
Katy Perry cumplió un sueño que tenía hace más de una década: cantar en el espacio. Este lunes por la mañana, la cantante estadounidense abordó el cohete New Shepard, de la empresa Blue Origin, y junto a otras cinco mujeres realizó un vuelo suborbital de 11 minutos que la llevó más allá de la línea de Kármán, ese punto invisible ubicado a 100 kilómetros de la superficie terrestre donde comienza el espacio exterior. El despegue ocurrió desde la base Corn Ranch, en el oeste de Texas, y fue transmitido en vivo por CBS y Paramount+.
La misión, bautizada como NS-31, ha marcado un hito al ser la primera experiencia espacial de turismo compuesta únicamente por mujeres desde 1963, cuando la cosmonauta Valentina Tereshkova viajó en solitario a bordo del Vostok 6. Esta vez, sin embargo, no fue un acto militar ni propagandístico, sino una operación comercial de la empresa fundada por Jeff Bezos, quien también tuvo un guiño emocional en la misión: su prometida, la periodista Lauren Sánchez, lideró el vuelo junto a Perry, la activista Amanda Nguyen, la exingeniera de la NASA Aisha Bowe, la productora Kerianne Flynn y la presentadora Gayle King.
En sus redes sociales, Katy Perry se mostró visiblemente emocionada antes del despegue. Compartió imágenes del interior de la cápsula, apodada “Tortoise”, en referencia a uno de los sobrenombres que le daba su madre durante la infancia. También reveló que llevó consigo una margarita, como homenaje a su hija Daisy Dove Bloom, y que entonaría una canción desde el espacio. Y así fue: durante el breve viaje, la intérprete de Firework cantó a capela los versos de What a Wonderful World, de Louis Armstrong, asegurando que era su forma de agradecer por el momento y compartir la “energía colectiva” dentro de la cápsula.
“Fue la mayor euforia de mi vida”, dijo Perry al aterrizar. “Me siento súper conectada al amor. Esta experiencia me ha enseñado que nunca sabes cuánto amor tienes dentro de ti”. La cantante también afirmó que su viaje al espacio solo está detrás de su maternidad en el ránking de los momentos más importantes de su vida. Y, fiel a su estilo, ya anunció que planea convertir esta experiencia en música: prepara una nueva canción inspirada en lo que vivió esta mañana, y que podría formar parte de su gira Lifetimes Tour, la cual comenzará el 23 de abril en México.

La misión, aunque breve, tiene un peso simbólico inmenso. De las más de 600 personas que han viajado al espacio, solo alrededor de 80 han sido mujeres. La brecha de género en la exploración espacial persiste, incluso cuando las mujeres han sido piezas fundamentales en su desarrollo. Basta recordar el caso de Katherine Johnson, la matemática afroamericana que calculó a mano las trayectorias de las misiones Mercury y Apolo, en plena era de segregación racial y machismo institucionalizado.
Como si la estética de su videoclip E.T. hubiera cobrado vida, Perry flotó a más de 100 kilómetros sobre la Tierra con una margarita en la mano, un traje espacial blanco y una canción en la garganta. En lugar de un alienígena, compartió cabina con científicas, activistas y comunicadoras. Y al regresar, dejó claro que el viaje al espacio, aunque fugaz, puede sembrar ideas que duren para siempre.