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Así lo informó recientemente el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) en un comunicado, señalando además que, una vez finalizadas estas pruebas, a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), emitirá el pronunciamiento correspondiente sobre los resultados de la evaluación.
Asimismo, indicó que antes de la apertura del nuevo Jorge Chávez se debe verificar primero el cumplimiento de todos los estándares de seguridad necesarios para la operatividad del terminal. “El MTC reafirma su compromiso con la seguridad, regularidad y eficiencia de las operaciones en el nuevo aeropuerto. En ese sentido, su apertura se llevará a cabo cuando se cumplan y verifiquen estrictamente todos los estándares de seguridad nacionales e internacionales de aviación civil”, se lee.
En tanto, días atrás, la presidenta del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran), Verónica Zambrano, señaló que, si bien hasta el momento, LAP no ha incurrido en incumplimientos contractuales, si la entrega no se cumple para finales de marzo, se aplicarán sanciones económicas. Por otro lado, agregó que que el avance global del nuevo terminal alcanza el 99,4 %.
Dicho esto, lo cierto es que a la fecha son varias las dudas entorno a la inauguración del nuevo aeropuerto. En base a lo dicho por instituciones y expertos en el tema, El Comercio pudo identificar al menos 5 puntos pendientes que podrían retrasar esta apertura.
El Comercio estuvo presente en las pruebas y ensayos previos al de este jueves y realizó recorridos por las zona para ver esta estado y situación de los accesos. Este diario pudo conocer que aún estos puntos pendientes no han sido solucionados al 100%, por lo que los resultados de las pruebas ORAT del 13 de marzo serán determinantes para definir si el nuevo Jorge Chávez podrá operar sin contratiempos o si requerirá un nuevo aplazamiento.
Sistemas de alerta y abastecimiento de combustible
Días atrás, Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), expresó su preocupación por la falta de transparencia en temas que resultan claves para la operatividad de un aeropuerto, como son el sistema de alerta y el abastecimiento de combustible, los cuales aún no se encontraban operativos.
Gutiérrez precisó que el sistema Building Management System (BMS), encargado de coordinar los subsistemas del terminal y el sistema de gestión de edificios, no estará instalado sino hasta julio de este año. En ese sentido, reprobó que LAP no haya transparentado las cosas y explicado si se trata de un sistema crítico o no.

“Ese sistema BMS no va a estar operativo, no está instalado aparentemente, y no lo estaría hasta julio del 2025. LAP tiene que aclarar esto, si es o no un sistema crítico. Si no lo es, se sigue adelante; y si lo es, hay que transparentar las cosas. Han sacado un comunicado donde no han dicho ni una sola palabra sobre este tema que es trascendental”, manifestó.
Otro punto clave, mencionó Gutiérrez, es el sistema de abastecimiento de combustible. Según afirmó, no se habían realizado pruebas con aeronaves, lo que genera serias dudas sobre su funcionamiento.
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“Otro tema importante es cuándo vamos a tener certeza de que el sistema de abastecimiento de combustible también va a estar operativo. Se han simulado varias operaciones, de 700 a 800 pasajeros, que no es un momento crítico como para estresar sistemas, pero sí cuando se requiere hacer simulaciones con aeronaves, tiene que estar operativo ese sistema de abastecimiento de combustible”, advirtió.
Por otro lado, el pasado fin de semana, Ositrán comunicó que aún hacía falta el sistema de detención y alarma contra incendios (DACI), el sistema de megafonía y sistema público de alarma por voz (PAS/PVAS) y el Flight Information Display System (FIDS). Al respecto, la presidenta de la entidad, Verónica Zambrano, refirió que la culminación al 100% de la infraestructura y el equipamiento, no garantiza la operación.
“La obligación contractual es entregar el terminal operativo, no solo construido. La obligación es operar el 30 de marzo, no entregar la obra lista y sin probar”, resaltó a este Diario.
Cuestionamientos sobre áreas de Migraciones y Policía Antidrogas
En noviembre pasado, la Superintendencia Nacional de Migraciones advirtió sobre la reducción del área de Migraciones en el nuevo terminal aéreo. La zona de salida tendrá un 40% menos de espacio, mientras que la zona de llegada se reducirá en un 20%, tomando en cuenta las dimensiones en el actual aeropuerto. Al respecto, Sergio Ocampo, gerente de Construcción del nuevo aeropuerto Jorge Chávez, explicó a El Comercio que esta reducción sucede porque se han instalado un 50% más de mostradores tradicionales y 9 e-gates (puertas electrónicas).
“El espacio es menor porque no se quiere que la gente espere aquí. Antes se necesitaba un espacio muy grande porque había mucho tiempo de espera. Ahora se reducirá el tiempo al aumentar la capacidad de procesamiento”, detalló. Ocampo agregó que Migraciones viene participando en ensayos para comprobar que ante un flujo continuado en hora pico sean capaces de funcionar con el espacio de espera asignado.

