De acuerdo con información de la policía, de enero a agosto de este año, el 80% de las víctimas de sicariato en Lima Metropolitana fueron atacadas y asesinadas por sicarios en motocicletas. Estos datos evidencian que las motocicletas se han convertido en la herramienta principal para el crimen organizado, facilitando actividades como el sicariato, la extorsión, el robo, el raqueteo y el marcaje.
El exdirector de Investigación Criminal, general (r) Juan Carlos Sotil, declaró a El Comercio que en un 60% a 70% de los crímenes cometidos en el país se utiliza la motocicleta como vehículo. ”Es un vehículo versátil para el ingreso y la fuga, reúne las características para asegurar el acceso al lugar donde van a actuar los delincuentes”, dijo.
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Fuente policial
Los criminales pueden adquirir sus motocicletas en el mercado formal, informal, negro, e incluso robarlas. Según las fuentes policiales consultadas, tienen preferencia por las motocicletas chacareras, pisteras y todo terreno altas. La chacarera destaca por su velocidad, agilidad, bajo costo y fácil mantenimiento, además de ser susceptible de modificaciones. También es usada para realizar piruetas.
Las motos pisteras son diseñadas para alcanzar altas velocidades. Su ligereza, potencia y aerodinámica optimizada permiten realizar diversas maniobras. Por otro lado, las motos todo terreno altas destacan por su versatilidad, permitiéndote explorar diversos terrenos y huir entre baches y rompemuelles. Su suspensión de largo recorrido, neumáticos robustos y mayor altura libre.
Robo de motocicletas
El año 2021 registró la mayor variación porcentual en robos de motocicletas, con un aumento cercano al 50%, según cifras de la Policía Nacional del Perú PNP) que la Unidad de Datos de El Comercio obtuvo mediante la Ley de Transparencia. Ese año, las denuncias alcanzaron un pico, mientras que las inmatriculaciones empezaron a disminuir, posiblemente debido a la desaceleración económica. Esta tendencia se observa también en el caso de los automóviles.
Entre las motocicletas más robadas se encuentran las de tipo ‘naked’ y las utilitarias, mayoritariamente fabricadas en la India y China. La mayoría -aunque no todas- corresponde a las marcas con mayor participación en el mercado.
Frank Casas, experto en seguridad ciudadana, destacó que el robo de estos vehículos es un fenómeno novedoso que no se había registrado con gran incidencia en los últimos 30 años. Subrayó la necesidad de reforzar la fiscalización en los puntos de venta de motocicletas robadas y de supervisar las también las pequeñas concesionarias para garantizar que operen de manera legal.
Las motocicletas robadas pueden ser revendidas, desmanteladas y vendidas por partes como repuestos. También son buscadas por los delincuentes para cometer delitos o para ser trasladadas a zonas con un alto índice de tráfico ilícito de drogas, informó una fuente policial.
En los últimos 10 años, las ventas de motocicletas han aumentado. Según cifras de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), entre 2014 y 2023, las inmatriculaciones de estos vehículos -es decir, la primera vez que son inscritos en registros públicos- crecieron un 45%. El año 2021 marcó el pico más alto, con más de 92 mil unidades vendidas.
“Un número importante de personas que habían perdido su empleo por la pandemia adquirieron una motocicleta como herramienta de trabajo; mientras que otra porción de la población adquirió dicho bien como medio de transporte. Esta situación derivó en un crecimiento de la demanda por motocicletas”, explicó Alberto Morisaki, gerente de estudios económicos de la AAP.
Ese mismo año marcó un antes y un después en el registro de denuncias por extorsión. Según cifras de la policía, en 2021 se registraron 3.885 denuncias por dicho delito. Para el 2023, estas alcanzaron las 19.947 a nivel nacional, demostrando un aumento de más de 400%.
Los extorsionadores que se trasladan a bordo de motocicletas, incluso los sicarios, cumplirían una serie de características, según un anterior trabajo de inteligencia realizado por el exdirector de Investigación Criminal, Juan Carlos Sotil.
Sotil precisó que usualmente los criminales visten ropa deportiva, nunca se quitan el casco, usan zapatillas mayormente reflectantes, llevan casacas abultadas y pequeños morrales. Indicó que pese a las características, no se interviene a los criminales.
