
Cámaras de seguridad del distrito captaron el momento exacto en que los delincuentes iniciaron el seguimiento al bus y acabaron con la vida de López. Según testimonios de sus compañeros, la empresa donde laboran es extorsionada desde hace dos semanas por la banda criminal ‘Occidentales Criminales Sanguinarios Intocables (OCSI)‘, dedicada al sicariato y la extorsión de empresas de transporte en Lima Norte.

Extorsión a la empresa Aquarius
El conflicto inició hace 15 días, cuando un delincuente robó el celular de un chófer en la avenida Pacasmayo y, aprovechando el acceso al grupo de mensajería de los conductores, envió mensajes exigiendo un pago de S/70.000 a cambio de permitirles seguir operando y no volver a extorsionarlos. Si no podían pagar la cantidad solicitada, también les ofrecieron efectuar el pago de S/120 por una “inscripción”, además de S/20 diarios por cada vehículo.
“En horas de la noche el grupo de Occidentales (OCSI) agarramos a un chofer pasivamente. Nosotros somos los mismos que le matamos el chofer a de la empresa Etmosa”, comentaron inicialmente en un mensaje extorsivo los criminales. Los delincuentes afirmaron que trabajan con la policía, por lo que tienen en cuenta qué unidades han denunciado las amenazas.
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Los hampones investigaron la empresa, incluso la cantidad de vehículos con los que cuentan en su flota. Según otro mensaje que enviaron al grupo de los choferes, indicaron que sabían de la existencia de 150 buses dentro de ella. “Si quieren comuníquese con la empresa Etmosa, ellos pagaron su vacuna y los dejamos tranquilos”, escribieron.
Para ese momento, hace dos semanas, luego de enviar las primeras amenazas, también pidieron que una persona se comunicara con la banda para acordar qué decisión tomarían, de lo contrario matarían a un chófer.
Trabajadores de la empresa declararon que inicialmente les habían informado en su centro de trabajo que habían llegado a un acuerdo con los criminales y todos los conductores debían pagar diariamente S/10 con la finalidad de que no suceda nada y puedan circular con tranquilidad; sin embargo, al parecer de algunos esta negociación nunca se cerró y una semana después de las primeras comunicaciones, intentaron matar a un chofer.
“Nosotros prácticamente trabajamos para mantener a los extorsionadores con los pagos que nos solicitan. Antes eran S/3 por unidad, ahora de S/10 a S/20. Nadie nos cuida, ni la policía”, relató un conductor de la empresa.
Los criminales, al no recibir una respuesta positiva decidieron que la situación debía escalar. Conductores de la empresa Aquarius narraron que la semana pasada, un sicario trató asesinar a un chófer en el paradero Quiosco, en la avenida Canta Callao, pero el arma se le cayó y la víctima logró escapar. Sin embargo, los criminales no se detuvieron y nuevamente enviaron mensajes amenazantes.
“Tuvo suerte ese maldito chófer de la empresa Aquarius que iba para homicidio el día de ayer en el paradero de Kiosco. Yo se las voy a hacer realidad, malditos. Para que estén claros, porque creen que esto es un juego. Ahora son S/80.000 que me tienen que pagar por trabajar sin pagarme. Yo les dije que la policía no los iba a cuidar siempre, habrá un descuido y allí serán míos”, se leía en el mensaje de los delincuentes
Los delincuentes amenazaron a todo aquel que no quiera pagar cupo e incluso a quien se retire del grupo de mensajería de los conductores, puesto que para ellos era una muestra de rechazo a sus exigencias. En esa línea, mencionaron que por cada asesinato que ellos cometan, como respuesta a la falta de pagos, les erigirían S/20.000.
“Cuando les pongan en homicidio unos 5 chóferes van a bailar a mi ritmo. Tengo munición en cantidad, así que ustedes verán malditos. Sigan trabajando y probando el pulso que a cada chancho le llega su sábado. Atentamente los OCSI”, concluyeron.