En tanto, también se ha producido otro cuestionamiento respecto al espacio asignado dentro del nuevo aeropuerto para los agentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la PNP. El congresista y presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana, Alfredo Azurín, advirtió que en la antigua terminal los ambientes de inspección se encontraban próximos a los counters de atención al pasajero, lo que permitía una respuesta rápida en caso de detección de sustancias ilegales. En contraste, en la nueva infraestructura los agentes tendrán que trasladarse hasta un kilómetro para llevar a cabo los controles correspondientes.
Señaló que las nuevas instalaciones se ubicarán en una zona de acceso público, lo que podría comprometer la seguridad de los agentes y las investigaciones en curso. Además, agregó que la Unidad Canina Antidrogas tampoco tendrá un espacio dentro del aeropuerto, ya que su sede estará en Santa Rosa, Ancón.
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Carlos Zuñiga, presidente de la Asociación de Defensa del Consumidor Elegir Perú, dijo a El Comercio que el problema radica en los errores de planeamiento y la aprobación del proyecto. Detalló que al principio hubo una falta de capacidad aeroportuaria en cuanto a la proyección a futuro, y luego, cuando se presenta el proyecto, el Estado no hace la salvedad suficiente para la concesión, que tiene que ver, por ejemplo, con el tema de dónde van a estar ubicados todos los servicio relacionados con la atención al ciudadano: las oficinas de Migraciones, Indecopi, que son parte nuclear de la prestación aeroportuaria.
“Analizando lo que ocurre adentro, ya de por sí hay unas falencias que el Estado, como su responsabilidad, tendría que negociar con el concesionario para suplir, como el tema de oficinas de atención al ciudadano. Ha habido una falta de trabajo dedicado a la parte del planeamiento aeroportuario. Estos e-gates en el actual no funcionan, no es que sea nuevo. ¿Qué nos va asegurar que en el futuro sí funcionen?”, sostuvo.
Puentes temporales y flujo que soportará
En un oficio enviado el 20 de febrero pasado, a la Dirección General de Programas y Proyectos de Transportes del MTC, Ositrán advirtió que el tráfico en la zona de acceso al nuevo aeropuerto podría colapsar hacia el año 2028, si es que no se toman medidas adicionales a los puentes provisionales que se han instalado para el ingreso y salida al terminal aéreo.
Explicó que los puentes temporales funcionarían con un flujo lento y limitado ante la demanda de vehículos necesarios, por lo que existe una alta probabilidad de experimentar una frecuente congestión vehicular. Agregó que la capacidad vial de dichos puentes evidencia una reducción significativa en la eficiencia del sistema de transporte, sobre todo por la disminución del número de carriles por sentido y la reducción de la velocidad de operación a diferencia del diseño original del puente Santa Rosa.

Debido a esa situación, Ositrán consideró que es imprescindible implementar medidas de mitigación orientadas a optimizar la capacidad operativa de los puentes provisionales. Cabe mencionar que, en agosto del 2024, el MTC culminó la instalación de los dos puentes modulares en el cruce de las avenidas Morales Duárez y Nuevo Aeropuerto. Cada uno mide 81,9 metros, cuenta con dos carriles y puede soportar hasta 45 toneladas.
“Se hizo una evaluación de un posible escenario de congestión del flujo vehicular que se registraría en los accesos. Eso es lo que se ha advertido, un escenario de congestión de cara a la apertura del aeropuerto y posibles escenarios de retraso, demoras. La recomendación es que no se desplace la obra definitiva, el puente Santa Rosa y el viaducto. Ese tema provisional que no se vuelva definitivo”, declaró a El Comercio, Francisco Jaramillo, gerente de Supervisión y Fiscalización de Ositrán.
Luis Moran, docente de la PUCP, precisó a El Comercio que los puentes modulares deben ser adecuadamente mantenidos e inspeccionados para que no vaya a surgir problemas, de caso contrario no habría otro ingreso al aeropuerto, al menos hasta que se haga el puente definitivo. Indicó que este tipo de puentes son resistentes, aunque no son cómodos para el pasajero, pues no permite un flujo libre como un puente definitivo.

