Lunes, Marzo 24

La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, informó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de que tiene “prohibido” nombrar a un nuevo jefe del Shin Bet (la agencia de inteligencia interior) mientras el Tribunal Supremo mantenga paralizado el proceso de su destitución, según en un comunicado recogido por la prensa hebrea.

Esta prohibido llevar a cabo cualquier acción que dañe el estatus del jefe del Shin Bet, Ronen Bar. Está prohibido nombrar a un nuevo jefe del Shin Bet y no están permitidas las entrevistas para la posición”, alegó Baharav-Miara.

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El Supremo israelí decidió este viernes paralizar la destitución de Bar, que el Gobierno aprobó por unanimidad anoche, hasta que evaluara las peticiones contra ella presentadas por distintos partidos de la oposición o el Movimiento para la Calidad del Gobierno.

El tribunal se dio de plazo hasta el 8 de abril, si bien la destitución se hará efectiva el día 10 o antes, de nombrarse un sucesor con anterioridad, anunció la Oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Es hasta el día 8, el día que se da el Supremo, cuando cualquier nombramiento previo (como estipulí Netanyahu) entraría en confrontación directa con el tribunal.

Además, se completará el examen jurídico requerido sobre la capacidad del primer ministro para tratar el asunto a la luz de las preocupaciones sobre un conflicto de intereses derivado de los interrogatorios del Shin Bet a sus personas de confianza”, añadió.

La fiscal general ya amenazó con este examen el pasado domingo, cuando Netanyahu, anunció que pretendía destituir a Ronen Bar. El conflicto de intereses en cuestión son las investigaciones del Shin Bet por el escándalo del ‘Qatargate’, sobre los supuestos pagos de Qatar a asesores del primer ministro para que crearan una campaña de publicidad favorable al país del golfo de cara al Mundial de Fútbol de 2022.

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A este escándalo se suma que el Shin Bet había destapado años antes que Catar financiaba a Hamás mientras Israel era consciente de ello y lo permitía.

Distintos ministros del Gobierno de Netanyahu (el de Finanzas, Bezalel Smotrich; el de Comunicación, Shlomo Karhi; o el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir) protestaron contra la medida, asegurando que el Supremo no tenía autoridad para anular la decisión del Ejecutivo.

La Ley General del Servicio de Seguridad de Israel de 2002 estipula que el jefe del Shin Bet es nombrado por el Gobierno a propuesta del primer ministro. Bar ocupó el cargo en 2021, elegido entonces por el Ejecutivo de Naftali Bennet, que precedió al actual de Netanyahu.

La norma apunta que el Gobierno puede poner fin al mandato del Shin Bet antes de que concluya su duración fija (cinco años).

Sin embargo, el Instituto para la Democracia de Israel, una institución de investigación independiente, advierte que existen restricciones para esta decisión, como aportar una base fáctica apropiada, que no se dé en caso de existir un conflicto de intereses entre las partes o dar espacio al líder del Shin Bet para que responda a las acusaciones.

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