Las acciones de la banda continuaron: “Vamos a ver si son blindados, se acabó la paz. Desde hoy los empiezo a matar para que sigan probando pulso, malditos gallos. No los queremos matar y ustedes se hacen matar, bueno la culpa del muerto es del dueño de la empresa Aquarius por no haber llegado a un acuerdo con nosotros. Al matar un chófer les voy a subir la inscripción y el diario”, alegaron.
El resultado de todos esos mensajes fue el asesinato de Paul López, un hombre que según sus compañeros estaba muy comprometido con su trabajo y su familia. Él trabajaba de martes a viernes, por lo que le habían puesto el apodo de ‘Vago’, la historia detrás de este es que prefería pasar tiempo con su esposa e hija para poder viajar y pasar fines de semana largos en familia. Así lo demuestran diversas fotos en sus redes sociales donde posaba feliz con ambas.
El hermano de López, Edgardo, ha pedido que se haga justicia. Reconoció que su madre se encuentra mal de salud, por lo que no saben cómo llevarán la situación tras asesinato de Paul. Asimismo, informó que su hermano nunca le mencionó que venía siendo extorsionado.
Cabe resaltar que El Comercio alertó en una edición pasada que más de 300 kilómetros de rutas de transporte público en Lima Metropolitana están controladas por extorsionadores, precisamente en la empresa Aquarius también cubre un tramo que está considerada dentro de esta cifra, entre los distritos de Magdalena y San Isidro.
El fiscal provincial Raúl Roger Llamoca Zárate, de la quinta fiscalía provincial penal corporativa de Lima Norte (primer despacho), realizó el levantamiento del cadáver junto con un médico legista y peritos de criminalística. Asimismo, dispuso que la División de Investigación de Homicidios de la Policía Nacional del Perú cite a los representantes de la empresa de transporte Aquarius para verificar si presentaron denuncias por extorsión.
Asimismo, también deberán recabar el protocolo de necropsia, los registros de las cámaras de seguridad y las pericias realizadas en la escena del crimen; recibir la declaración de los familiares del occiso, y efectuar la inspección técnico policial del lugar; entre otras diligencias para la identificación de los responsables del lamentable crimen que deja en orfandad a una menor de edad.
La nueva banda sanguinaria
El primer registro en medios que se tiene sobre la banda criminal ‘Occidentales Criminales Sanguinarios Intocables (OCSI)’ es de el 27 de febrero de este año, cuando asesinaron a un conductor de la ruta San Martín de Porres-Callao, perteneciente a la empresa Etmosa. La víctima fue identificada como un hombre de aproximadamente 25 años, quien fue acribillado mientras trasladaba a unos pasajeros. Además, también le robaron su celular para ingresar a un grupo de mensajería de la empresa y extorsionar al resto de trabajadores.
Dos semanas después del crimen, la Brigada Especial Contra El Crimen de Lima Norte capturó a dos menores de edad y un hombre que eran presuntos integrantes de la banda criminal OCSI. Esto sucedió durante un operativo realizado en las intersecciones de la avenida Santa Teresa de Niño con avenida Paramonga y en la avenida Virgen del Carmen con calle Lomas de San Diego, en San Martín de Porres.
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Los presuntos individuos fueron identificados como Alejandro Ángel Alfaro Muchaypiña (31), y los menores de iniciales A.D.T.P. (15) y J.D.N.L. (15). Al primero de ellos se le halló en la guantera de su vehículo un revólver calibre 38 con tres municiones, una bolsa con 28 municiones de calibre 9 mm y 12 municiones de calibre 7.62, aptas para armas de largo alcance.
En tanto, al menor de iniciales .D.T.P. se le incautó un arma de fuego tipo pistola marca Glock con siete municiones, la cual escondía a la altura de su cintura. Asimismo, el menor identificado como J.D.N.L., de nacionalidad venezolana, fue hallado en posesión de tres sobres con amenazas extorsivas dirigidas a diversas empresas de transporte, los cuales también contenían una munición sin percutir de calibre 9mm.
Fuentes policiales de El Comercio mencionaron que únicamente a Alfaro Muchaypiña se le dictó la medida de prisión preventiva, mientras que a los dos menores se les habría brindado comparecencia, por lo que estarían en libertad.