“No es cómodo, por el mismo hecho de que la plataforma no permite un flujo libre como un puente definitivo. Todo eso hace que el conductor aminore la velocidad para no maltratar el vehículo, entonces, todo ese flujo va a hacerse más lento. Se va a ralentizar el flujo en esa zona, definitivamente. Se hará un cuello de botella así que habrá que tomar las precauciones para llegar a tiempo a los embarques”, comentó.
Zúñiga enfatizó que el MTC es el responsable de garantizar el adecuado acceso al aeropuerto. No de las rampas, sino de los accesos para llegar a esas rampas. “Tenemos un par de puentes colocados que no están pensados para el flujo, tenemos toda la zona para llegar que es de alta inseguridad, tanta o mas de la que tenemos en el actual camino al aeropuerto, y no tenemos un plan estructurado que nos diga como en el próximo año o dos años se va a suplir esa necesidad especifica. Nos están dando paliativos, parches”, dijo.
Tráfico e inseguridad en zona de acceso al aeropuerto
En un recorrido reciente por la zona de acceso al nuevo aeropuerto, El Comercio pudo comprobar la congestión que se produce, sobre todo en hora punta. Atravesar la avenida Morales Duárez, en un radio de 4 kilómetros, para llegar al nuevo aeropuerto, ya sea viniendo desde la Avenida Faucett (con dirección norte o sur), así como viniendo desde la zona este de la misma Morales Duárez, toma en promedio 17 minutos.
Esto se debe principalmente al tráfico en la zona, la falta de semáforos inteligentes y el mal estado de las pistas. En las vías que sirven de acceso al nuevo terminal aéreo se observó autos detenidos esperando que cambie la luz del semáforo o en el peor de los casos tratando de avanzar como podían en medio de cuellos de botella y la falta de semáforos.
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Por otro lado, muchas áreas cercanas a los puntos de acceso vehicular al Jorge Chávez carecen de luz en la vía pública, lo que podría ocasionar el escenario perfecto para los hechos delictivos. Asimismo, el mal estado de pistas persiste en toda la zona aledaña al aeropuerto.
Luis Quispe, presidente de la ONG Luz Ámbar, indicó que su institución ha podido constatar de que las vías de acceso al nuevo aeropuerto no están suficientemente preparadas para el flujo vehicular que se producirá en esta zona. Dijo que si bien es cierto se están haciendo trabajos de asfalto en la avenida Morales Suárez, eso no es suficiente.

“Todavía no se han habilitado los giros en U que tienen previsto en la avenida Morales Duárez y en la avenida Santa Rosa para que los autos ingresen o salgan del aeropuerto con facilidad. Eso está en el proyecto, pero no está hecho. Van a tener que hacerlo necesariamente. Y evidentemente esa intersección propiamente está semaforizada, pero el sistema semaforización cuando es un semáforo controlado desde una central todavía es un semáforo convencional. Va a ayudar, pero no lo suficiente”, señaló.
Para Quispe, más que la actual gestión del Ministerio de Transporte, el problema viene de años anteriores. Sostuvo que los anteriores ministros de Transporte no han considerado o no han hecho nada para facilitar que el acceso del aeropuerto esté suficientemente bien habilitado hasta que llegue el de la inauguración. “Falta semáforos cerca a la avenida Faucett. Hay asentamientos humanos, los vehículos pasan junto al río, definitivamente no ha sido la mejor elección”, señaló.
Cuestionamientos al AeroDirecto
Este servicio de transporte público contará con 5 rutas que conectarán distintas zonas de Lima y Callao con el terminal aéreo : Centro, Norte, Sur, Ventanilla y la Estación Quilca. Los autobuses serán fáciles de identificar, pues llevarán los colores blanco y rojo, así como el logotipo y nombre de la ruta en ambos lados y en la parte frontal.
Un cuestionamiento surgido tras la presentación de los buses del AeroDirecto es que no podrán ser abordados por pasajeros con maletas de gran tamaño. El presidente de la ATU, David Hernández, detalló que esta limitación responde a que las unidades están adaptadas solo para albergar personas con mochilas o equipajes de mano, los llamados ‘carry on’, pues consideró que actualmente aquellas con maletas de bodega, facturada y de grandes proporciones, llegan al aeropuerto en taxi.
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Por otro lado, el MTC informó que el AeroDirecto tendrá conexión con otros servicios de transporte público. Por ejemplo, los usuarios del corredor Morado, que vienen de San Juan de Lurigancho y el Centro de Lima, podrán abordar los buses en la av. Brasil, mientras que los usuarios del corredor Rojo, que vienen de Ate, La Molina, San Borja y San Isidro, podrán hacer conexión en el cruce de las avenidas Haya de la Torre y La Marina. El servicio también se integrará con rutas convencionales de transporte público.
Para Zúñiga, este bus es una versión del que existe en otros países, pero con serias deficiencias, como es el tema de la prohibición de maletas grandes, la falta de información sobre paradas, rutas. Lo que debería existir, sostuvo, es que se garantice la llegada de los usuarios en condiciones con un mínimo de seguridad. “En cualquier ciudad que tiene estos buses hacia el aeropuerto sí te ofrecen más facilidades con la maleta”, afirmó.