Viernes, Noviembre 22

En Brasil le llaman ‘Jogo Bonito’, en Argentina le dicen ‘Fútbol Champagne’, en España lo bautizaron como ‘Tiki-Taka’. Acá en Perú –selección peruana– decidimos apodarlo como “Chocolate”. El fútbol chocolatero. Dícese del toque peruano que levanta paredes en la cancha y rompe a las líneas defensivas rivales con un juego vistoso que tiene como máximo requisito tener buen pie. Abstenerse los ‘pataduras’.

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El término proviene de la jerga futbolera de barrio. Pero si hay que señalar un momento histórico para la acuñación de la palabra, ese fue en agosto del 2017. Jefferson Farfán volvía a la selección peruana, tras un año y medio de ausencia, y en un partido clave para clasificar a Rusia 2018 se consiguió vencer por 2-1 a Bolivia en el Estadio Monumental. En una entrevista post partido, la ‘Foquita’ acompañado por Christian Cueva soltaba frente a las cámaras de Movistar Deportes: “Estábamos dando chocolate”.

En simple, el partido fue una exhibición del toque peruano. En la jugada previa al golde Orejas Flores (1-0), André Carrillo amagó hasta el cansancio a un defensor boliviano. Luego, el segundo tanto peruano llegó tras una combinación entre Farfán, Aquino, Ruidíaz y Cueva, autor del gol.

Meses más tarde, ya con el boleto del Mundial en el bolsillo, el equipo de Ricardo Gareca llegaba a su pico de rendimiento venciendo por 2-0 a Croacia, selección que terminó siendo finalista en Rusia, en el Hard Rock Stadium de Miami. El resumen de aquel encuentro se queda corto con lo que demostraron ese día Yotún, Trauco y Cueva por la banda izquierda, y Carrillo, Flores y Farfán por el flanco derecho.

En la prehistoria del fútbol chocolatero, recordarán los que andan con más de cinco décadas en el DNI, Perú le dio un baile a la Francia de Platini en abril de 1982. Uribe, Cueto, Velásquez, Malásquez y Oblitas se encargaron mostrarle al mundo el toque peruano consiguiendo una victoria por 1-0 en el Estadio Parque de Los Príncipes de París.

Escrito todo sobre el “chocolate”, ¿a dónde se fue la dulzura? ¿Desde qué momento la selección peruana ha ido perdiendo el estilo? ¿Se fue con Gareca? ¿Se diluyó con la transición entre Reynoso y Fossati? ¿Y por qué hoy Quispe y Grimaldo, mejores exponentes de este fútbol, esperan sentados en la banca de las Eliminatorias?

Afuera los protagonistas

Farfán está retirado; su compadre Paolo, en camino. Hasta adujo que la derrota ante Argentina pudo ser su último partido con Perú. Yotún está lesionado hace meses. Trauco y Carrillo juegan en Brasil, Fossati los mira de reojo, pero no los usa. Y Cueva con unos kilos demás volvió a paso de tortuga a la actividad con la camiseta de Cienciano. En sus vacaciones se lanzó como solista de canciones de cumbia.

“Fueron fundamentales en los procesos hacia Rusia y Qatar. Buena parte del éxito ofensivo de esa selección pasaba por ellos. Era además una selección conformada por pequeñas sociedades, en todo el campo, con movimientos y jugadas que incluían automatismos”, explica Eddie Fleischman, columnista de este Diario sobre los ausentes.

Sea lo que fuere, los últimos protagonistas del fútbol vistoso en Perú hoy no están en la convocatoria. Quedan algunos como Advíncula, Flores o hasta Peña, pero que hoy Fossati los utiliza en posiciones que le sirven más a su estrategia táctica que a la esencia de lo que es el toque peruano.

“El recambio generacional es un problema que no corresponde solamente a las últimas administraciones de la Federación. Yo creo que nunca ha habido recambio generacional, lo que hemos tenido han sido generaciones muy importantes que han aparecido en determinados momentos y las hemos sobreexplotado hasta donde han podido”, analiza Pedro Ortiz Bisso, periodista y columnista de El Comercio.

Para que se entienda en números, post era Gareca, André Carrillo ha jugado 12 partidos (601 minutos) entre los procesos de Juan Reynoso y Jorge Fossati. En ese mismo lapso de tiempo, Perú disputó 27 partidos entre amistosos y oficiales. Es decir, la ‘Culebra’ solo jugó 24.7% de los minutos totales. En sus casos, Cueva jugó 8 encuentros (302 minutos, 12.4% del total) y Yotún, hoy lesionado, disputó 10 choques (802 minutos, 33% del total).

