Sábado, Mayo 18

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Desde entonces, el minuto a minuto también quedó registrado en las redes sociales. Los alumnos presentes en el campus neoyorquino compartieron fotos y videos de decenas de manifestantes tomando el Hamilton Hall, un edificio histórico del campus principal que ha sido escenario de movimientos universitarios desde la década de 1960.

Gritando consignas en rechazo a la ofensiva israelí en Gaza, los estudiantes bloquearon las entradas del edificio con escritorios y colgaron una bandera palestina en una ventana. Una pancarta con la frase “Palestina libre” resaltaba en la fachada. Decenas de alumnos se acercaron para formar fila frente al edificio con el objetivo de proteger a quienes ocuparon el lugar. La organización estudiantil detrás del campamento, Columbia University Apartheid Divest, dijo que había cambiado el nombre del edificio a “Hind’s Hall”, en honor a una gazatí de seis años que murió en la guerra lanzada por el estado hebreo contra el grupo islamista palestino Hamás.

La toma del edificio es la acción más desafiante de los estudiantes en lo que va de las manifestaciones que recrudecieron hace dos semanas. Horas antes de que los alumnos ingresaran, la administración de Columbia había empezado a suspender a los involucrados en las protestas, las mismas que se replican en otras universidades del país.

Columbia University Apartheid Divest dijo que “un grupo autónomo” se había apoderado de Hamilton Hall y se iba a quedar dentro hasta que el prestigioso centro de estudios hiciera caso a sus demandas, entre ellas que la universidad ponga fin a sus actividades financieras vinculadas a Israel.

Símbolo del activismo estudiantil

La toma del Hamilton Hall es bastante simbólica. El edificio lleva el nombre de Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro de Estados Unidos. Está ubicado en el campus de Morningside, es uno de los más importantes de Columbia y ha sido clave en la historia del activismo estudiantil.

El edificio ha sido ocupado varias veces por estudiantes insatisfechos en los últimos 60 años. El episodio más emblemático ocurrió en 1968, cuando los alumnos protestaron contra los vínculos de la universidad con la guerra de Vietnam, el racismo hacia los afroamericanos y la expansión del centro de estudios a las comunidades vecinas de Harlem.

El reclamo que se recuerda con más frecuencia se dio contra los planes de Columbia de construir un gimnasio en el cercano Morningside Park, el mismo que, según los manifestantes, era un símbolo de segregación. “Los estudiantes y miembros de la comunidad de West Harlem se unieron en una feroz oposición al gimnasio estratificado y la gentrificación en curso del vecindario local que representaba”, señala el diario “Columbia Spectator”.

Al igual que ahora, los manifestantes se atrincheraron en el edificio, formaron barricadas e impidieron que el decano Henry S. Coleman saliera de su oficina por una noche, recuerda el diario “The New York Times”.

“Una semana después, la policía entró al edificio a través de túneles subterráneos y expulsó a los estudiantes. Los agentes de policía pisotearon a los manifestantes , los golpearon con porras y arrastraron a algunos por escalones de hormigón. Más de 700 personas fueron arrestadas”, dice el medio.

“Columbia Spectator” recuerda que las protestas fueron potenciadas por los colectivos de derechos civiles y otros movimientos contraculturales. “Estos movimientos prevalecieron tanto en la comunidad de Columbia como en la comunidad circundante de West Harlem. Los estudiantes de varios grupos, como Estudiantes por una Sociedad Democrática y el Congreso de Igualdad Racial, organizaron protestas en oposición al gimnasio de Morningside”, explica. Columbia finalmente canceló sus planes de construcción.

Esas protestas fueron recordadas este martes 30 por Stephanie McCurry, profesora de historia. “Todos los estudiantes conocen la historia de 1968 en Columbia (…) Hamilton Hall era un espacio clave, pero estoy preocupada por ellos y por la respuesta de la administración”, dijo a “The New York Times”.

El edificio también fue tomado durante las protestas contra la guerra en 1972. Ocurrió lo mismo en 1985, cuando manifestantes exigían que la universidad rompiera sus vínculos con empresas que hacían negocios en Sudáfrica, donde aún estaba vigente el sistema de segregación racial conocido como ‘apartheid’.

Más presión

La universidad de Columbia dejó atrás los ultimátums y empezó a suspender a los estudiantes vinculados a las protestas, quienes se enfrentan incluso a la expulsión. Uno de los sancionados con tal medida fue Mahmoud Khalil, el principal negociador estudiantil del mayor campamento propalestino en el campus.

La presión contra los manifestantes también llegó desde el gobierno. El presidente Joe Biden “cree que la toma por la fuerza de un edificio en un predio universitario tiene un enfoque equivocado y no es un ejemplo de protestas pacíficas”, señaló el portavoz de seguridad nacional John Kirby.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano de Luisiana, afirmó que las protestas han tomado un cariz antijudío con panfletos y afiches que rememoran la era nazi y abogan por la eliminación del estado de Israel.

Estudiantes protestan en el campus de la Universidad de Columbia, el lunes 29 de abril de 2024, en Nueva York. (Foto de Stefan Jeremiah / AP)

“Si la policía no es capaz de controlar la situación, necesitamos a la Guardia Nacional”, indicó Johnson en una conferencia de prensa.

El expresidente y actual candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump también criticó las acciones de los estudiantes y las comparó con el asalto al Capitolio de 6 de enero del 2021.

“Se apoderaron de un edificio, eso es un gran problema. Y me pregunto si lo que les pasará (a los estudiantes que protestan) será algo comparable a lo que le pasó a (los participantes) el 6 de enero, porque están causando mucha destrucción, muchos daños y mucha gente resultando gravemente herida”, dijo el exmandatario.

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