La Junta Directiva de la Federación Peruana de Fútbol, encabezada por Agustín Lozano, ha perdido a un miembro más en medio de una creciente crisis institucional. Después de las renuncias de Gisela Mandriotti y Enrique Dupuy, ahora se suma la de Raúl Bao, representante de San Martín, lo que resalta la complejidad de la situación que atraviesa la Federación.
En su carta de renuncia, Bao comienza expresando: “Como es de público conocimiento, los recientes acontecimientos, que afectan a todo el colegiado, ponen en entredicho mi honor y buen nombre, afectando irreparablemente mi imagen”. Ante este panorama, el directivo exigió que se aclaren los hechos en los que se han visto involucrados varios miembros de la FPF: “Es indispensable que las imputaciones en curso sean aclaradas de manera contundente, con el fin de desvirtuar cualquier percepción negativa o malentendido que pueda comprometer mi reputación y perjudicar a mi familia”, señaló.
Raúl Bao, quien fue uno de los dos únicos directivos en votar en contra de la continuidad de Agustín Lozano en el cargo, se deslindó de cualquier acto ilícito relacionado con la investigación. “No tengo ninguna relación ni responsabilidad en los hechos materia de la investigación, y consecuente con mi compromiso con la transparencia, decido apartarme del Directorio, facilitando así el proceso a cargo de las autoridades competentes”, subrayó.
El contexto de la renuncia de Bao refleja la tensión que se vive dentro de la FPF, especialmente después de que seis directivos votaron en favor de la continuidad de Lozano. “Se hacía necesario tomar acciones claras frente a las imputaciones hechas por la Fiscalía. Lamentablemente, la ausencia de una postura firme o de un ejercicio de autocrítica me lleva a concluir que mi participación en el Directorio ha dejado de ser pertinente en este contexto”, comentó Bao al explicar los motivos de su decisión.
