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La inteligencia artificial (IA) sigue siendo un motivo de investigación. Un experimento en la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, probó si es que los modelos de IA son capaces de estar al frente de una empresa y el resultado mostró un problema.
La prueba se realizó durante seis meses, entre enero y julio de este año. Se puso a prueba las capacidades humanas y de la inteligencia artificial para estar al frente de una empresa.
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Según informe de la página Genbeta, en este tiempo 344 personas y una IA formaron parte de una especie de simulación. Al formar parte de una empresa, tenían cargos de ejecutivos y debían tomar decisiones en la compañía.
El modelo de IA usado es GPT-4o, el LLM de OpenAI. La prueba dirigida por los investigadores y la startup Strategize.inc les hacía asumir funciones en una empresa de automóviles.
La IA demostró ser bastante competente al dirigir la empresa, analizar datos, reconocer patrones y hacer inferencias. Los automóviles que diseñaba eran mejores que los planteados por humanos; sin embargo, hubo un problema que hizo colapsar a la IA.
Señala el informe que cuando hubo un cambio en las condiciones del mercado y se introdujo una pandemia, el modelo fracasó en su intento de salir adelante. El evento es conocido como “cisne negro”. Indican los investigadores que a la IA le fue bien en casi todo, menos en este último punto “porque no era muy bueno en manejar cambios abruptos o cambios que requieren una nueva forma de pensar”.
