MIRA: Sindicatos argentinos “seguirán la lucha” para que caigan reformas planteadas por Milei
Sin embargo, el aspecto de las calles de Buenos Aires distaba de ser un lugar en paro total. Hubo comercios abiertos, actividad en restaurantes y una normal circulación del transporte público, aunque sí se sumaron las librerías y teatros, que lucieron sus puertas cerradas. También fue muy afectado el transporte aéreo, por la cancelación de 295 vuelos y la reprogramación de otros 26 de Aerolíneas Argentinas.
En diálogo con El Comercio, el analista político argentino Santiago Rodríguez Rey analiza el alcance del paro general y, si bien el gobierno de Milei calificó de fracaso la jornada, el experto enfatiza que el mandatario enfrenta una semana clave en la que deberá recurrir al diálogo para lograr que se apruebe su Ley Ómnibus en el Congreso.
—¿Qué tanto impacta el paro del miércoles en las medidas que quiere imponer Milei?
Más que un impacto fuerte sobre las medidas, el paro sienta una posición de la central de trabajadores y plantea cuáles son los puntos en los que ellos no están de acuerdo. También es una forma de establecer cuál va a ser la relación de los sindicatos con el gobierno. Será importante ver cuán fuerte será el paro de transportes que comenzó hoy a las 6 de la tarde.
—Si bien una demostración de fuerza, ¿considera que el paro fue contundente?
Ha sido importante a nivel federal. Ha habido movilizaciones en varios puntos del país. No diría que fue contundente, sino importante.
—Durante la jornada se postergó el debate de la Ley ómnibus para la semana próxima. ¿Se debe esto a que el Gobierno perdió apoyo para aprobar el paquete económico del proyecto, como dicen los medios locales?
Más que perder apoyo, lo que hizo el gobierno a último momento es mantener su posición. Una vez que obtuvo las firmas para el dictámen, que es lo que más estaba buscando, cerró filas sobre su dictámen. Pero el gobierno tiene claro que no tiene los votos para avanzar.
—¿Qué tan difícil será para Milei aprobar la Ley ómnibus?
La Ley ómnibus desde un inicio tenía dificultades importantes, en parte por la acción de llevar adelante el DNU, eso ya planteó enfrentamientos con el Congreso, y con una escasa apertura al diálogo. Entonces el diálogo y las negociaciones en torno a la ley se fueron dando más por la imposibilidad de avanzar que por otra cosa. Hay que tener en cuenta que incluso si la ley se aprobara en general, esto no quiere decir que los artículos se vayan a aprobar. Podríamos tener una ley aprobada en general, pero grandes partes de sus títulos, capítulos y secciones rechazados, entonces podría tener una cáscara vacía.
—¿Cómo se prevén los próximos debates?, ¿cuál es el escenario que se abre ahora?
El hecho de que se hayan postergado las sesiones hasta la otra semana enfría un poco la situación y va a permitir que nuevamente haya un diálogo para que el proyecto pueda seguir cambiándose. Esto abre la comunicación.
—¿Cuál es el mayor reto de Milei?
Su mayor reto siempre ha sido establecer prioridades y sigue teniendo ese problema. Tanto su Ley ómnibus como su Decreto de Necesidad y Urgencia carecen de prioridades, plantean muchas cosas juntas. Es interesante como propuesta de cambio determinante para Argentina, pero, debido a las dificultades que tiene para avanzar, puede quedar como una pieza comunicacional y no en un proyecto de ley real. Entonces el diálogo que va a ocurrir de aquí a una semana va a tener que establecer las prioridades de Milei dentro de su ley, lo que va a establecer también prioridades dentro de su plan económico y su programa de gobierno.
—¿Cómo se espera el panorama social para las próximas semanas?
Hay propuestas de hacer marchas y movilizaciones en torno a la sesión del próximo martes. Hay que ver cómo se materializan y si se materializan. Correr la fecha de sesión hace que este paro quede un tanto aislado porque la sesión va a ser lejos del día del paro. Además, no va a haber datos de actividad económica nuevos, en general va a ser una semana de poca información, salvo que suceda algún hecho trágico.