Lunes, Octubre 28

Elon Musk, director ejecutivo de seis empresas multimillonarias, ha logrado optimizar su gestión empresarial aplicando varias técnicas inspiradas en el fundador de Apple, Steve Jobs. Al frente de compañías como SpaceX, Tesla, X, xAI, Neuralink y Boring Company, Musk sigue principios de eficiencia que recuerdan las estrategias del legendario Jobs.

De acuerdo al portal especializado Applesfera, una de las claves de su éxito es su “política de cero tonterías”. Musk, al igual que hacía Jobs, reduce al mínimo las reuniones y procesos innecesarios, centrándose únicamente en aquello que aporta valor directo. Esta práctica permite a los equipos concentrarse en la creación de productos innovadores, dejando de lado tareas que no contribuyen al objetivo final.

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Otra de las técnicas que Musk comparte con Jobs es la preferencia por equipos pequeños. Según Musk, los grupos reducidos de trabajo son más eficientes, ya que facilitan la comunicación y la toma de decisiones rápida. Esta filosofía también fue aplicada por Jobs en Apple durante el desarrollo del iPhone, permitiendo avances más ágiles y múltiples versiones del producto.

Musk también emplea la Ley de Parkinson para acelerar el ritmo de trabajo. Esta teoría sugiere que el tiempo disponible para completar una tarea tiende a extenderse si no se establecen límites estrictos. Siguiendo este principio, Musk impone plazos extremadamente ajustados, lo que obliga a sus equipos a maximizar su productividad y a eliminar la procrastinación.

El sentido de responsabilidad es otro pilar en la gestión de Musk. En Tesla y SpaceX, se anima a los empleados a asumir un rol activo en sus proyectos, serigrafiando sus nombres en los componentes de los productos que diseñan como cohetes o autos. Este enfoque crea un fuerte sentido de pertenencia y orgullo en los trabajadores, mejorando la calidad del trabajo realizado.

Finalmente, una de las habilidades más difíciles de dominar para cualquier líder es la capacidad de delegar. Musk, al igual que lo hacía Jobs, sabe confiar en su equipo, delegando tareas esenciales para poder gestionar sus múltiples proyectos. Gracias a una cultura basada en la responsabilidad y la eficiencia, logra mantener el control sin intervenir en cada detalle operativo.

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