Miércoles, Noviembre 20

Desde antes que se diera el pitazo inicial en el duelo entre Perú y Argentina, la ‘bicolor’ ya parecía un equipo descolocado por un detalle tan superficial como el uniforme elegido. La mezcla entre el short blanco de líneas rojas y camiseta negra de rayas amarillas nunca antes vista parecía una señal de que el equipo dentro del campo tampoco encajaría ni se encontraría en los 90 minutos para gestar una sola buena jugada de ataque.

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Cómo quema la pelota

En el inicio del encuentro, Perú hizo su negocio: defender bien. El bloque en línea de cinco de Jorge Fossati gozó de solidez y, pese a que la ‘albiceleste’ tuvo mucho más la pelota, no pudo abrir el marcador. El partido se hizo combativo y friccionado, una fórmula a la que Perú apeló para no traducir la posesión argentina en una avalancha de ataques. Ya desde los primeros minutos también se pudo ver el duelo aparte entre Paolo Guerrero y Nicolás Otamendi y algunos otros roces entre Luis Advíncula y Rodrigo de Paul.

De hecho, lejos de lo que parecía ser el planteo inicial, Perú en realidad salió a pararse en bloque con un 5-4-1 bajando a Alex Valera como otra de las armas defensivas y dejando a Paolo Guerrero como única referencia de ataque. Más allá de algunas genialidades solitarias de Lionel Messi, Argentina no tuvo mucha claridad en los ataques y eso parecía empezar a desesperarlos.

Eso sí, la blanquirroja nunca tuvo claridad con la pelota en los pies para ir al ataque. Siempre optó por lateralizar el balón o retroceder. Nunca encaró ni encontró las formas para llegar con peligro al arco del ‘Dibu’. La consigna era resistir el cero y esperar un milagro en ataque. Así, difícil.

Todo de Argentina

Para el segundo tiempo, ninguno de los equipos hizo variantes y el partido pareció un calco de la primera parte, nada cambió: Argentina con la misma posesión de pelota, Perú atrincherándose en su área y con Pedro Gallese sin pasar muchos apuros por la falta de aproximaciones claras de los locales. Pero esta vez no iba a soportar tanto tiempo.

Alrededor del minuto 56, apareció una vez más Lionel Messi para conectar con Lautaro Martínez a través de un balón aéreo que la defensa peruana no supo contener y el delantero no dudó en pegarle de tijera y hacer un gol poético que hizo explotar a la ‘Bombonera’. Como una vieja y mala costumbre, el ‘Toro’ recordó cuando le anotó un doblete a la ‘bicolor’ y acabó con las ilusiones de la ‘bicolor’ en la Copa América hace unos meses.

Fue tan espectacular el gol de Lautaro Martínez que la defensa peruana no se increpó nada. Ni Alexander Callens que desvió un poco el balón ni Miguel Araujo que tenía la obligación de marca en la zona. Las manos a la cintura, una vez más; y la cabeza agachada, una vez más. Fue Paolo Guerrero, el capitán inacabable, quien dio unos aplausos de ánimos una vez que se iba a sacar la pelota del medio.

Diez minutos después, Argentina se llenó de confianza y quiso presionar unas líneas más arriba. Ante esto, Fossati entendió que necesitaba refrescar el once y en el minuto 62 hizo la variante de Gianluca Lapadula por Paolo Guerrero. Pese a buscar ser un poco más ofensivo, la pelota continuó estando en posesión de los locales y Perú no encontraba los caminos.

El reclamo de Paolo

Uno de los más enojados con la derrota fue Paolo Guerrero, quien advirtió que Argentina no fue totalmente superior a Perú y dejó entrever que el árbitro condicionó el juego a favor de la albiceleste. “No nos atrevimos a jugar, creo que podíamos lanzar un poco más, hacia la diagonal, pero no, porque yo digo, perder así, irse con las manos vacía, duele, faltó atrevimiento, ser más conchudos, ponernos a jugar, podíamos crearle mejores situaciones a ellos, podíamos atrevernos un poco más, no ir corriendo detrás de la pelota, me la tiraron poco, me quedo sin jugar, con esa espina, presionar al seis de ellos, pero después, jugar jugar, no…”, explicó Guerrero evidentemente fastidiado por el resultado y por el juego bicolor.

Luego, sentenció a la interrogante de si podría ser su último partido con Perú: “Es posible que sí, pero yo no soy un cobarde, nunca voy a abandonar el barco, apoyo a muerte a mi Perú, respondió a la interrogante de si seguiría apto para jugar por la selección peruana en marzo, cuando debamos enfrentar a Bolivia y Venezuela.

La consternación del Nono

Fossati, de brazos cruzados, mandó a entrar a Edison Flores y Bryan Reyna buscando opciones revulsivas para una Argentina que controlaba el partido de palmo a palmo. Pedro Gallese, que seguía sin pasar apuros, mandaba al equipo a que adelanten las líneas, a que salgan más y con atrevimiento, pero el mediocampo nacional seguía inconexo.

Se dieron los cambios de Oliver Sonne por ‘Orejas’ y de Alex Valera por el ‘Picante’; sin embargo, si bien refrescaron el ataque, no cambiaron el fondo del partido y Argentina siguió tentando frente al arco de Gallese. Una vez que se cumplieron los 90 minutos, Perú se reencontró con una terrible realidad: último en la tabla de posiciones de las Eliminatorias. Por su parte, Jorge Fossati con el semblante inmutable, más que enojado, parecía atareado o anonadado, como si no cayera en cuenta de que lo que se vivía era una realidad.

Pero si Fossati estaba desencajado, la cara de los jugadores -Guerrero, Advíncula, Gallese, por nombrar algunos- era de frustración y molestia pura. Quizá porque esta vez no se sintieron tan inferiores como en otros partidos ante los vigentes campeones del mundo, pero aún así, una vez más, no sirvió de nada y el retorno no son solo cero puntos, sino el casi adiós definitivo al sueño mundialista.

Los partidos que quedan

En su camino por tratar de llegar a la zona de repechaje, Perú deberá enfrentarse a Bolivia, Ecuador y Paraguay en condición de local en Lima, mientras que le tocará visitar a Venezuela, Colombia y Uruguay. Son seis partidos determinantes en los que la ‘bicolor’ tendrá el duro reto de sumar la mayor cantidad de puntos posibles y esperar que los resultados paralelos le jueguen a favor.

De momento, Perú ocupa el último lugar en la tabla de posiciones con 7 puntos por debajo de Chile con 9, Venezuela con 12, Bolivia con 13 y Paraguay con 17; los rivales directos en los que fijamos nuestra pelea para entrar a la zona de repechaje.

En marzo del 2015, la bicolor recibirá a Bolivia y luego visitará a Venezuela. Como mínimo, necesita ganar en Lima y sacar un triunfo ante los llaneros. Con esto, sumaría 13 puntos. Además, debería esperar que Chile no gane ante Paraguay (de visita) y Ecuador ( de local), a eso debería agregar que Venezuela pierda de visita ante Ecuador. De ser así, llegará al séptimo lugar, puesto de repechaje. Eso sí, por lo visto hasta hoy, es difícil que la Bicolor sume de a seis en marzo.

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