
El 7 de marzo, Trump envió una carta a Irán en la que ofrecía mantener conversaciones directas sobre su programa nuclear y estableció un plazo de dos meses para llegar a un entendimiento. De no lograrse el objetivo, Washington dijo que consideraría acciones militares. Teherán respondió indicando su disposición a mantener conversaciones, pero remarcó que deben ser indirectas.
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La cadena de noticias CNN anotó que las conversaciones indirectas no han progresado desde que Trump retiró en el 2018 a Estados Unidos del acuerdo nuclear que Teherán firmó con las potencias mundiales en el 2015.

Trump reaccionó con una amenaza: “Si no se llega a un acuerdo, habrá bombardeos (…) Serán bombardeos como nunca antes se ha visto”, declaró en una entrevista telefónica con NBC.
Además, el mandatario advirtió a Teherán con la “posibilidad” de imponerle “aranceles secundarios como hace cuatro años” si no alcanzan un acuerdo sobre su programa nuclear.
El lunes, Alí Lariyaní, asesor del ayatola Alí Jamenei, sostuvo que Irán podría desarrollar armas nucleares si es atacado por Estados Unidos.
“No estamos desarrollando armas (nucleares), pero si hacen algo mal en la cuestión nuclear iraní, obligarán a Irán a avanzar hacia eso porque tiene que defenderse”, dijo Lariyaní.
El propio ayatola Alí Jamenei advirtió que sus rivales “recibirán un golpe recíproco y fuerte” si Irán es atacado.
“Amenazan que cometerán una maldad. Si cometen alguna maldad, recibirán un golpe recíproco y fuerte”, dijo Jamenei en un discurso.
Por su parte, la Guardia Revolucionaria iraní amenazó: “Si vives en una casa de cristal, no tires piedras. Los estadounidenses tienen al menos diez bases con 50.000 soldados en la región, lo que significa que viven en una casa de cristal”.
¿Se viene una guerra?
¿Estamos ante el preludio de una guerra? El analista internacional Francesco Tucci le dijo a El Comercio que en los últimos días Estados Unidos ha movilizado bombarderos estratégicos a una base del océano Índico para presionar a Irán.
Específicamente, Estados Unidos ha trasladado al menos seis bombarderos B-2 Spirit con capacidad nuclear a la base de Diego García, posicionándolos estratégicamente para operaciones en el Medio Oriente.
“Las relaciones no son buenas, eso no es una novedad considerando que durante su primer gobierno Trump denunció que el acuerdo nuclear con Irán no era el mejor, y con la salida de Estados Unidos prácticamente el acuerdo ya no tuvo gran relevancia”, dijo Tucci.
Explicó que Irán no quiere negociaciones directas con Estados Unidos porque claramente iría debilitando, con disminuidas posibilidades de lograr un acuerdo favorable.
Agregó que a Teherán le conviene una mesa multilateral, porque de esta manera las presiones norteamericanas se podrían diluir con las de otros países, o la Unión Europea en su conjunto. Precisó que el acuerdo nuclear firmado con Irán en el 2015 se hizo a través de la negociación con varias potencias, incluido Estados Unidos.
“Trump está presionando con amenazas y con la coerción, por eso enseñá el músculo. Hay que ver hasta qué punto estará dispuesto a presionar al régimen iraní. Si se trata solo de amenazas o si va en serio”, manifestó Tucci.
Sobre el programa nuclear de Irán, el cual Teherán asegura que es con fines civiles, Tucci dijo que hay una lógica detrás de la búsqueda del arma nuclear por parte de regímenes totalitarios y sangrientos como los de Irán y Corea del Norte, país que ya la tiene, que es conseguir la disuasión total.
“¿Cuál es la disuasión máxima para evitar un cambio de régimen? La disuasión nuclear. Tanto Irán como Corea del Norte están buscando desarrollar una tecnología nuclear que pueda alcanzar a Estados Unidos para así conseguir la disuasión máxima. De nada les sirve tener a disposición arsenales nucleares si no pueden golpear el territorio norteamericano”, remarcó.
“Con el arma nuclear se mantiene el statu quo internacional: no me vas a atacar porque yo puedo responder”, agregó Tucci.
Precisó que para llegar a ser intocable, Irán necesita desarrollar un arsenal nuclear notable, porque primero debe saturar las defensas norteamericanas.
Explicó que en este momento Irán no está cerca de construir un arsenal que sea capaz de alcanzar territorio de Estados Unidos, pero le bastaría con que pueda golpear a Israel, “el aliado de hierro de EE.UU.”.
“En el corto plazo, el problema va a ser para Israel. Y en el largo plazo para Estados Unidos”, pronosticó.
Bajo esa perspectiva, el programa nuclear de Irán parece irrenunciable. “Es un programa de seguridad nacional, así hay que verlo. Irán solo renunciaría con garantías. Desde el punto de vista estratégico, en este momento es irrenunciable”, sentenció Tucci.
¿Cómo se llega a la bomba nuclear?
Hasta febrero del 2025, Irán había acumulado aproximadamente 275 kilos de uranio enriquecido al 60% de pureza, según informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Este nivel de enriquecimiento está cerca del 90% necesario para fabricar armas nucleares, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional.
Se estima que la cantidad de uranio enriquecido que tiene Irán podría ser suficiente para producir hasta seis armas nucleares, si llega al 90%.
Como ejemplo, para un arma nuclear similar a la que arrojó Estados Unidos sobre Hiroshima se requieren aproximadamente 50 a 60 kilos de uranio enriquecido al 90% o más.
Con técnicas avanzadas de diseño, algunos dispositivos pueden requerir tan solo 15 a 25 kilos de uranio enriquecido.
El OIEA ha informado que Irán ha acelerado drásticamente su capacidad de producción de uranio al 60%, pasando de una tasa de 5-7 kilogramos mensuales a más de 34 kilogramos al mes en la planta de Fordow.
¿En cuánto tiempo se puede llegar a tener una bomba nuclear? Con experiencia y recursos avanzados, entre dos semanas y tres meses. Esto es para los países que ya han desarrollado un gran arsenal.
Sin experiencia previa, entre seis meses y dos años, dependiendo de la capacidad de fabricación, la disponibilidad de detonadores de alta precisión y la miniaturización del dispositivo.
El desafío principal no es solo tener uranio enriquecido, sino diseñar e integrar el dispositivo de detonación para una explosión nuclear eficiente.