“Va a haber un saborcito adicional de orgullo patrio en este mercado en donde hay, realmente, cuatro grupos internacionales muy importantes”, señala Rodolfo Salazar, gerente general del fabricante peruano.
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Lograr este liderazgo será un hito para la empresa este 2025, pero no el único.
“Nuestro siguiente paso es salir fuera del Perú, no solamente exportando, sino produciendo con presencia nuestra, y creo que Centroamérica acogerá la primera planta en el exterior que tendremos”, refiere Jesús Salazar, presidente ejecutivo de Koplast.
El fundador de la empresa visualiza a esta como “un jugador internacional” en el mediano y largo plazo que, “de repente, podrá hacer alianzas con sus pares de países europeos e, incluso, con los de algún país africano”.
El trayecto hacia el suceso de Koplast no ha sido, sin embargo, meteórico. Empezó hace 22 años, con la fundación de la empresa, y fue preparado con minuciosidad.
VISIÓN ESTRATÉGICA
“La clave es trabajar muy fuerte. Es un mix entre trabajar duro y desarrollar una buena visión estratégica, y tengo que reconocer la visión que aplicó mi padre (Jesús) cuando fundó la empresa”, refiere Rodolfo Salazar.
El empresario recuerda mucho una conversación con su padre, 16 años atrás, en la que este le manifestó su deseo de transferirle la gerencia general pues era su anhelo “trascender en otras cosas más allá de la empresa” (llegó a ser, por ejemplo, presidente de la SNI).
Han sido, apunta Rodolfo, 16 años de transferencia, en los cuales Koplast se posicionó como una empresa estable a nivel financiero y con una imagen institucional sólida, “pero con una participación de mercado todavía conservadora”.
“Es lo que sucede con las empresas familiares: una primera generación que se especializa en el producto y una segunda generación que tiene la visión de llevar a otra escala el negocio. Por eso es que mi formación profesional ha sido toda comercial”, anota.
A raíz de eso, relata, Koplast comenzó a expandir sus plantas a nivel nacional a la par que diversificaba su oferta productiva con la provisión de servicios para que el cliente “nos vea no solamente como una fábrica sino como una solución”.
Es así que inauguraron una planta de producción en Chiclayo (2023) y otra en Arequipa (2024).
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Con esta nueva capacidad instalada Koplast está lista para dar un salto en su participación de mercado dentro de la industria de tuberías plásticas.
“Las proyecciones que tenemos, de acuerdo a las inversiones que hemos hecho, señalan que en el año 2025 vamos a crecer y que llegaremos al 25% del mercado. Con eso ya seremos líderes absolutos”, anota Jesús Salazar.
La visión de Koplast es clara: Lograr el liderazgo para salir del Perú y tener una presencia regional e internacional.
“Eso significa pensar en oportunidades en Asia y África para salir de la región y ser más globales”, agrega el fundador de la empresa.
Costa Rica es el primer destino hacia donde la empresa proyecta expandirse con una planta fabril. Esto, como base para una futura incursión en otros países de Centroamérica y, ¿por qué no?, también en México.
Se trata de un negocio que no es ajeno a Koplast, pues ya ha participado en grandes proyectos en esa parte del continente, como la ampliación del Canal de Panamá, la cual atendieron con tuberías de polietileno para conducción de fibra óptica ante un pedido especial de los proyectistas de la obra.
“Estamos en obras emblemáticas, no solo en el Perú con la Ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez. También hemos estado en el Canal de Panamá, donde ya hay tubos peruanos”, anota Jesús Salazar.
Koplast fabrica y vende soluciones en tuberías plásticas para las industrias de agua y desagüe, agroindustria, minería, infraestructura pública, ferreterías y retail.
