
La estadística es concluyente. Últimos en las Eliminatorias, últimos en el Sudamericano Sub 20, últimos en el pasado Preolímpico y con apenas 25 futbolistas en el extranjero, la realidad muestra que la percepción sobre el futbolista peruano no es de las mejores en la actualidad.
El caso más reciente recae sobre Joao Grimaldo, un talentosísimo futbolista, con un regate único, pero que nuevamente nos afirma que son pocos los jugadores de nuestro país que pueden asentarse últimamente en el exterior. Ya lo dijo Farfán, el que más sabe de ello: “En el fútbol peruano, muchos jugadores no se la creen y cuando alguien lo hace, piensan que es sobrado o agrandado, pero no tiene nada que ver. Hay que creérsela”.
Sin embargo, no estamos aquí para criticar el presente. No hay que buscar responsables en jugadores, entrenadores, sino en un proceso definido. El futuro de un país está en cumplir con todas las fases formativas de un jugador profesional. Hasta que no tengamos ello, proponemos analizar un universo de la ‘Sele’ para el 2027 y 2031 (años en que inician los siguientes dos procesos eliminatorios), tomando también las palabras de Ángel Comizzo, uno de los posibles candidatos a DT de mayores. “No iremos al Mundial del 30, iremos al del 34″, como bien dijo en el podcast ‘Entre Ceja y Ceja’.
Futuro pendiente
El futuro de un país está en cumplir con todas las fases formativas de un jugador profesional. Hasta que no tengamos ello, proponemos analizar un universo de la ‘Sele’ para el 2027 y 2031.
“Uno de los grandes problemas que siempre hablamos de que hay en el Perú, es que en no existen las menores, existen solo en Lima. Y eso no varía, y al no variar, no hay crecimiento. Tuvimos 36 años sin ir a un Mundial, justo por ese poco desarrollo”, nos detalla Daniel Ahmed, exjefe de la Unidad Técnica de Menores de la FPF.

No sé si todos piensan igual, pero – por ahora- Gallese, Advíncula, Trauco y Tapia hasta que digan hasta acá no más. No solo porque son los más difíciles de reemplazar (Sonne ha hecho buenas apariciones también), sino porque garantizan una cuota de experiencia y liderazgo al equipo. De ahí en más, toca darle roce internacional a los Cabrera, Lazo –los mejores de Melgar que no han estado en una convocatoria- como darle chance a los Goicochea, Chávez, Cabellos, Castro y compañía. Puede que falten uno o dos o sobre algún otro nombre –de igual forma, pero es lo que hay, a la espera de que aparezca una nueva figura en la Liga 1 o el equipo de scouting pueda hallar alguno en el extranjero.
También ya lo había dicho Carlos Zambrano en Buenos Aires. “Necesitamos que ya salgan más jugadores. Lo dije hace algunos meses, me gustaría estar en la banca y que otros compañeros tomen la batuta y tomar responsabilidad. Hasta el día de hoy, seguiré poniendo la cara hasta que el cuerpo no dé más”. Estamos en una situación de emergencia.

¿Qué medidas deberían tomarse en el fútbol peruano para que jueguen los más chicos? ¿Obligar nuevamente a los clubes a la bolsa de minutos? ¿Poner como requisito a dos Sub20 en cada nómina del campeonato? o, como en la Bundesliga, ¿encontrar una solución que premie económicamente a los equipos que más Sub 23 utilicen?
“La bolsa de minutos va proporcionalmente de la mano del desarrollo de menores. Yo no te puedo pedir bolsa de minutos, sino desarrollo de menores, porque, ¿a quién le voy a dar minutos si no tengo menores?”, advierte Ahmed.
La data es clara en cuanto a la bolsa de minutos: desde que se eliminó, Perú no sumó un punto en el Sudamericano del 2023 y ahora del 2025. Claro, en otros países no se necesita de ella: sus clubes venden jugadores permanentemente, pero eso no pasa acá.

Hay muchos ejemplos de casos, pero una cosa es cierta: solo seis a siete clubes –como máximo- tienen proyectos con sus canteras; los demás, no. “En Argentina, Brasil, Colombia, etc., les llegan por años miles de futbolistas formados desde fútbol base con procesos de fútbol juvenil a la Primera División. En Perú, te llegan 100 y en otros países llegan 1000″, sostiene el técnico argentino.
Y aquí una nueva pregunta, ¿de qué manera convencer al resto de que la formación de jugadores es una rentabilidad a futuro a club? No hay una respuesta única, pero es claro que necesitamos probar soluciones para el futuro. Es hoy. De acá para adelante, ¿qué hacemos?
