Martes, Octubre 22

En entrevista con El Comercio, Sheput afirmó que “la historia tiene que evaluar lo que fue el gobierno de Toledo por separado de los hechos luctuosos”

— El expresidente Alejandro Toledo ha sido sentenciado a 20 años y 6 meses de prisión por colusión y lavado de activos. ¿Cómo interpreta usted este hecho?

No estamos hablando de hecho consumado, estamos hablando de un adelanto de sentencia que en cierta medida es previsible. Ahora lo que corresponde a partir de las aseveraciones de los jueces es proceder a hacer una defensa legal adecuada ya sobre hechos concretos y no especulativos.

— ¿La condena a Toledo marca un precedente en el Caso Odebrecht no solo en el Perú, sino en América Latina? ¿Por qué?

Sí, indiscutiblemente el Caso Odebrecht ensombrece a las democracias en América Latina y en el cual tiene una participación protagónica Brasil con el actual jefe de Estado Lula Da Silva. Por lo tanto, lo que sucede en el Perú va a ser una suerte de espejo en el resto de los países latinoamericanos. Dicho sea de paso, en otros países este tema se ha pasado por alto en aras de la inversión privada. En el Perú desde un principio hemos sido mucho más drásticos, sancionando tanto a empresarios como políticos.

— ¿Esta sentencia por actos de corrupción constituye una mancha irreversible para el gobierno de Toledo?

No, yo separo personas de gobierno. En ese sentido, yo me ratifico en que el gobierno de Alejandro Toledo por los resultados obtenidos ha sido el mejor de este siglo. Y estoy dispuesto a debatirlo con quién sea, cuándo quiera y cómo quiera. Encontró un país en recesión, con un PBI de US$60.000 millones, que casi lo duplicó al finalizar su mandato. Nos dejó los tratados de libre comercio, ordenó las finanzas públicas, entonces hay resultados concretos sin haber gozado de un excepcional período en lo que se refiere a los precios de los minerales. Los actos de corrupción que podrían haber acontecido fueron alrededor de Toledo y un entorno no ministerial, no burócrata, sino complemente íntimo, y esto estoy seguro de que la historia lo evaluará aparte.

— ¿Es decir, una evaluación de líneas paralelas?

Yo creo que se tiene que evaluar en su conjunto, lamentablemente, el Caso Odebrecht es parte de las zonas oscuras de la gestión de Alejandro Toledo, lo mismo dije en el caso de Fujimori. La historia tiene que evaluar lo que fue el gobierno por separado de los hechos luctuosos. Indiscutiblemente, hay logros, pero también sanciones sobre aquellos delitos que pudieron acontecer.

— “Seré un presidente implacable a la hora de luchar contra la corrupción que envenena el alma de nuestro país”. Con esta frase, Toledo asumió la presidencia el 28 de julio de 2001. ¿No terminó siendo parte de este flagelo?

A la luz de los hechos, indiscutiblemente, por lo menos está en cuestión con lo que aseveró. En ese sentido, tengo que ser implacable, una cosa es ser miembro de un partido, tener cierto nivel de aprecio por una persona y otra cosa son las exigencias del país. El país tiene un gran problema, en que todos los presidentes que han surgido del voto popular desde 1990 tienen problemas con la justicia. Tenemos que ser objetivos y, a la vez, rigurosos en el juzgamiento de los expresidentes.

— Toledo ya ha sido sentenciado ¿Este es el primer paso para determinar si hubo o no también participación de los exministros, como PPK, Fernando Olivera, entre otros, en los actos de corrupción que favorecieron a Odebrecht?

Hay una gran cantidad de exministros, muchos de los cuales creo yo no han tenido que ver absolutamente nada en el caso, el juicio [a Kuczynski y otros por la Interoceánica] va a servir para determinar las responsabilidades exactas. Yo conozco a más de una persona honesta y te doy un solo nombre como ejemplo, Carlos Ferrero, que no tiene absolutamente nada que ver con esto, está implicado por el solo hecho de haber sido, en su momento, presidente de ProInversión. Así como Carlos puede haber otros exministros que están sufriendo consecuencias que no merecen.

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— ¿Para usted, Toledo pudo actuar en soledad y solo con funcionarios de ProInversión?

Yo creo que este es un hecho tan acotado que recién sale a la luz en el 2013. Él [Toledo] casi vuelve a ser presidente en el 2011, si no hubiera sido por los Estados Unidos, el tema de Odebrecht se hubiera quedado debajo de la alfombra. Eso demuestra que tanto en el caso de él, como el de Alan García y Ollanta Humala, fueron temas acotados a pequeños grupos de personas.

