El juicio contra el exmandatario por los presuntos aportes ilícitos a las campañas del Partido Nacionalista, que comenzó en febrero del 2022, entrará esta semana en su recta final con la fase de declaración de los acusados. Contando la etapa de investigación, el caso tiene casi 10 años de antigüedad y también incluye a su esposa, Nadine Heredia.
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Para recibir las declaraciones de acusados, los jueces del Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior de Justicia Penal Especializado han convocado a dos audiencias presenciales que se realizarán este martes 5 y miércoles 6 de noviembre. En ambos días, la cita es en el edificio Carlos Zavala del Poder Judicial, desde las 9 a.m.
En esas sesiones serán interrogados los cuatro acusados que han accedido a responder las preguntas de la fiscalía, procuraduría, los abogados de otros acusados y de los jueces del colegiado. Entre estos está el expresidente Ollanta Humala (2011-2016). En tanto, la ex primera dama optó por no declarar.
Esta será la primera vez que el expresidente responderá directamente en este juicio las preguntas sobre este caso. Previamente, al inicio del juzgamiento, solo tomó la palabra para negar los cargos y se reservó su declaración para la etapa actual, en la que los jueces ya han terminado de evaluar prácticamente todas las pruebas de la fiscalía y de las defensas.
La declaración de Ollanta Humala está prevista para la sesión del miércoles, junto a la de su coacusada Rocío Calderón Vinatea, amiga de Nadine Heredia. En la jornada previa, la del martes, se tiene programado comenzar con el interrogatorio de los acusados Ilán Heredia, hermano de la ex primera dama, y de Santiago Gastañadui, excongresista y exdirigente del Partido Nacionalista.
Si en la sesión del martes se termina de forma rápida con las declaraciones de Ilán Heredia y Santiago Gastañadui, ese mismo día también podrían declarar los otros acusados. No obstante, por la duración que suelen tener este tipo de interrogatorios, esto es poco probable.
“El 5 de noviembre iniciaremos con la declaración del señor Ilán Heredia. En segundo orden, el señor Gastañadui. En caso se avance, la siguiente persona sería la señora Calderón y en cuarto lugar, el señor Humala. Esperemos que en estas dos sesiones podamos agotar la declaración de las cuatro personas. Las preguntas ya no son de indagación, son sobre la prueba actuada y lo que se tiene que señalar al respecto […] Sobre todo, de escuchar los dichos y descargos de los acusados”, detalló el último miércoles la jueza Nayko Coronado, directora de debates del juicio, en la audiencia más reciente de este proceso.
En diálogo con El Comercio, el fiscal Germán Juárez Atoche, responsable de la acusación y representante del equipo especial Lava Jato en este caso, destacó que “estamos en la recta final” de un juicio que ha sido “largo y tedioso”. “Lo importante es que en diciembre ya puede haber una sentencia”.
“No creo que el interrogatorio sea tan largo. Yo voy a tratar de ser bastante puntual. Ya sabemos por dónde va la estrategia de los acusados, que es de negar todo”, dijo. En cuanto a Humala, estimó que sería la declaración más larga y recordó que si bien lo interrogó durante la etapa de investigación del caso (2015-2019), esta será la pimera vez que lo hará como parte del juicio.
El fiscal remarcó que prácticamente toda la prueba presentada por ellos se pudo valorar durante el juicio y que “se han acreditado las imputaciones”. “No existe ninguna prueba de las defensas que pueda enervar las pruebas que acreditan la responsabilidad penal”, aseguró.
En esa línea, aseguró que la fiscalía “está satisfecha”.“Para mediados o fines de diciembre estaríamos teniendo una sentencia, que el Ministerio Público considera que sería una sentencia condenatoria, por todo lo actuado en el juicio”.
