
En la década de los setenta, mientras el rock progresivo dominaba los escenarios con solos interminables y producciones grandilocuentes, cuatro tipos de Queens, Nueva York, decidió hacer justo lo contrario: tocar canciones cortas, rápidas y sin adornos. Así nacieron The Ramones en 1974. Con letras simples pero pegajosas, una actitud irreverente y una estética uniforme de chaquetas de cuero y jeans rotos, la banda marcó el camino para una generación de músicos que encontraron en la crudeza del sonido su forma de expresión.
“Dicen que hubo bandas que tenían el estilo punk, pero era garage rock. The Ramones ya tenía para ese entonces ese estilo de canciones rápidas y no las lentas que, por tener gritos, se piensan que son punks”, menciona Marky Ramone, uno de los últimos miembros vivos de la agrupación, en entrevista con El Comercio.
Entre 1976 y 1995, Los Ramones lanzaron 14 álbumes de estudio, dejando un legado imborrable. Con clásicos como “Blitzkrieg Bop” , “I Wanna Be Sedated” y “Rockaway Beach”, redefinieron el panorama musical y dieron voz a una juventud que buscaba algo más crudo y real. Aunque nunca fueron un fenómeno masivo en las listas de ventas, su impacto en la música fue inconmensurable, influyendo en bandas como The Clash, Green Day y Nirvana. Su separación en 1996 marcó el final de una era en la historia del rock.
Al estilo Ramone
La elección de llamarse “Ramone” surgió de un seudónimo que Paul McCartney usó en sus primeros días con The Beatles. La banda adoptó el apellido como símbolo de unidad y hermandad, convirtiéndolo en un requisito para sus miembros. Siguiendo esta tradición, Marc Steven Bell se unió a The Ramones como baterista en 1978 y adoptó el nombre de Marky Ramone.
“Éramos hermanos, pero también peleábamos, como en cualquier familia. Pero al final, después de todas las discusiones, te reconcilias. Sigues siendo amigo. Tener algunas diferencias no significa que ya no quieras verlos nunca más”, cuenta Marky Ramone. Sus palabras reflejan la compleja relación entre los integrantes, marcada por enfrentamientos, pero también por una conexión inquebrantable.

La historia de Los Ramones también está marcada por la pérdida de sus miembros originales. Joey Ramone falleció en 2001, Dee Dee en 2002 y Johnny en 2004, cerrando así una etapa en la que la banda aún podía verse como un todo. Tommy, el baterista original, murió en 2014, dejando a Marky como el último Ramone en activo.
“Esto no lo hago porque sienta que es una responsabilidad, sino porque quiero que los fans de Ramones que nos escuchan grabados tengan una última oportunidad de escucharnos en vivo”, afirma Marky Ramone. “Las nuevas generaciones pueden pensar que nuestro estilo de vida era divertido, y lo era, pero hay que encontrar un nuevo camino, porque yo sigo en el mio pateando traseros”, agrega.

A sus 72 años, el artista sigue recorriendo el mundo con su banda, interpretando los himnos que marcaron a más de una generación. Sobre futuros proyectos en honor a The Ramones, todo sigue en conversaciones, pero lo inmediato es concreto: su próximo concierto en Lima será un viaje directo a la esencia del punk. La invitación de Marky Ramone es clara: “Hey ho, let’s go!”
Sobre el concierto
Lugar: Teatro Kantaro
Horario: 8:00 p.m.
Fecha: 16 de marzo
Entradas disponibles en Joinnus.