Jueves, Enero 9

El politólogo venezolano Leandro Rodríguez Linárez le dijo a El Comercio que no se debe tomar el 10 de enero como un ultimátum o una fecha límite, pues consideró que la situación política en Venezuela no se asemeja, por ejemplo, a un evento deportivo, donde los minutos cuentan.

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Puede haber un desenlace hoy, mañana, o después, porque cada día que pasa el escenario se mueve con nuevos elementos. Ya el hecho de que Maduro fuerce su investidura, significa que está fraguando un terrible golpe de Estado, y lo hace sobre otro golpe de Estado, porque no hay que olvidar que es un presidente ilegítimo, pues las elecciones del 2018 también fueron ilegales e ilegítimas y no reconocidas por la comunidad internacional”, remarcó Rodríguez.

“Estamos en una situación política donde se enfrenta la fuerza versus la inteligencia de la líder María Corina Machado y el respaldo legítimo que poseen tanto ella como el presidente electo Edmundo González Urrutia, agregó.

Rodríguez estimó que después del 10 de enero la oposición seguirá ganando fortaleza.

“Creo que están sumados todos los elementos para que la oposición no decaiga. La investidura de Maduro como presidente de facto puede arreciar mucho más el accionar de los opositores, porque ya se tendría la consumación de otro golpe de Estado. Además, el descontento ciudadano que se vio reflejado en la votación del 28 de julio hoy es incluso mayor. Se estima que González ganó con un porcentaje próximo al 75%, y ese apoyo ha aumentado, porque la situación en el país es mucho peor a la de los días anteriores a las elecciones”, puntualizó.

El politólogo sostuvo que lo visto en los últimos días en Venezuela, con Caracas y otras ciudades militarizadas; arrestos como el del excandidato presidencial Enrique Márquez; las amenazas mediante el uso de civiles armados que forman parte de los llamados colectivos y el desfile de la Milicia Bolivariana, forman parte del mismo libreto al que apela el régimen: el uso de la fuerza contra la oposición.

“En Venezuela las instituciones del Estado están copadas por el partido de Gobierno, el PSUV, y ellos han recurrido, con Hugo Chávez lo hicieron pero con Maduro mucho más, a la violencia institucionalizada, al amedrentamiento, a la persecución de la la oposición, y hoy, cuando quedó en evidencia que no tienen apoyo de ningún tipo, recurren de nuevo a la violencia para poder intimidar a la población venezolana”, manifestó.

Agregó que todo este despliegue tiene que ver con el miedo que hay en el régimen. No olvidemos que a Chávez se le derrocó en el 2002, y el gobierno actual sabe que puede ser derrocado nuevamente. Desde ese instante empezaron a utilizar este tipo de violencia férrea, inhumana, de intimidación, para evitar que la población tome las calles”, indicó Rodríguez.

Por su parte, Óscar Pérez, presidente de la Unión Venezolana en el Perú, manifestó a El Comercio que a partir del 10 de enero comienza una nueva etapa de lucha por la recuperación de la democracia en Venezuela

Nos tocará, ahora sí, luchar contra una dictadura, porque nadie podría llamarla de otra forma. Nosotros durante años hemos estado llamando tanto a Chávez como a Maduro dictadores, pero había personas, con razón o sin ella, que decían que no se les podía decir dictadores porque, con elecciones amañadas o no, habían ganado en las urnas, y que en todo caso eran gobiernos autoritarios o autocráticos, pero a partir del 10 de enero, si Maduro se juramenta, definitivamente podremos estar hablando de un golpe de Estado en contra de la democracia”, anotó Pérez.

“Si eso pasa, el deber de todo demócrata, no solo en Venezuela sino en todo el mundo, será derrocar esa dictadura, para lo cual son válidos todos los medios que se puedan utilizar”, siguió.

Lo que se busca con la reforma constitucional

El miércoles, Maduro anunció que designará una comisión para que proponga una reforma de la Constitución de 1999. Sostuvo que ese será el primer decreto que firme en su tercera gestión.

“Luego de haber hecho el juramento obligatorio, constitucional, ante la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, el primer decreto que firmaré será constituyendo una amplia comisión nacional e internacional para ir a una gran reforma constitucional”, dijo Maduro en un encuentro con la junta directiva de la Asamblea Nacional, dominada por el chavismo.

Agregó que con la reforma se busca definir “con claridad el modelo de desarrollo venezolano para los próximos 30 años y democratizar hasta el infinito la vida política, social, de Venezuela”.

El politólogo Leandro Rodríguez Linárez explicó cuál es el objetivo final de esta anunciada reforma constitucional.

Recordó que Chávez manipuló los procesos electorales mediante el uso en su favor de todos los recursos y las instituciones del Estado. “Era un mecanismo colosal. Luego de las elecciones con ventaja, se pasó a los comicios en condiciones mínimas para la oposición, donde el CNE ya estaba totalmente partidarizado en favor del chavismo. Con Maduro ha sido lo mismo. Sin embargo, teniendo hoy elecciones en condiciones absurdas, apelando a las trampas y a todo el ventajismo institucional, no han podido torcer los resultados”.

Teniendo en cuenta esa realidad, Rodríguez indicó que para el régimen hoy es vital cambiar el sistema electoral en Venezuela.

Quieren un sistema electoral al estilo cubano, donde las elecciones se hacen de base, por supuesto con organizaciones sociales totalmente controladas por el partido de gobierno. Eso es lo que llaman el Estado comunal, que ya fue rechazado por los venezolanos en un referéndum consultivo en el 2008″, remarcó.

“Pero hoy, en virtud al gran rechazo que tienen, por la imposibilidad de hacer fraudes electorales porque quedan abiertamente en evidencia, no les queda más remedio que buscar una reforma constitucional para tener un sistema electoral que pueda ser controlado por ellos desde las comunidades, finalizó.

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