Sábado, Marzo 15

Desde el 14 de febrero el décimo piso del hospital Gemelli, en Roma, registra una actividad intensa que no para ni un minuto del día. Aquella fecha llegó allí Francisco, aquejado por una doble neumonía, que obligó a calificar su pronóstico de reservado y que tuvo tres episodios de empeoramiento en los días sucesivos que pusieron en vilo a la Iglesia Católica y al mundo entero.

Desde el lunes último los partes médicos señalan que el papa argentino ya no está en peligro vital, pero continúa necesitando asistencia respiratoria a través de una cánula nasal, de día, y de una mascarilla de oxígeno, de noche, por lo cual su cuadro clínico sigue siendo catalogado de “complejo”.

Este viernes 14, en que se cumplen cuatro semanas desde que el pontífice fuera hospitalizado, el cardenal italiano Pietro Parolin, número dos de la Santa Sede, presidió una misa por Francisco en una capilla del Palacio Apostólico. “Esta mañana nos reunimos en oración por la salud del Santo Padre, para que se recupere y vuelva pronto con nosotros”, pronunció Parolin ante el cuerpo diplomático.

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