— Usted no solo fue ministro de Trabajo en el gobierno de Perú Posible, sino también asesor presidencial. ¿Notó un interés particular en algunos integrantes del Gabinete en dar celeridad a la licitación de la carretera Interoceánica Sur?

No, en mi beneficio está el hecho de no tener ningún juicio a mis espaldas. Y, en segundo lugar, el hecho contundente y eso todo el mundo lo sabe, nunca tuve participación social junto a Alejandro Toledo. Mi rol fue estrictamente político como hasta ahora. Si hubiera visto [hechos irregulares], lo hubiera denunciado, yo sido una persona que ha tenido enfrentamientos con otros ministros, que han sido públicos. [La corrupción de Odebrecht en el toledismo] no es algo que se hubiera evidenciado, hubiera generado de inmediato el deslinde del caso.

— Estados Unidos ha aprobado ampliar la extradición a Toledo por el Caso Ecoteva. ¿Esta medida refuerza una eventual solicitud a Israel para traer a la ex primera dama Eliane Karp?

No, Israel se maneja diplomáticamente muy ajeno a los Estados Unidos y lo estamos viendo en el caso actual de la Franja de Gaza, tienen políticas sólidas en lo que se refiere a sus connacionales, el tema de la extradición es muy caro para Israel, por lo tanto, yo dudo mucho que Eliane Karp pueda ser extraditada al final. Pero que Estados Unidos haya concedido la ampliación de la extradición a Toledo, yo lo veo como un ejercicio de coherencia de ese país más que como un triunfo de la fiscalía. ¿Por qué? Porque fue Estados Unidos el que empezó los procesos judiciales en contra de Odebrecht. Sobre Israel, no creo que vaya a proceder la extradición de Eliane Karp.

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— ¿Cómo conoció a Toledo?

Yo lo conozco en 1998 junto a un grupo de personas que lo invitamos desde el Foro Democrático. Los fuimos a invitar para que se uniera a una coalición antifujimorista y Toledo nos contragolpea y nos dice “vengan ustedes a Perú Posible”. Estaba gente como Hugo Garavito y el que habla.

— ¿Y en qué momento se decepciona del expresidente?

La decepción es un estado de ánimo, sin ninguna duda, yo la he tenido. Yo lo sufrí directamente y lo comprendí después de años. Yo era candidato a la alcaldía de Lima nombrado por Perú Posible y luego me jalan la alfombra para apoyar a Susana Villarán en el 2014 cuando ella va a la reelección. Y luego de tiempo me doy cuenta cuáles fueron las razones por las cuales él apoyó a Villarán: tenían el mismo patrocinador, los brasileños. Ahí comienza mi proceso de decepción y yo me alejo de Perú Posible.

— Toledo fue extraditado desde los Estados Unidos en abril de 2023. ¿Durante este tiempo, usted lo ha ido a visitar al penal de Barbadillo?

Sí, y hemos hablado de temas políticos coyunturales, no hemos abordado aspectos vinculados a su situación legal, porque no era el momento adecuado. Además, siempre hay participación de terceros, hay una serie de personas. A mí me preocupaba su estado de ánimo y salud, que dicho sea de paso lo vi bien deteriorado. Fueron visitas estrictamente humanitarias.

— Perú Posible se diluyó junto a Toledo, luego de que en el 2016 no superara la valla electoral. ¿Cuál es su reflexión?

En primer lugar, que los partidos políticos caudillistas tienen un final similar, dependen de una sola persona, ese es un mensaje para todos los partidos que tienen figuras de caudillos y no tienen una estructura orgánica. Lo mejor para el sistema de partidos es dejar de lado el concepto de dueño del partido y de caudillo.

— ¿Qué significa para el país la sentencia condenatoria a Toledo?

Me ratifico en que no estamos ante un hecho consumado, empieza una etapa mucho más orgánica en el sentido de que ya hay elementos de juicio sobre los cuales se puede armar una defensa legal, yo espero que, como consecuencia de ello, al final haya una sentencia objetiva y justa en el caso de Alejandro Toledo. Y, definitivamente que se sepa quiénes son todas las personas involucradas, si es que ha habido funcionarios que ahorita están pasando piola o desapercibidos. Hay colaboradores eficaces que no han nombrado a ministros. Y esto, además, es un mensaje para los actuales gobernantes, los sobones en el poder terminan siendo los judas cuando este se deja.

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