El abogado penalista Alexander Gonzalez, del Estudio Rebaza, Alcázar & De Las Casas, comentó que el inicio de estas declaraciones de acusados significa que el juicio “está entrando en su recta final y estimamos que en los meses siguientes habrá un pronunciamiento de fondo sobre la responsabilidad de los acusados”.
“Esperemos que la fiscalía pueda probar lo que en su día postuló: que hay un delito de lavado de activos (…) En la declaración del declaración del señor Humala, la fiscalía tiene que estar orientada a extraer, a confirmar que esos aportes tiene un origen maculado o no. Que conocían o debieron presumir que ese dinero que recibían tenían un origen ilícito”.
En cuanto a la decisión de los acusados de declara al final del juicio y no al inicio, indicó que estos “responde a una estrategia” de las defensas. “Los abogados recomiendan hacerlo después (de la evaluación de pruebas) porque con ello tienen visibilidad de qué se ha probado o no se ha probado, a su criterio, durante el juicio”.
El penalista Andy Carrión coincidió en que “definitivamente estamos en la etapa final” del juicio y en que la sentencia se conocerá en diciembre, antes de fin de año. Del interrogatorio, consideró importante que Ollanta Humala “rinda cuentas” sobre el financiamiento de su campaña y si él tenía conocimiento o podía presumir el origen ilícito del dinero de Odebrecht.
“Si ellos niegan (los aportes), la pregunta sería cómo lograron financiar sus campañas. Si coincide lo que reportaron a la ONPE con el monto estimado que habrían usado para el financiamiento. Tendría asidero si le cuestiona de dónde obtuvieron el dinero, que especifique de manera adecuada”.
Carrión consideró que los jueces suelen valorar de forma más positiva cuando un acusado sí opta por declarar. Sin embargo, estimó que en el caso de Nadine Heredia se debe haber valorado esta percepción con posibles riesgos para su defensa que pudieran salir de un testimonio. “Eso se pondera: por un lado, ellos saben que no declarar no genera una buena impresión en los jueces, pero por otro lado están las eventuales preguntas a las que te sometes si respondes”
Ese día, antes de las declaraciones, también habrá un debate sobre si se admite el desistimiento de un último grupo de pruebas planteadas por las defensas de Humala y Heredia. Se trata de registros de declaraciones dadas por testigos brasileños.
En tanto, los acusados que optaron por no declarar en esta etapa son Nadine Heredia; Antonia Alarcón, madre de la ex primera dama; el exasesor Martín Belaunde; Eladio Mego; Maribel Vela; Mario Torres; y Carlos Gómez. Sin embargo, todavía podrían dar una declaración final en las próximas semanas, en lo que se conoce como la “autodefensa material”.
Luego de la declaración de acusados vendrán la actuación de la “prueba complementaria”, así como los alegatos finales de la fiscalía, la procuraduría y las defensas. Después, se dará la mencionada “autodefensa material” de los acusados y, finalmente, el adelanto del fallo. La expectativa de la fiscalía, las defensas y del propio juzgado es que esto sea antes de fin de año. Es decir, entre noviembre y diciembre.
En esa línea, es posible afirmar que Ollanta Humala será el próximo peruano en recibir una sentencia del Poder Judicial. Lo que resta por verse es la fecha exacta en que será anunciada la sentencia y si esta será de condena o de absolución para el ex jefe de Estado.
Acusados | Pena solicitada |
---|---|
1. Ollanta Humala Tasso | 20 años |
2. Nadine Heredia Alarcón | 26 años y 6 meses |
3. Ilán Heredia Alarcón | 20 años |
4. Roció Calderón Vinatea | 26 años y 6 meses |
5. Antonia Alarcón Cubas | 20 años |
6. Martín Belaunde Lossio | 10 años |
7. Eladio Mego Guevara | 10 años |
8. Santiago Gastañadui Ramírez | 10 años |
9. Maribel Vela Arévalo | 10 años |
10. Mario Torres Aliaga | 10 años |
11. Carlos Arenas Gómez Sánchez | 10 años |
12. Todo Graph SAC (persona jurídica) | Disolución y liquidación |
13. Partido Nacionalista Peruano | Disolución y liquidación |
La acusación
En este caso, el equipo especial Lava Jato de la fiscalía acusa a Ollanta Humala y Nadine Heredia por el delito de lavado de activos. Se les atribuye haber recibido dinero de origen ilícito del Gobierno de Venezuela y de las constructoras brasileñas Odebrecht para sus campañas presidenciales del 2006 y 2011, respectivamente.
