“Vino a azotar al niño, el niño no seguía el ritmo, ¿entiendes?… El niño fue a la casa donde trabaja el maestro Jeff y el maestro le preguntó: ‘¿Cuál es el problema, hijo?’. El niño le dijo: ‘Señor, azótame, no puedo seguir el ritmo’”. La voz de George Johnson se oye en un audio en el que narra una de las escenas que presenció mientras él y su familia eran esclavos en una plantación en Virginia propiedad del líder confederado Jefferson Davis, un acérrimo opositor de la abolición.
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Sus palabras forman parte de una entrevista que dio en 1941, casi 80 años después de obtener su libertad. Los africanos fueron esclavizados en Estados Unidos entre 1619 y 1865. Pese a su enorme valor histórico, relatos como el de Johnson son difíciles de encontrar. Por muchísimos años, el acceso a la vida de los esclavos en EE.UU. y sus descendientes ha sido bastante limitado, lo que ha llevado al olvido a los protagonistas de parte trascendental de la historia de ese país.
“La gente quiere saber de dónde vienen. Conocer los nombres, orígenes e historias de los antepasados puede cambiar la vida”, dice la página web de 10 Million Names (10 Millones de Nombres, en español), un ambicioso proyecto que se ha puesto en marcha para recuperar los nombres de los aproximadamente diez millones de hombres, mujeres y niños de ascendencia africana esclavizados en la América precolonical y poscolonial, entre 1500 y 1865, específicamente en el territorio que hoy es Estados Unidos.
La iniciativa, liderada por la plataforma American Ancestors, combina el trabajo de genealogistas, organizaciones culturales, historiadores y guardianes familiares comunitarios. Todos buscan ayudar a obtener respuestas a quienes han visto su historia familiar entre las sombras, pues muchos de sus ancestros solo fueron identificados como propiedad de sus dueños.
EN CIFRAS
- 12 mlls. de africanos fueron robados de sus hogares y embarcados hacia América en una peligrosa travesía a través del Pasaje del Medio.
- 300.000 llegaron al actual EE.UU. La mayoría de los africanos esclavizados, más de 5 millones, fueron llevados a Brasil.
- 13% de la población total de EE.UU. era afroamericana en 1860. Casi 180.000 de ellos lucharon por la Unión en la Guerra Civil.
“Vino a azotar al niño, el niño no seguía el ritmo, ¿entiendes?… El niño fue a la casa donde trabaja el maestro Jeff y el maestro le preguntó: ‘¿Cuál es el problema, hijo?’. El niño le dijo: ‘Señor, azótame, no puedo seguir el ritmo’”. La voz de George Johnson se oye en un audio en el que narra una de las escenas que presenció mientras él y su familia eran esclavos en una plantación en Virginia propiedad del líder confederado Jefferson Davis, un acérrimo opositor de la abolición.
Sus palabras forman parte de una entrevista que dio en 1941, casi 80 años después de obtener su libertad. Los africanos fueron esclavizados en Estados Unidos entre 1619 y 1865. Pese a su enorme valor histórico, relatos como el de Johnson son difíciles de encontrar. Por muchísimos años, el acceso a la vida de los esclavos en EE.UU. y sus descendientes ha sido bastante limitado, lo que ha llevado al olvido a los protagonistas de parte trascendental de la historia de ese país.
“La gente quiere saber de dónde vienen. Conocer los nombres, orígenes e historias de los antepasados puede cambiar la vida”, dice la página web de 10 Million Names (10 Millones de Nombres, en español), un ambicioso proyecto que se ha puesto en marcha para recuperar los nombres de los aproximadamente diez millones de hombres, mujeres y niños de ascendencia africana esclavizados en la América precolonical y poscolonial, entre 1500 y 1865, específicamente en el territorio que hoy es Estados Unidos.
La iniciativa, liderada por la plataforma American Ancestors, combina el trabajo de genealogistas, organizaciones culturales, historiadores y guardianes familiares comunitarios. Todos buscan ayudar a obtener respuestas a quienes han visto su historia familiar entre las sombras, pues muchos de sus ancestros solo fueron identificados como propiedad de sus dueños.
A la caza de relatos
Si el objetivo es revelar la historia oculta, el corazón del proyecto está en los relatos orales y los documentos archivados que se han empezado a recuperar a través de cientos de entrevistas. Los investigadores invitan a todos aquellos que puedan contribuir con información a contactarlos en su página web.
LEY SOBRE ESCLAVITUD
El estado donde aún es legal
En las elecciones de medio término del 2022, Luisiana fue el único de cinco estados que votó para que la esclavitud siga siendo legal como castigo por un delito para los presos condenados.
En la actualidad, la ley establece que “están prohibidas la esclavitud y la servidumbre involuntaria, excepto en este último caso como castigo de un delito”. La nueva redacción planteaba eliminar la parte final de esta frase.
Los legisladores del estado recomendaron rechazar el cambio al alertar de un lenguaje ambiguo que no prohibía la servidumbre involuntaria en el sistema de justicia penal.
La invitación no es solo para los afroamericanos. Los familiares de los esclavizadores a menudo mantienen gran cantidad de información sobre los esclavos comprados y vendidos, así como otros detalles para reconstruir sus biografías.
La red de expertos también aprovecha el avance tecnológico y la inteligencia artificial para búsquedas de información más rápidas y eficientes. El reconocimiento óptico de caracteres en los libros de contabilidad de las plantaciones, los anuncios y los recibos de las subastas permiten a los investigadores identificar nombres y registros escritos a mano, dijo a “National Geographic” Kendra Field, historiadora principal de la iniciativa.
“Hasta mediados del siglo XX, los datos sobre los africanos esclavizados y sus descendientes eran muy difíciles de localizar. A menudo estaban oscurecidos o borrados”, afirmó Field a la cadena ABC.
La colección de la Biblioteca del Congreso “Nacidos en la esclavitud: narrativas de esclavos del Proyecto Federal de Escritores, 1936 a 1938″ también es una fuente rica para la obtención de nuevos datos.
La historia de todos
Richard Cellini, abogado y académico detrás del proyecto, dice que el equipo realiza un trabajo nunca antes hecho y, por tanto, crucial para contar la historia de la fundación de EE.UU. y entender el presente del país.
Iniciativa
La campaña antiesclavista de El Comercio
A mediados del siglo XIX, este Diario encabezó una campaña contra la esclavitud en el Perú con editoriales, notas y la publicación por entregas de la novela “La cabaña del tío Tom”, de la escritora Harriet Beecher Stowe.
“Esto no se trata de la historia de los negros. No se trata de la historia de los blancos. Se trata de nuestra historia. No somos nosotros ni ellos. Se trata de todos nosotros”, dijo Cellini a ABC.
El proyecto ha puesto en debate el padecimiento y legado de las personas esclavizadas, pero también el impacto de esta etapa en un presente en el que las tensiones raciales siguen vigentes.
“A medida que se amplían las divisiones sociales por motivos raciales, continúan los crímenes de odio y aumentan los intentos de prohibir libros y restringir los programas de estudios afroamericanos en escuelas y universidades, así que fortalecer el conocimiento histórico es urgentemente importante para los afroamericanos”, afirma.
Según el proyecto, los diez millones de personas que fueron esclavizadas tienen cerca de 44 millones de descendientes vivos, a quienes se les ha negado conocer buena parte de su historia.