Jueves, Marzo 13

Javier Valencia se ha convertido hoy en día en un ciudadano cosmopolita, teniendo a México como su plataforma. Diseña contenidos digitales no solo para reconocidas marcas de moda y belleza, sino que también integra la organización del Miss Universo.

La historia de Javier no estuvo llena de glamour desde sus inicios; por el contrario, desde muy pequeño debió lidiar con las carencias económicas al lado de su madre y teniendo como única arma su gran determinación para alcanzar sus objetivos.

Atrás quedó su amada Camaná, donde soñaba con ese mundo que solo veía en las revistas. Sin imaginar en aquel entonces que llegaría a ser el único peruano responsable de plasmar en video y fotografía esos momentos únicos e irrepetibles que rodean a un certamen tan famoso como el Miss Universo.

Crecí en una familia de bajos recursos, donde mi mamá dejaba de cuidarse y solo trabajaba por la necesidad que teníamos. Recuerdo que siempre buscaba la manera de que se vea bien, de comprarle maquillaje y maquillarla para que sea vea bonita. Te hablo de cuando tenía 9 años, siempre quise ver a las mujeres más empoderadas. Ahí nació mi gusto por la belleza”, contó Javier Valencia.

Pese a ello, el profesional cuenta que pasó mucho para que entendiera que la fotografía era su pasión. “Pasé de estudiar administración, para profesor de inglés, gastronomía, muchas cosas. Siempre apoyando el negocio familiar, hasta que me di cuenta de que mi trabajo era bastante audiovisual, que me gustaba la fotografía. Mi mamá me animó a seguir mi camino, y bueno, la vida está llena de decisiones. Ahí empecé a ofrecer mis servicios, primero como principante para aprender más. Yo no tengo una preparación de una universidad, todo lo he aprendido en esta escuela de la vida. La falta de dinero no me ha detenido”, detalló.

Consejos transformadores

De esta manera, sus trabajos audiovisuales empezaron a ser más profesionales, teniendo la oportunidad de una agencia organizadora de eventos de belleza. Tras llegar a Lima gracias a esta productora, el consejo de un gran amigo hizo que apostara por más y se quedara en la capital.

Mi amigo Duilio Vallebuona me dijo ‘quédate’ cuando llegue a Lima, siempre le agradezco eso, es muy buen amigo mío. Fue un gran factor para que tomara la decisión de quedarme en Lima, porque me dijo que acá podía crecer. No sabía cómo, pero él me animó”, contó.

No pasaría mucho tiempo para encontrarse con la segunda persona que sería un pilar importante en su vida, Marina Mora. La exreina de belleza lo buscó porque había visto su trabajo.

Yo trabajaba en Lima, pero también viajaba a Arequipa para atender a mis clientas. De pronto, me llegó un mensaje de Marina Mora, si bien he seguido los certámenes de belleza, yo nací en el 2001, no sabía quién era. Me dijo para tener una reunión, la traté normal, con respeto, pero muy normal. Quedamos en reunirnos en Lima, llegué a su escuela y la conocí. A Marina le encantó mi trabajo, confió en mi talento y sigo trabajando con ella. Yo le agradezco mucho a Marina que me haya abierto las puertas, es como una hermana mayor, me guiaba, porque también tuve errores, pero vio mis ganas de aprender y ser mejor”, relató.

El ser fotógrafo de Marina Mora le abrió muchas puertas, contó Javier Valencia, pues la exmodelo no dudaba en exponer su trabajo en redes y hasta etiquetarlo. Esto sirvió para que integrantes de la organización del Miss Universo lo vieran.

Marina era muy agradecida, me etiquetaba y reposteaba, expuso mi trabajo. Poco a poco fue teniendo más peso, hasta que llegó a los ojos de una maquilladora del Miss Universo, ella me comentó que siempre convocaba a los fotógrafos en eventos, los mejores, para que expongan su talento. Me convocó a mí, y pese a que había mucha competencia, acepté, porque me encantan los retos. Termino todo, envié mi material y días después, el director creativo del Miss Universo, Andrés Felipe Cabrera, me llamó, no lo podía creer. Fue uno delos momentos más lindos de mi vida, porque sentí que todo lo que he pasado rindió frutos. Me dijo que había un cupo en el Miss Universo, quedé en shock, ahí inició todo”, recordó.

Desde entonces, Javier se ha convertido en el lente que retrata innumerables soberanas y modelos; así como filmmaker de marcas de renombre en Perú y el extranjero. En la última edición de Miss Universo, su nombre resonó entre reinas de belleza y directores de 200 países, así como entre reconocidas marcas para las que trabajará en 2025. “Me preguntaban de dónde era y no sabes el orgullo que me da decir que soy peruano y hablar del país y de todo el potencial que tenemos en el rubro”, señaló.

Gracias al reconocimiento de su nombre y talento, Javier Valencia ha tenido propuestas para ser parte del New York Fashion Week, el Paris Fashion Week y otros eventos, lo cual toma con mucha emoción y humildad. “No soy el único fotógrafo del mundo, tengo que seguir destacando entre los mejores, por eso tengo que seguir avanzando, evolucionando y demostrando mi talento”, finalizó con determinación.

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