Por estos cargos, el fiscal Germán Juárez Atoche pidió al inicio del juicio una condena de 20 años de prisión para el expresidente y de 26 años y seis meses para la ex primera dama. Para el resto de acusados se piden penas de entre 26 años y seis meses y 10 años de prisión. Además, se requiere la disolución del Partido Nacionalista.
El caso se remonta al 2015, con el inicio de la investigación a las finanzas del Partido Nacionalista, que por entonces era el partido de gobierno. El caso recibió impulsos importantes con la aparición de las agendas de Nadine Heredia y, sobre todo, con las confesiones de los exdirectivos de Odebrecht sobre el aporte de US$ 3 millones para la campaña del 2011 por orden del Partido de los Trabajadores de Lula da Silva.
Las defensas de Ollanta Humala y Nadine Heredia rechazan la acusación fiscal y buscan que sus clientes sean absueltos. El abogado de la ex primera dama, Julio Espinoza, se excusó de dar declaraciones a El Comercio para este informe, pero confirmó que su patrocinada no dará su testimonio en esta etapa. “No va a declarar. Es facultativo”, indicó.
El abogado del expresidente, Wilfredo Pedraza, también indicó a este Diario que no iba a declarar sobre el tema hasta después de la audiencia del miércoles.
Sin embargo, ambas defensas han mantenido una misma posición desde el inicio del juicio: no se recibieron los supuestos aportes. Y en caso hubiese sido así, esa recepción no significaría haber cometido el delito de lavado de activos, como sostiene el Ministerio Público.
Los penalistas consultados para esta nota coincidieron en que la eventual sentencia de este juzgado evalurá si los aportes de Odebrecht pueden constituir un delito de lavado de activos, lo que representará un antecedente importante para casos similares. En particular, el caso de Keiko Fujimori y el Caso Cocteles, cuyo juicio está a cargo de los mismos jueces.
“Los jueces no podrían contradecir sus propios argumentos frente a las pruebas. No podrían darle una valoración a la declaración de Jorge Barata en este caso, por ejemplo, y otra en el caso de Keiko Fujimori. Entonces, este es el precedente más importante. Creo que Keiko Fujimori va a estar muy atenta a cómo se resuelva el caso de Ollanta Humala”, comentó Andy Carrión.
González añadió que el principal precedente que generará esta sentencia estará en “cómo van a abordar el término ‘debió presumir’”, respecto al presunto origen ilícito del dinero para los aportes. “Esas circunstancias van a generar un derrotero, en la medida que estos jueces también ven otros procesos (del caso Lava Jato) que están pendientes”.
Testimonios de Barata y Odebrecht ratifican aporte de US$ 3 millones
En este juicio, como también ocurrió en el de Alejandro Toledo, los exdirectivos de Odebrecht no se presentaron a declarar como testigos. Ese fue el caso de Jorge Barata, exjefe de la constructora en el Perú, y Marcelo Odebrecht, ex CEO de la empresa brasileña. Ello llevó a que, en septiembre del 2023, el juzgado prescinda de ellos.
Sin embargo, el juzgado accedió en las últimas semanas a que la fiscalía lea las declaraciones previas que dieron siete de estos testigos durante la etapa de investigación para poder valorarlas como pruebas. Fue bajo esa modalidad que también se leyeron las declaraciones de Jorge Barata en el juicio de Alejandro Toledo, testimonio que fue clave para su condena a 20 años de prisión.