El bendito sistema

A Ricardo Gareca le costó más de un año encontrar buenos rendimientos en el sistema 4-2-3-1. Tuvo al mejor Cueva de enganche, y también a los mejores Flores y Carrillo como extremos. Yotún siempre estuvo acompañado por un Tapia todoterreno. Además, Paolo como centrodelantero alcanzó un alto rendimiento. Con el ‘Tigre’ en el banco, Guerrero anotó 18 goles entre 2015 y 2019, y post la era del argentino solo anotó un tanto ante República Dominicana desde los doce pasos.

En cambio, Jorge Fossati fue contratado luego de salir campeón con Universitario y desde el primer día en Videna se conocía que usaría el sistema 3-5-2. Juega así hace más de dos décadas con sus equipos.

“Con la idea ninguna duda. Sino no sería yo. La idea no es el sistema. La idea es una cosa, el sistema es otro. Que es el sistema (3-5-2) que más me gusta tampoco nunca lo he negado, pero lo he variado muchas veces”, respondió el ‘Nonno’ a El Comercio a inicios de este año.

Los resultados no lo han acompañado: 13 partidos, 4 victorias, 4 empates, 5 derrotas. Sus delanteros no suman goles en partidos oficiales, regresó con Perú de la Copa América eliminado en fase de grupos como no sucedía desde 1995, pero sobre todo, sus dirigidos no han mostrado avances acoplándose al sistema que propone.

“Fossati tiene ese estilo, de mayor recorrido de los futbolistas, de ser muy vertical, por ende, con más interiores que enganche, por ejemplo. No es que se pierdan las formas, solo que hoy hay que adaptarse a otros modelos a los que no estamos acostumbrados”, dice Daniel Kanashiro, relator de la Liga 1.

Por su cuenta, Fleischman analiza la propuesta de Fossati como el adiós al fútbol vistoso de años atrás. “La actual selección ha perdido sociedades, el sistema no las fomenta y provoca un juego mucho más previsible”, afirma.

En tanto, Ortiz Bisso es determinante con esta opinión sobre los involucrados. “En lo particular, creo que hay jugadores que no deberían estar más en la selección por diversas razones. Me parece que Guerrero hace mucho tiempo es un exjugador, quizás a nivel local pueda rendir, pero a nivel internacional no da para más. En el caso de Cueva, no debería ser considerado, no solamente porque él ha decidido hace mucho tiempo no ser un jugador profesional sino por sus problemas ya conocidos. A Carrillo, para mí es más que obvio que a él no le interesa jugar por la selección, y no está mal. De pronto son sus deseos particulares”.

Talento sin espacio

La discusión de las semana previas de las dos últimas fechas de Eliminatoria estuvieron en tapar los huecos que dejaron las ausencias de Tapia, Lapadula, Advíncula, López, Cartagena y Zambrano ya sea por lesiones o suspensiones. Los reemplazos para sorpresa de muchos fueron Castillo de ancla, Polo y Callens como carrileros, Sonne de interior derecho y arriba Flores y Valera.

La presencia de jugadores como Piero Quispe o Joao Grimaldo no le mueven el sistema a Jorge Fossati. Ambos jugadores son convocados, pero han tenido escaso protagonismo con el ‘Nonno’. En las últimas seis fechas de las Eliminatorias, el volante de Pumas sumó apenas 56 minutos, ante Colombia en Lima y Brasil en Brasilia se quedó en el banco.

Por su cuenta, el caso de Joao Grimaldo es más grave. La era Fossati inició en marzo del 2024 con un gol a los 2 minutos del extremo nacional ante Nicaragua en Matute. Luego, fue suplente ante República Dominicana (4-1) y Paraguay (0-0). Ingresó en el segundo tiempo ante El Salvador (1-0) sin mayores luces. En la Copa América comenzó a no ser tomado en cuenta. Sumó 19 minutos ante Chile y no actuó ante Canadá y Argentina.

Para las Eliminatorias, Fossati lo convocó a la fecha doble de setiembre, pero lo sacó de la lista ante Colombia y Ecuador. En octubre, fue suplente ante Uruguay, y finalmente ante Brasil jugó los últimos 17 minutos. La foto más reveladora de la incomodidad del futbolista por no ser tomado en cuenta se notó en el gol de Araujo a Uruguay. Grimaldo no fue parte del festejo. En noviembre, vio a Perú desde Belgrado, Serbia.

“El actual plantel no tiene talento individuales del nivel de los tres anteriores (Cueva, Carrillo, Yotún). Y el técnico prioriza que no le hagan goles, antes de proponer juego. Los posibles talentos tienen poco lugar con él”, comenta Fleischman.

Los tiempos del chocolate han quedado en los videos de YouTube. Hay que ser agradecer lo que se vivió. No volverá a pasar en muchos años.

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