
El caso más llamativo es el de Elon Musk, dueño de Tesla, SpaceX, la red social X (antes Twitter) y de xAI, señalado como el hombre más rico del mundo, y que ahora lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la gestión de Trump.
MIRA: Elon Musk afirma que su red social X fue blanco de un “enorme ciberataque”
Según Bloomberg, cinco de estos multimillonarios han perdido 210 mil millones de dólares en riqueza. El Índice de multimillonarios mostró cómo se hicieron más ricos tras el ascenso de Trump, pero ya la expectativa se fue y ahora enfrentan pérdidas.
Elon Musk es el que ha recibido el mayor golpe. En el reporte se indica que a diciembre del 2024 su fortuna ascendió a 416 mil millones de dólares, gracias a que sus principales ingresos provienen de su empresa de autos eléctricos Tesla. Ahora, el patrimonio neto se ha reducido en 157 mil millones de dólares.
Jeff Bezos es otro multimillonario afectado. El dueño de Amazon y del diario Washington Post ha perdido 31 mil millones de dólares. Además, las acciones de su empresa de ventas por Internet han caído 15% desde enero. Lo mismo sucede con Sergey Brin, cofundador de Google, quien ha perdido 23 mil millones de dólares, y también Mark Zuckerberg, dueño de Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), que ha perdido 8 mil millones de dólares.
Pero el efecto no solo es económico. Los multimillonarios han sido criticados incluso por Steve Wozniak, cofundador de Apple y una leyenda viva de la innovación tecnológica. “Jugar un papel directo, solo porque han tenido éxito en la tecnología, no me gusta en absoluto”, dijo en una conferencia.
Para el docente César Llona se debe ver caso por caso en lo que respecta la participación de una empresa tecnológica, aunque en Estados Unidos no es algo nuevo, y recuerda la admiración de Donald Trump por el ex presidente William McKinley (1897-1901), vinculado a empresarios industriales.
“Hasta el momento yo no veo nada nuevo. Esto ha sido bastante común en la política estadounidense (…); recuerden que el presidente estadounidense viene de un entorno empresarial, viene de ese mundo, y de hecho su estilo de conducir la política exterior es de un estilo transaccional, muy propio del empresario inmobiliario”, indicó a El Comercio el docente de la carrera de negocios internacionales en la Universidad de Lima.
MIRA: ¿Por qué hay un boom de robots humanoides con IA para el trabajo doméstico? Meta y Apple se acaban de sumar a esta carrera
Por otro lado, el profesor Eder Quispe señala que “la mayor parte del desarrollo tecnológico, la innovación, siempre ha estado por el lado de las empresas”, y si hay un papel directo se trataría del caso de Elon Musk, quien ya tiene un cargo público. Su función estaría en aplicar la tecnología para automatizar tareas que pueden ser reemplazadas por software, con asistentes digitales con ayuda de inteligencia artificial.
El problema está en la mala fama que le precede a Musk, por despidos masivos. “Esa es la mala fama que se ha hecho: o sea, el tener una buena intención, querer agilizar cosas, y que esto va a tener que romper algunos esquemas, y no se tiene una comunicación coherente, por ejemplo, en el cual diga “voy a despedir a las personas o las voy a reposicionar”, explicó el docente de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la PUCP.
¿Empresa tecnológica = Dueño?
Pero hay algo más en la imagen que tiene Elon Musk.
“Si tienes que entrar en política, tú tienes que desligarte de tu empresa. Así no lo quieras hacer, directa e indirectamente, siempre hay ese ese pensamiento de que al estar en el gobierno, el gobierno va a contratar a su empresa. Es como que se van a enriquecer a través del gobierno”, indicó Quispe.


Y, aunque Elon Musk es el hombre más rico del mundo, sus empresas vienen pagando el precio de su propia fama. Everyone Hates Elon es un movimiento que aparece en Europa y busca boicotear las ventas de Tesla, la principal empresa de Musk, y que ha tenido una fuerte baja de ventas de 71.9% durante febrero a nivel mundial. Su participación en política, no solo en Estados Unidos, sino también financiando partidos políticos, son parte de las razones del rechazo.
“Era lógico que el acercamiento de Musk a la extrema derecha, no solamente en Estados Unidos sino a nivel global, iba a afectar su base de consumidores. ¿Cuál es el consumidor de un vehículo Tesla? Una persona que tiene una mayor conciencia de la sostenibilidad, y eso suele ir acompañado de creencias de corte liberal, de centro, centro izquierda. No sé si no la vio venir, o la vio venir y lo asumió, pero era esperable que esto le iba a pegar durísimo”, explicó Llona
Pero no es el único empresario en pasar por esta situación. Jeff Bezos y Mark Zuckerberg también han recibido el golpe de la política. Si bien ambos no tienen un cargo público como Elon Musk, sí han mostrado su cercanía con el nuevo gobierno.
Bezos es el dueño del Washington Post e intervino en la línea editorial del histórico diario durante la campaña presidencial para que no muestre su respaldo por algún candidato, como lo solía hacer. Además, en febrero anunció que el diario se basaría en las libertades personales y el libre mercado, alineándose al gobierno.
La empresa de Zuckerberg levantó las restricciones que tenía Donald Trump desde el 2021, en sus cuentas de Facebook e Instagram, durante los disturbios del Capitolio. El actual mandatario había demandado a Meta y ahora esta empresa le deberá pagar 25 millones de dólares. El acercamiento de Zuckerberg se concretó al participar en la juramentación del republicano.
MIRA: Steve Wozniak, cofundador de Apple, critica el “papel directo” de las tecnológicas en la política de EE.UU.
Líderes más expuestos
Si bien Elon Musk es un caso interesante, no es el único empresario tecnológico o industrial en participar en política y ocupar cargo público.
Al iniciar este siglo apareció el nombre de Thaksin Shinawatra, un magnate que gobernó Tailandia como primer ministro entre el 2001 y 2006. Incursionó en el desarrollo de ordenadores, en la telefonía móvil, el servicio de cable y la comunicación satelital. Protagonizó casos de corrupción por los que fue juzgado. Con 75 años, en el 2024 fue indultado por el rey Maha Vajiralongkorn. Solo pasó seis meses en prisión y su hija es Paetongtarn Shinawatra, actual primera ministra.

Otro caso es el de Lee Myung-bak, empresario de la industria automotriz que llegó a ser presidente de Corea del Sur entre el 2008 y 2011. En el 2018 fue condenado a prisión por haber recibido un soborno 5,8 millones de dólares por parte de la multinacional Samsung.
Pero ahora se vive una situación particular con el surgimiento de líderes tecnológicos más activos. Incluso, señala Llona, “ahora que las tensiones geopolíticas han subido, muchas cosas están cambiando”.
“En la medida en la estos líderes empresariales intervienen más en política, estarán más expuestos a sufrir golpes que vengan de la política”, indicó el docente de la Universidad de Lima.
En otras palabras, cada paso tendrá que ser bien pensado.