Así, en la audiencia del 10 de octubre pasado, la fiscal Trilce Cruz (adjunta del despacho de Germán Juárez para este caso) leyó la declaración de Marcelo Odebrecht, dada el 17 de mayo del 2017 en Brasil.
En este testimonio, Odebrecht afirmó que en el 2011, “[el exministro y exdiputado brasileño Antonio] Paloschi me pidió que apoyáramos, que diéramos US$ 3 millones para apoyar la campaña del señor Ollanta Humala en el Perú”. El dinero, indicó, se iba a descontar de un monto que ya habían acordado con ellos para “apoyar” al Partido de los Trabajadores (PT), liderado por el presidente brasileño, Lula da Silva.
“El pedido fue justificado en esa época por cuestión geopolítica. Es decir, una proximidad ideológica entre el presidente Lula y el presidente Ollanta Humala […] No podría decir si realmente la iniciativa vino realmente de Lula por una cuestión ideológica o si la gente del PT se movió para conseguir el apoyo. Lo único es que yo recibí ese pedido del ministro Paloschi para que apoyáramos la campaña de Ollanta Humala con US$ 3 millones”.
Marcelo Odebrecht agregó que luego de esto se comunicó con su subordinado Jorge Barata, máximo representante de la constructora en el Perú, para comunicarle el pedido, el cual lo incomodó. Esto porque la percepción de los empresarios peruanos sobre Ollanta Humala “era todavía muy mala y él creía que podía tener problemas si salía a la luz que estaba apoyando su campaña”.
Por ello, le remarcó que el pedido provenía “de Brasil” y quien “en realidad estaba pagando la cuenta es una relación que yo tengo aquí en Brasil, no tiene nada que ver con el Perú”.
Añadió que Jorge Barata creía que Keiko Fujimori iba a ganar esas elecciones, por lo que le dijo que “si crees que hay riesgo de represalias: apóyala a ella [Keiko Fujimori] más. Incluso hice una anotación: apoya a Keiko más si piensas que hay peligro de represalias, pero tengo que hacerlo porque es un pedido del gobierno brasileño”. El presunto aporte de Odebrecht también es negado por la excandidata fujimorista, pero forma parte del juicio en su contra por el ‘Caso Cócteles’.
Marcelo Odebrecht añadió que recién conoció a Ollanta Humala y Nadine Heredia en un viaje que hicieron a Brasil luego de ganar esas elecciones, antes de asumir el cargo. Además, consideró que un factor detrás del apoyo al nacionalismo fue que “dos figuras del PT estaban involucradas en la campaña”: los publicistas Luis Favre y Valdemir Garreta.
“Visitaron a Lula, agradecieron el apoyo […] En mi casa tuvimos una cena, conocí allí al presidente Humala y su esposa Nadine. Ellos agradecieron el apoyo que les habíamos dado. No sabría decir cómo se realizó el apoyo ni de qué modo, cómo fue contabilizado en el Perú, eso solo Barata lo puede decir”, declaró. “Sí hubo [un reconocimiento expreso del apoyo]. No se habló de cuál era el monto […] la visita tenía por objeto agradecer el apoyo”.
En otro momento, relató que era una “hábito” que la constructora apoye a los principales candidatos en el Perú, pero que sin el pedido del PT, probablemente no lo hubiesen hecho con Ollanta Humala. “Estoy seguro de que hubo apoyo a otros candidatos”. Luego, indicó que el dinero provenía de las cuentas offshore de la empresa.
En cuanto al origen del dinero para los aportes, vinculado a la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, refirió que ese dinero estaba destinado a hacer “pagos no contabilizados”. “En gran parte, terminó siendo para pagar, para hacer donaciones de ‘caja dos′ (contabilidad paralela) para políticos. Inclusive, allí acabó incluyendo coimas y todo lo demás”.
