ANÁLISIS: El trabajo físico a puerta cerrada de Joao Grimaldo para superar su difícil presente en Europa y volver a la Selección Peruana
En uno de los peores fines de año que se recuerde para un Gobierno, con escándalos de escala mafiosa como la muerte de una ex trabajadora del Congreso y la de uno de los involucrados del Caso Qali Warma, ¿no hacía falta acaso algo de oxígeno, un poquito de humo que desviase la atención?
¿O fue, simplemente, un encargo de alguien deseoso de cobrar una vieja deuda? ¿Quizás un aviso de lo que podría ser este 2025 para Universitario?
El intento de destitución de Jean Ferrari de la administración del bicampeón del fútbol peruano abre las puertas a mil especulaciones. Carece de toda lógica intentar bajarse a un grupo de trabajo que en poco más de dos años consiguió lo que parecía imposible; que los cremas volvieran a ser una institución confiable, capaz de pagar sus cuentas, con ingresos de dinero nunca antes vistos y un éxito deportivo incuestionable.
Jean Ferrari
Una gestión de éxito
-Dos títulos nacionales (bicampeón en el año del centenario de la ‘U’)
-Un Apertura
-Dos Clausuras
Ferrari es un tipo que despierta odios y afectos casi a la par. Tiene un estilo noventero, bravucón y medio soberbio, muy ‘gonzalista’. Su hinchaje suele desbordarlo convirtiéndolo en un fabricante de excesos. Pero no se puede negar que ha gestionado con eficiencia un club que recibió semiquebrado. De los “cinco mil de siempre” que asistían al Monumental, la U pasó a llevar un promedio de 41 mil personas por partido, revalorizó la marca, armó un centro de alto rendimiento, remodeló el Lolo y convirtió Campo Mar en una joya. ¿Algún hincha imaginaba hace cinco años que Universitario podría ser campeón en el año de su centenario sin gastar más de lo que entraba a la tesorería?
Más allá de las palabras del ministro de Economía y del tardío comunicado de la Sunat, hay demasiadas señales para pensar que esto fue el error de un funcionario o una mala interpretación.
Hay, al parecer, un titiritero mayor que ha empezado a mover sus hilos.
Lo ocurrido esta semana es un aviso de que vienen tiempos difíciles para Universitario. El club siempre ha sido visto como un botín y hoy, con más de 100 millones de soles en ingresos, y en uno de sus mayores picos futbolísticos, se ha hecho más suculento y tentador. El hincha debe permanecer vigilante.