Una fotografía de los años 50 muestra los inicios de la empresa H.W. Hessel, dedicada al equipamiento de laboratorios. La imagen muestra la fachada del negocio ubicado en ese entonces en el jirón Camaná del centro de Lima: una gran puerta de vidrio y un cartel anunciando la “venta de materiales de laboratorios y productos químicos”, sobre el tapasol todavía retraído.
Aquel local no existe más, pero sí una empresa consolidada durante 95 años recientemente cumplidos. Helmut Kessel, de la tercera generación a cargo, no solo heredó el nombre de su abuelo y fundador, Helmut W. Kessel, también su filosofía: relacionar al negocio con las marcas más importantes para contribuir con el desarrollo científico del país.
El origen
Terminada la primera guerra mundial, el ingeniero químico textil Helmut W. Kessel fue enviado por la empresa alemana Riedel-de Haën, que elaboraba tintes para telas, al Perú. El objetivo era investigar la durabilidad de los colores en los pre-incas; sin embargo, se enamoró de nuestra cultura y decidió quedarse.
Aquí consolidó un modelo de negocios dedicado a la importación de equipos e insumos para la comunidad científica, que aprovechaba los viajes al extranjero de Kessel para hacerle pedidos. Desde ahí, marcó hitos importantes en el Perú, como convertirse en la primera empresa en ingresar la penicilina al país, un antibiótico descubierto por Alexander Fleming en 1928 y utilizado ampliamente en la medicina humana.
“La segunda guerra mundial casi lo lleva a la quiebra porque nadie quería hacer negocios con un alemán y los alemanes no querían hacer negocios con mi abuelo porque se mostraba abiertamente en contra del régimen nazi”, detalla su nieto Helmut.
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Pero ya han pasado 95 años y la empresa sigue en pie. Según Helmut Kessel nieto, este crecimiento sostenible se debe a la diversificación del riesgo y es que operan en seis mercados: salud, educación, minería, construcción, etc. Además, se fijan objetivos muy precisos a nivel de ventas y financiero, analizando sensibilidades ante la posibilidad de que 1 o 2 mercados fallen durante el año.
“Los laboratorios están por todos lados. Hay para controlar la calidad y la homogeneidad de los productos como las gaseosas, el shampoo, pero también controlan los contaminantes mineros. Tenemos equipos instalados en el laboratorio de la Atargea para garantizar que el agua del río Rimac este libre de metales pesados antes de ser consumida por los limeños. En nuestros 95 años, al menos el 90 % de laboratorios que han funcionado en el Perú han tenido al menos uno de nuestros equipos”, expresó.
“Se hace mucho, ‘cross selling’; es decir, voy a un laboratorio a vender un microscopio, pero resulta que necesitan una centrífuga, entonces les ofrezco el paquete”
El representante de la empresa también detalla cómo el objetivo inicial de aliarse con grandes marcas, los ha convertido en los representantes oficiales de cinco grandes compañías, entre ellas Zeiss, Metrohm, Humboldt, etc. Y otros ocho fabricantes de artículos complementarios a los principales equipos que H.W. Kessel ofrece. “Se hace mucho, ‘cross selling’; es decir, voy a un laboratorio a vender un microscopio, pero resulta que necesitan una centrífuga, entonces les ofrezco el paquete”, detalló.
Presente y futuro
Desde el 2021, la empresa ha logrado una recuperación importante y un crecimiento sostenido, pues la pandemia los golpeó duramente. Para este año esperan resultados muy cercanos a sus objetivos y quizás “ligeramente por encima”, a pesar de una baja demanda en los sectores de construcción y minería, caídas que han sido sopesadas por un crecimiento en educación.
Para el primer semestre del 2025, la empresa retomará la importación de reactivos químicos, representando oficialmente a la empresa Riedel-de Haën, la misma que envió al fundador a Perú hace casi 100 años y fue adquirida por Honeywell Research Chemicals. Esta nueva línea, impulsará su crecimiento.
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“El 2026 me preocupa un poco porque es electoral [y hay menos intención en invertir de las empresas]. Este 2025 estaremos estables, pero va a haber un crecimiento de 10% o 15% en general de la empresa, solamente gracias a los reactivos químicos”, consideró.