“Yo creo que los servicios policiales de patrullaje están mal planteados. No responden a ese estudio de datos, apreciación de inteligencia, simplemente salen por sectores determinados”, declaró. Asimismo, indicó que que con un correcto patrullaje se intervendría más rápido a criminales o vehículos que cumplan con las características brindadas por las apreciaciones de inteligencia.
“En estos tiempos de criminalidad desbordada, yo debería identificar el vehículo en actividad sospechosa y actuar […] Una de las soluciones es replantear los servicios policiales para capturar a estas motos que vienen transitando sin placas, con mínimo un arma de fuego y dos ocupantes que asesinarán a algún ciudadano en cualquier momento, asaltarán o que están realizando marcaje”, concluyó.
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Fuentes policiales de este Diario han señalado que los criminales también usan placas clonadas o falsas para confundir a sus víctimas y evitar su seguimiento. Precisamente a inicios de este año, el mayor clonador de placas de rodaje, Richard Valeriano, fue capturado por la División de Investigación de Robos (Divinrob) de la Dirincri. “Valeriano es un abastecedor de placas de rodaje adulteradas. Es conocido en el mundo del hampa. Con ellas logra que las bandas criminales trasladen lo robado al interior y exterior del país”, declaró el coronel Juan Carlos Montufar, jefe de la Divinrob.
En julio, durante la Expomoto AAP-2024, Karsten Kunckel, presidente de la Asociación Automotriz del Perú, enfatizó sobre la sugerencia técnica de la AAP de aumentar el tamaño y cambiar el color de la placa de rojade de las motocicletas al estándar Mercosur, modificando para ello el Reglamento de Placa Única Nacional de Rodaje con el fin de que estas sean más fáciles de identificar y contribuyan con mejorar la seguridad ciudadana.
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Esa misma medida ha sido anunciada hace tres días por el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, quien indicó que se publicará una norma para incrementar el tamaño de las placas de las motocicletas como parte de la lucha contra la inseguridad del Gobierno.
“Ya se prepublicó la norma para que las motos lineales tengan una placa de mayor tamaño que sean visibles pero que, además, tengan una tecnología que se llama RFID (identificación por radiofrecuencia) que permite leer la placa a distancia sin necesidad de verla, con equipos de telemetría”, comentó este miércoles 9 de octubre.
Sobre la propuesta, el experto en seguridad ciudadana Fran Casas indicó que la medida no reduce el delito. Indicó que estudios realizados en Colombia donde el panorama de inseguridad ciudadana es similar y también hay un gran flujo de motocicletas, han demostrado que solo se generan más gastos económicos.
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“Tratar de identificar y controlar la gran cantidad de motocicletas que pueden estar pululando en nuestra ciudad y a nivel nacional sería una tarea imposible. No existiría cantidad de policías para poder hacer esa labor. Es una medida que aun cuando la legislen, va terminar en sacos rotos porque tendrá ningún efecto”, declaró.
Lima se desangra
Todos los casos de sicariato ocurridos de enero a agosto de estre año en Lima Metropolitana involucran armas de fuego. Los días jueves y sábados fueron los que acumularon más incidencia de los hechos, entre las 5:00 p.m. y 6:00 a.m..
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Cinco distritos concentran el 50% de casos de sicariato: Villa María del Triunfo, Ate, Puente Piedra, Comas y San Juan de Lurigancho. El primero de ellos no está considerado en el estado de emergencia oficializado ayer por el gobierno pese a registrar 22 casos.
En esa línea, los asesinatos por ajustes de cuentas, hegemonía y por enfrentamientos entre bandas criminales son las principales causas de una mayoría de los casos de sicariato en la actualidad, según información de la División de Investigación de Homicidios (Divinhom) de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
Una quinta parte de los crímenes por sicariato ocurridos este año en Lima involucran cadáveres hallados en vehículos y mototaxis, lo que evidenciaría un vínculo creciente entre el sicariato y el sector de transporte. De acuerdo con las estadísticas de la Divinhom, el 14% de las víctimas fueron encontradas en automóviles y el 5% en mototaxis.