El testimonio de Jorge Barata fue leído en las siguientes audiencias, del 15 y 23 de octubre. En su caso, además de la lectura se reprodujo el audio de su declaración en Brasil del 27 de febrero del 2018.
Cuando se le preguntó si había entregado dinero para financiar la campaña de Ollanta Humala, el empresario respondió que sí: “Hemos entregado recursos para el señor Ollanta Humala, para la señora Nadine [Heredia] más precisamente, para la campaña del 2011 para presidente. Hemos entregado eso a orden del señor Marcelo Odebrecht”.
Luego, ratificó lo narrado por Marcelo Odebrecht sobre el pedido que le hizo para el aporte de los US$ 3 millones y agregó que el monto le parecía “fuera de los estándares peruanos”. “En Perú, las campañas políticas se hacían con contribuciones muy por debajo de estos valores […] Había una clara divergencia entre las posiciones que defendía Ollanta Humala con la relación a las creencias que, como empresarios en el Perú, teníamos.
Jorge Barata también relató que conversó con el publicista Valdemir Garreta sobre ese aporte y sobre la campaña publicitaria del entonces candidato nacionalista. Se refirió a él como “el gestor de todo este proceso de campaña”. “Mi entendimiento era que todos los recursos iban a ser a través del señor Garreta. Ese era el papel de él”. Los pagos, precisó, se realizaron entre octubre del 2010 y mayo del 2011.
Sin embargo, añadió que luego la propia Nadine Heredia lo llamó para decir que deje de pagarle a Garreta en Brasil, sino que necesitaba los recursos en Perú para “mandar a la gente a viajar a provincias, hacer campañas regionales”. Para esto, el dinero le era enviado desde Brasil a través de personas hasta su oficina en Lima y él le “iba a entregar a Nadine Heredia” personalmente. “Cuando recibía el recurso, la llamaba […] Las entregas a la señora Nadine las hice yo”.
“Estimo que ella [Nadine Heredia] llevaba el control de lo que estaba recibiendo el señor Garreta en brasil. Se habían pagado 700, 800 mil dólares. Y que a partir de ahí iba a ser pagado en Perú”, comentó. Así, ratificó la versión de que Odebrecht “contribuyó” a la campaña nacionalista con US$ 3 millones: “Entiendo que sí [se pagó todo]. Yo no contaba las maletas, pero sí sabía que en cada maleta había 300, 320. Con esa maleta iba donde la señora Nadine para poder entregar”.
Agregó que nunca la reclamaron por un pago incompleto, pero que sí porque “la velocidad de la entrega en Perú estaba muy lenta”. “Que la campaña estaba muy acelerada, que las demandas, los gastos estaban muy altos y yo tenía que apurarme”.
Sobre la fuente del dinero, indicó que fue la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht. En cuanto al ‘codinome’ asignado a esos pagos, dijo que era ‘campaña nacional’. Como Marcelo Odebrecht, también refirió que hubo contribuciones a otras campañas políticas en Perú, “cada una con sus características, con sus montos, con sus detalles”.
Para el penalista Alexander González, la lectura de estas declaraciones son importantes para acreditar la entrega de ese dinero. “Desde mi perspectiva, está acreditado la entrega de estos millones de dólares. Lo que aún está por definirse es si ellos conocían si eran ilícitos o si debieron presumir ilicitud”, dijo.
González y Carrión coincidieron en que la condena contra Alejandro Toledo ya demostró que por más que Jorge Barata y los exdirectivos de Odebrecht no se hayan presentado personalmente como testigos en el juicio, la lectura de sus declaraciones previas sí son pruebas válidas y contundentes para el Poder Judicial.
“El caso de Toledo generó un precedente importantísimo respecto a cómo se valora la declaración de un testigo o colaborador, incluso si no ha participado en el juicio. Algunos dijeron que cuando no fueron a declarar el caso ya se había caído, pero así no lo interpretaron los jueces”, remarcó Andy Carrión.