ICEFI señala que la situación del país debe enfrentarse como un asunto de suficiencia fiscal y no solo de sostenibilidad de la deuda pública, como ha sido entendido por las autoridades.
Por Leonel Ibarra – estrategiaynegocios.net
La economía de Costa Rica, una de las más dinámicas de la región centroamericana, ha perdido ritmo de crecimiento, entre otras cosas por la pérdida de impulso fiscal, el bajo nivel de inversión producto de la reducción de la inversión extranjera en el país y de la pérdida de competitividad internacional en los últimos años; señala un informe elaborado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) sobre los desafíos del nuevo gobierno.
El reporte señala que el país continúa siendo considerada como una economía de alto nivel de desarrollo humano y de ingresos medios altos. Sin embargo, en los últimos años, los logros en materia de bienestar social “han sido puestos en riesgo por la inestabilidad fiscal, que se ha manifestado por deuda pública creciente y déficit fiscal producido primariamente por un bajo esfuerzo tributario y gasto público en incremento”.
ICEFI considera que el Gobierno de Costa Rica continúa con su esfuerzo de ordenamiento fiscal, no obstante, para lograr dichos resultados, el modelo, en su estimación pasiva, sugiere una disminución del gasto público de 2,3 % del Producto Interno Bruto en el período 2022-2027, procedente principalmente de la contracción de las remuneraciones y del pago de intereses de la deuda en 1,6 % y 0,8 % del PIB respectivamente.
“El problema de Costa Rica debe enfrentarse como un asunto de suficiencia fiscal y no solo de sostenibilidad de la deuda, como ha sido entendido por las autoridades del país”, señala el documento.
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Así, no se trata solo de lograr que las cifras fiscales produzcan una reducción del déficit fiscal y del monto de la deuda pública, sino también de que los recursos disponibles del Estado continúen estando en niveles apropiados para atender las necesidades crecientes de los habitantes del país.
“Como tal, aun cuando es apropiada la regulación y ordenamiento del gasto público, todos los reacondicionamientos debieran devenir de un proceso de reingeniería que establezca las posibilidades de lograr los mismos o mayores resultados con un nivel menor o similar de recursos públicos”, se indica en el reporte de ICEFI.