El 95% de los altos ejecutivos a nivel global planea mantener o acelerar la transformación de su negocio en 2024, y aquellos que buscan acelerar sus planes de innovación llegan al 58%.
El impacto continuo de la tecnología y una reacción a la nueva competencia se vuelve una presión externa para las empresas. El ritmo implacable de los avances tecnológicos continúa remodelando las industrias. Las empresas que no adoptan estas innovaciones corren el riesgo de quedarse atrás, ya que los competidores aprovechan el poder de la tecnología para agilizar los procesos, reducir costos y mejorar la eficiencia.
“Esta tendencia por transformar y buscar nuevas oportunidades se explica, en parte, por el persistente entorno de bajo crecimiento global. Pese a esto, según el reporte, los CEO siguen siendo optimistas sobre su propio crecimiento y rentabilidad, aprovechando la inteligencia artificial (IA) y centrándose en las operaciones financieras para mejorar la eficiencia de sus empresas”, comenta Enrique Oliveros, Socio Líder de Estrategia y Transacciones de EY Perú.
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Tres cuartas partes (76%) de los CEO coinciden en que es probable que haya un entorno de crecimiento “más bajo durante más tiempo”, y un número similar (78%) coincide en que la inflación seguirá siendo un problema importante y sustentará que las tasas de interés se mantengan “más altas”.
Cabe resaltar que la gestión del capital de trabajo es la máxima prioridad en el corto plazo de los CEO. La nueva realidad del entorno actual ha pasado del crecimiento a cualquier costo, impulsado por dinero ultra barato y una liquidez elevada, a un nuevo paradigma en el que el financiamiento es más costoso y maximizar la eficiencia financiera para generar efectivo para inversiones internas es primordial. En línea con ello la IA se muestra como una opción interesante para mejorar la eficiencia e impulsar el desempeño financiero.
“Incluso teniendo nuevas fuentes externas de financiación en 2024, es probable que el dinero siga siendo más caro mientras que las tasas de interés se mantendrán altas por más tiempo. Es por ello por lo que, explotar al máximo las fuentes de financiación internas, tanto las estructuras de costes como la gestión del capital circulante, será cada vez más importante”, concluye Oliveros.