Para los dobladores, trabajar en animaciones es una tarea que combina arte, técnica y una profunda comprensión del personaje al que prestan su voz. Este oficio, a menudo invisibilizado, es esencial para dar vida a las historias animadas, permitiendo que personajes de diferentes culturas y lenguajes conecten con la audiencia que prefiere una voz en su propio idioma a los subtítulos.
En el caso de la más reciente cinta de Hayao Miyazaki, “El niño y la garza”, dos actores mexicanos dieron vida a los personajes principales de esta travesía que combina fragmentos de la infancia del cineasta y elementos mágicos que conforman su estilo cinematográfico. “No importa de dónde vienes, para el doblaje, lo más difícil puede ser adaptarse al lado técnico, pero el objetivo es el mismo, seguimos siendo actores que cuentan una historia”, menciona el actor de doblaje Emilio Treviño en entrevista con El Comercio.
Emilio Treviño, con casi veinte años en el mundo del doblaje (empezó desde muy niño), ha participado en proyectos destacados como “Frankenweenie” (2012), “ParaNorman” (2012), “La Torre Oscura” (2017), “Bumblebee” (2018), “Devilman Crybaby” (2018), “Dune” (2021), “Invincible” (2021), “Chainsaw Man” (2022), “Wonka” (2023) y otras películas más, incluyendo “El niño y la garza”, donde interpreta a Mahito. “No me importaba cómo o de qué manera, pero yo quería formar parte de este proyecto, inclusive pedí audicionar para la garza”, menciona Treviño.
No obstante, quien terminaría dando voz a la garza gris sería el excantante de RBD y actor, Alfonso Herrera, quien ya tenía experiencia previa en el mundo del doblaje con películas como “Igor” (2008) ―debut de Herrera en el mundo del doblaje―, “El Lorax: En busca de la trúfula perdida“ (2012), “Los Croods” (2013), “Metegol” (2013), “Minions” (2015), “Baki” (2018) y “Saint Seiya: Los Caballeros del Zodiaco” (2019). “Este personaje es sumamente profundo porque parece el antagonista, un recurso cómico y, al mismo tiempo, un gurú que Mahito necesita para llegar a un mejor lugar”, agrega.
Conexión profunda
Para adentrarse en cada uno de estos complejos personajes, ambos actores iniciaron un camino personal para encontrar la voz adecuada para sus personajes, siempre acompañados por la directora de doblaje Leyla Rangel. “Yo veía de niño las películas de Miyazaki, estar a la altura fue un gran reto. Lo más importante es darle verdad sin pensar que estas en un escenario, frente a una cámara o al frente de un micrófono”, menciona Herrera. “Por mi parte, tuve que investigar sobre la vida de Miyazaki al ser una cinta semibiográfica, escuchar el ‘soundtrack’ por horas y adentrarme en la cultura japonesa”, nos cuenta Treviño.
Sobre la conexión con sus personajes, Treviño parece encontrar en Mahito una versión propia de su infancia, periodo en el que inició se aventuró al mundo del doblaje. Por su parte, su colega opina lo contrario. “No me parezco en ninguna manera a la garza, pero sí encuentro similitudes con lo que pasa en la película, donde hay golpes de realidad entre el consciente y el inconsciente”, adiciona.
A diferencia del doblaje realizado para otras cintas, el Estudio Ghibli envía directrices que deben ser acatadas para mantener la esencia de las cintas que tanto caracterizan a la casa de animación. Esto incluye la dirección de la investigación personal de Herrera, a quien se le pidió buscar elementos que caracterizaran a las garzas reales japonesas y no las de otra especie. “A diferencia de doblar proyectos norteamericanos, aquí no tienes descargas de dopamina, sino que todo es más introspectivo y lleno de elementos que dan mayor profundidad a la cinta”, explica Herrera. Mientras que para Treviño, su búsqueda por darle voz a Mahito lo llevó por un camino de introspección personal. “Todo lo que aprendí sobre esta forma diferente de ver la vida en la cultura japonesa son cosas que cambiaron mi vida”, adiciona.
En la antesala de la ceremonia de los Premios Óscar, “El niño y la garza” se posiciona como una obra maestra de la animación que destaca por su belleza estética y narrativa, magistralmente doblada a nuestro idioma por dos grandes voces del doblaje que seguiremos escuchando en futuras cintas de otros géneros. “No importa si es en español o en la versión original, uno tiene que dejarse llevar para disfrutar de estas películas cuando se está en las butacas del cine”, concluye Herrera.