Martes, Noviembre 5

Hernán Romero no siente que lo suyo sea la seriedad, aunque a menudo se le busque para interpretar personajes de gesto severo. Todo lo contrario, sus años en el teatro y diversos acontecimientos en su vida lo han llenado de un optimismo incurable que transforma en bromas ocasionales o comedias en las que disfruta participar.

“¿Cómo no amar la comedia? Trabajé durante años en una compañía de comedia de Manuel de Sabattini en Colombia, donde tenía que hacer reír. Presentábamos comedias ligeras que no tenían un libreto fijo, y la obra duraba hasta que el público dejaba de reír con las ocurrencias”, recuerda Hernán Romero en entrevista con El Comercio.

Ha interpretado personajes malvados, padres comprensivos, galanes y muchos otros papeles a lo largo de su carrera. Sin embargo, lo que realmente permanece en cada obra es su vínculo íntimo con el teatro, a tal punto que no siente la necesidad de escribir una autobiografía; según el actor, su trabajo sobre las tablas será el que cuente esa historia y defina el legado que deja.

Esa pasión es la que lo mantiene aún tras el accidente que lo alejó del escenario el año pasado. Romero está decidido a seguir actuando en diversas obras y a interpretar papeles que lo desafíen. Aun así, no descarta volver a los clásicos como “La comedia de las equivocaciones”, “El sí de las niñas” o “La fierecilla domada”, obras que disfruta hacer y en las cuales se siente cómodo.

“Estoy contento de haber sido parte de obras importantes, pero fue el 5 de junio de 1974, con Don Juan Tenorio, cuando entendí el verdadero significado de la felicidad. Ese día lo atesoro como uno de mis recuerdos más queridos como actor”, recuerda Romero.

Una deuda con el teatro

Hace ya un año Romero tuvo un accidente en casa: se levantó a las dos de la mañana y, al intentar no pisar a su escurridiza gata siamesa, sufrió una caída que impactó su columna vertebral, privándolo de interpretar a su personaje de médico en la obra “Eutanasia”, de Gianfranco Mejía, así como participar en otros proyectos, afectando su vida personal.

“Estuve haciendo terapia física; me lesioné el nervio ciático, lo que me dejó incapacitado. El lado positivo es que no fue la cadera, eso hubiera complicado todo. Ahora estoy mejor, me he recuperado y estoy listo para saldar esa deuda con Gianfranco y con el público que esperaba que participara en la obra del año pasado”, comenta Romero.

En esta ocasión, el actor interpretará a Abelardo, un hombre que, consciente de que le queda poco tiempo de vida, convoca a sus hijos para comunicarles sus decisiones acerca de la repartición de los bienes familiares, desatando conflictos y revelando secretos, con los cuales el patriarca tendrá que afrontar.

Con su regreso a los escenarios, Romero parece haber recobrado nuevas energías, aunque hay preocupaciones que aún le preocupan, como la vulnerabilidad de una máxima del teatro gracias a las redes sociales. “Se ha olvidado que el teatro es un espacio colaborativo, que no hay papeles pequeños, sino actores pequeños. Al final, el público no ve a quien quiere brillar, sino al grupo de actores que son uno en escena”, reflexiona.

Otras preocupaciones fuera de las tablas parecen desaparecer gracias a su devoción a Dios, quien se ha convertido en una figura presente en la vida de Romero. “Y es que hay que agradecer por tantos años y por aún estar aquí para seguir haciendo lo que me apasiona”, agrega el actor, quien con los años transformó esa pasión en conocimiento sobre el público y sus colegas, lo que le facilita integrarse en cualquier nuevo proyecto.

A la espera de interpretar a nuevos personajes, Romero no tiene proyectos inmediatos, pero sí muchos deseos de continuar en el teatro encarnando diversos personajes sin olvidarse nunca de sí mismo y los eventos de una vida dedicada al teatro. “Ya hice las paces con no ser galán, sino el abuelo. Cerré varios ciclos, a estas alturas uno ya se está despidiendo, pero esta no es la última obra, esa será cuando me muera”, concluye.

Sobre la obra

“La Herencia”

“La Herencia” estará en cartelera hasta el 27 de noviembre. Las entradas están a la venta en la plataforma Teleticket.

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