que está bien y hacer un esfuerzo para tratar de borrar la imagen que dio en el encuentro con Trump, sobre todo porque en las redes sociales se va a hablar mucho de la salud del mandatario.

Para Trajkov, la mayor preocupación de los demócratas ahora será mejorar la imagen de la vitalidad de Biden para que no se perpetúe en los medios de comunicación la narrativa de que Biden es “cognitivamente deficiente y viejo”. “Si el lento comienzo de Biden en el debate se debió realmente a un resfriado, su equipo tiene que asegurarse de que cada aparición pública de aquí a noviembre demuestre energía y vitalidad”, considera.

En tanto, la expresidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi dijo “no” cuando se le preguntó si el Partido Demócrata necesitaba un nuevo candidato presidencial. “Desde el punto de vista del desempeño no fue excelente, pero desde el punto de vista de los valores eclipsó con creces al otro”, afirmó.

3. Las falsedades de Trump también en la mira

Aunque la performance de Biden ha acaparado los análisis del debate, Trump tampoco salió muy bien parado del cara a cara. El expresidente republicano realizó afirmaciones -en particular sobre la situación de EE.UU. al final de su presidencia y su relación con la actriz porno Stormy Daniels- que fueron demostradas como falsas por numerosas fuentes.

“Durante la mayoría de sus intervenciones, Trump se desvió en preguntas y temas a los que muchos estadounidenses necesitan respuestas reales, como el cuidado infantil asequible -un tema de especial relevancia para las mujeres- y el tratamiento de la adicción a los opioides. Estos son los tipos de cuestiones que afectan directamente a los estadounidenses y Trump simplemente no tuvo respuestas para ellos”, apunta Trajkov.

Trump no respondió a cuestiones fundamentales, entre ellas, si reconocería plenamente al ganador de la elección. También hizo afirmaciones falsas sobre su papel en el asalto del 6 de enero del 2021 al Capitolio por parte de sus simpatizantes e intentó desviar la atención cambiando de tema.

Los analistas recuerdan que Trump será sentenciado el 11 de julio tras haber sido declarado culpable de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales. El veredicto se dará tan solo cuatro días antes del comienzo de la Convención Nacional Republicana.

“El reto para los republicanos es que tienen a un convicto que va a ser sentenciado y al que le faltan dos o tres juicios, que por razones de la burocracia judicial de este país no van a suceder este año. Es lamentable que tengamos un candidato que no puede mantenerse dentro de los parámetros de la realidad, pero eso tampoco pareciera que tiene relevancia. Aquí lo que prevalece en este momento, o al menos en esta campaña, es el tema de la óptica”, señala Puerta.

Para Gamarra, ha quedado en evidencia la delicada realidad actual de la política estadounidense: “Las opciones son un señor bien intencionado, viejito, que a la vez tiene ciertos problemas que demostró en este debate, y, del otro lado, una persona que es patológicamente mentirosa”.

4. La estrategia republicana

Pese a los problemas judiciales y a las críticas de sus detractores, los analistas creen que los republicanos tienen menor preocupación que los demócratas a este punto de la contienda.

“Han apoyado a Trump a pesar de sus mentiras, de sus características, a pesar de que es un criminal convicto y de que todavía tiene muchos juicios. Los republicanos no creen que Trump haya cometido crimen alguno y alegan que todo ha sido una persecución. Entonces los republicanos tienen una menor preocupación respecto a su candidato, ellos no dudan de su postulante ni de sus posibilidades de ganar, ellos están confiados de que va a ganar”, apunta Gamarra.

Trump y su partido han aprovechado el debate para cuestionar la capacidad de Biden para gobernar. Michael Whatley, presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), dijo en un comunicado que el mandatario demócrata “avergonzó aún más a Estados Unidos con su actuación en el debate” y “está demasiado débil para ocupar el cargo de comandante en jefe”.

El propio Trump colgó un breve video en su red social Truth -con imágenes de caídas, despistes y titubeos de Biden- en el que se cuestiona si está capacitado para un mandato de otros cuatro años.

5. El segundo debate podría estar en duda

Oficialmente, ambos aspirantes se han comprometido a debatir de nuevo el 10 de setiembre en la cadena ABC News. Sin embargo, los expertos creen que su realización está en duda pues podría no resultar conveniente ni a Biden ni a Trump.

“No estoy convencida de que vaya a haber otro debate. A menos que la campaña de Biden pueda demostrar que el débil comienzo del presidente en el cara a cara del jueves se debió realmente a un resfriado con apariciones públicas más fuertes en el futuro, no querrán arriesgarse a seguir alimentando la narrativa de ‘Biden es demasiado viejo’”, apunta Trajkov.

Del mismo modo, en el caso de Trump, el reto está en que no logra hablar de forma sustancial sobre los temas o controlarse a la hora de hacer declaraciones falsas, por lo que puede que su campaña piense que otro debate no lo beneficiará.

“No solo en el caso de Biden puede que lo más conveniente sea no participar. También en el caso de Trump es difícil porque a la gente no se le puede engañar. Lo de las mentiras y exageraciones a lo mejor le funciona en sus mítines, pero con electores que todavía no están convencidos de votar por él, no lo ayuda”, concluye Puerta.

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