MIRA: Administrador de la NASA llegó al Perú: “Vamos al espacio para mejorar la vida aquí en la Tierra y la manera de hacerlo es juntos”
“El diseño del F-35 se rompió en cuanto a requisitos, porque se le exigía que fuera demasiadas cosas para demasiadas personas. Esto lo convirtió en un avión caro y complejo, capaz de hacer de todo, pero no de nada. El éxito nunca estuvo entre los posibles resultados. Y, de todos modos, los aviones de combate tripulados están obsoletos en la era de los drones. Solo conseguirán que los pilotos mueran”, dijo el jefe de SpaceX y Tesla el domingo en su cuenta de X.
Al afirmar que los aviones de combate tripulados son una “forma ineficiente de ampliar el alcance de los misiles o de lanzar bombas” argumentó que un dron reutilizable puede hacerlo sin todos los gastos generales que implica un piloto humano.
Además, señaló que los aviones de combate serán derribados muy rápidamente si la fuerza enemiga tiene sistemas SAM sofisticados o drones, como lo demuestra el conflicto entre Rusia y Ucrania.
“Algunos sistemas de armas estadounidenses son buenos, aunque demasiado caros, pero por favor, en nombre de todo lo que es sagrado, detengamos el peor valor militar por dinero en la historia, que es el programa F-35″, añadió.
Aunque el estilo de Musk haya sido particularmente áspero contra los F-35, lo cierto es que las críticas hacia esta aeronave no son recientes ni provienen solo de él.
Fabricado por el contratista de defensa estadounidense Lockheed Martin, el F-35 es considerado como la joya de la fuerza aérea de Estados Unidos desde su entrada en servicio en 2015. Sin embargo, está considerado como uno de los programas de armamento más caros de la historia. Cada avión cuesta entre 80 y 100 millones de dólares. Sus características hacen que los aviones sean capaces de evitar los radares enemigos y utilizan un sistema de software muy avanzado, dice el diario “The New York Times”.
El avión ha sufrido una serie interminable de retrasos, sobrecostos y fallos técnicos y según el informe anual del Director de Pruebas y Evaluación Operativas, aún tiene problemas de “fiabilidad, mantenimiento y disponibilidad”.
Pese a sus detractores, el F-35 sigue siendo una pieza clave del sistema de defensa de EE.UU. Sus críticos dicen que la razón es que la inversión y la falta de opciones para reemplazarlo lo hacen “demasiado grande para fracasar”. “El F-35, independientemente de cómo se lo utilice y por muy caro que sea, ha llegado para quedarse durante unas cuantas décadas más como elemento de disuasión en los cielos contra una Rusia resurgente y una China en ascenso”, decía en el 2021 un artículo de opinión de The New York Times”.
Uso extendido y el futuro de los drones
El analista internacional Roberto Heimovits afirma que el debate en torno a la eficiencia del F-35 es bastante espinoso. En primer lugar, recuerda que los aviones de combate, sobre todo los de generaciones avanzadas -más aún los de la más avanzada, que es la quinta generación- son sistemas muy complejos.
“Por ello, el punto de partida debería ser comparar al F-35 con otros aviones similares para ver si en verdad es tan propenso a fallas en distintos aspectos. Por ejemplo, habría que compararlo con el F-22 Raptor, con el F-15, con el F-16, con el F-18. Y también con aviones similares de Rusia o Francia, o con el Tornado; porque puede tener fallas, pero hay que especificar con respecto a qué”, dice a El Comercio.
Un punto importante es el uso extendido del F-35. “The New York Times” explica que más de una docena de países, entre ellos Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña, poseen o han hecho pedidos de cazas F-35. Israel fue el primero en utilizar uno en combate, y en mayo del 2018 afirmó haberlo utilizado en dos ataques aéreos en Oriente Medio, sin especificar los objetivos.
En este contexto la discusión sobre si drones ya pueden reemplazar a los aviones tripulados ha ido ganando terreno. Sin embargo, aún hay mucho que analizar. “Una parte del tema es el debate de quién toma las decisiones sobre, por ejemplo, cuándo un dron debe disparar o a qué tipos de blanco debe disparar. Si hablamos de un dron que no está controlado desde tierra, sino de un dron autónomo, ¿qué tanto puede tomar decisiones de vida o muerte? ¿Qué objetivos atacará? ¿Con qué armas?”, dice el experto, que, pese a ello, considera que en el futuro cercano va a seguir aumentando el rol de los drones en varios campos.
Elon Musk que ha sido claro en afirmar que su objetivo es hacer más eficiente el gobierno de Estados Unidos y ahorrar miles y millones de dólares. ¿Qué tan probable es que estos recortes se hagan en el sector Defensa y, más aún, que cambie a los F-35 por un enjambre de drones?
“Yo creo que el complejo industrial militar, como lo llamaba Eisenhower, es grande y poderoso, y no le va a ser tan fácil a Elon Musk imponer su idea de que los drones son mejores que los aviones tripulados”, considera Heimovits.
Además, el experto pide no perder de vista que Elon Musk también está en la industria aeroespacial. Tiene cohetes y otras naves, por lo que no es un observador totalmente desinteresado u objetivo en este debate.
“Seguramente el F-35 es susceptible a algunas mejoras. Es cierto que quizás han tratado de hacer que sirva para demasiados fines. No nos olvidemos que hay una opción para portaviones y una versión para tierra. Desde el Phantom F-4 no había un avión que podía estar en ambos lados. Pero, por otro lado, hay muchos países que han comprado el F-35 para sus fuerzas aéreas. Países que son muy exigentes y que lo deben haber probado muy bien para ver si les convenía, entre ellos, la Fuerza Aérea Israelí. Así que tan malo no debe ser. Es un debate interesante, pero, sin descalificar totalmente lo que dice Musk, yo lo tomaría con pinzas. Habría que comparar al F-35 con otros aviones de quinta generación para ver si en verdad es especialmente propenso a tener fallas”, añade.