Martes, Octubre 8

Christina Rosenvinge se siente completamente agradecida con la música. La cantautora española considera que el disco “Que me parta un rayo”, que publicó en 1992 con su banda Christina y Los Subterráneos, se ha convertido en un clásico. Recuerda que cuando compuso las canciones de esa producción, no tenía realmente la certeza de que tendría la oportunidad de grabarlas. Tampoco imaginó que esas composiciones harían que cruce el océano Atlántico con su guitarra eléctrica para dar conciertos.

“Mis primeros viajes a América fueron a Perú y a Chile. Cuando vine a América descubrí un continente entero lleno de pasión, belleza y de gente acogedora”, señala Christina Rosenvinge en esta entrevista exclusiva para El Comercio.

Christina y Los Subterráneos darán un concierto este viernes 11 de octubre en el Centro de Convenciones Barranco para conmemorar el disco “Que me parta un rayo”. “Me da mucha alegría hacer este concierto en el que vamos a tocar el disco entero”, comenta.

¿Qué prefieres: componer, grabar en el estudio o cantar en el escenario?

Bueno, son tres maneras diferentes de disfrutar la música. Componer es un momento muy mágico y muy bonito. Cuando encuentras la canción sientes como si fuera una conexión muy fuerte con fuerzas sobrenaturales. Da la sensación de que las canciones son una especie de fuerza divina en sí misma. Cuando te sale una buena canción parece que no se te ha ocurrido a ti. Crees que eres el mensajero de algo que se tenía que decir. Da una sensación muy bonita porque parece como si hubieras encontrado un diamante. Es una gran satisfacción.

El estudio es un trabajo mucho más metódico. Digamos que se busca determinar cómo debe sonar la canción. Luego viene el momento de tocarlas frente al público. Es un momento de catarsis. Es el momento más bonito en el sentido de que es cuando ves que esa canción que has hecho en la intimidad llega al público. Es una energía muy especial.

Varias canciones de Christina y Los Subterráneos siguen sonando en Perú desde la década de los noventa. ¿Cuando las compusiste, imaginaste que algo así podría pasar?

Para nada. De hecho, cuando yo hice esas canciones ni siquiera sabía si iba a llegar a grabarlas. Fue una sorpresa total para mí encontrar tanto un público tan receptivo y tan empático al otro lado del Atlántico. Mis primeros viajes a América fueron a Perú y a Chile. Cuando vine a América descubrí un continente entero lleno de pasión, belleza y de gente acogedora. Los países americanos tienen una raíz cultural muy potente de la que he ido aprendiendo. La relación con el público peruano fue muy emocional desde el primer concierto en El Salonazo en la década del noventa.

“Que me parta un rayo” se ha convertido en un clásico que va pasando de generación en generación. Fue un disco que cayó en un momento muy afortunado. Por eso yo creo que se convirtió en un éxito multitudinario.

¿Andrés Calamaro participó en algún disco de Christina y Los Subterráneos?

Sí, participó en el disco “Mi pequeño animal”. En esa época Calamaro acababa de llegar a España y estaba armando la banda Los Rodríguez. En esa época la gente no sabía quién era Calamaro. Era amigo mío, entonces le invité para que haga coros en ese disco que se grabó en París. Hace coros en “Pálido” y “Días grandes de Teresa”.

¿La canción “Tú por mí” está inspirada en la realidad?

Sí. La chica de quien hablo en la canción murió hace poco. Se llamaba Sara y era mi compañera de departamento. Vivíamos en un departamento compartido entre 5 personas. Nos hicimos muy amigas y empezamos a salir juntas por la noche. Íbamos al billar, a bailar, a conciertos. Hubo una época en la que yo tuve un novio y ella empezó a salir por su cuenta. Se relacionó con un chico malísimo que la metió en cosas muy malas.

Ella desapareció una temporada en el submundo y luego volvió a aparecer. La canción la escribí durante esa época en que estuvo desaparecida.

¿Cuál es el tema de fondo que abordas en la canción “Voy en un coche”?

“Voy en un coche” es un canto a la libertad y la independencia. Es una forma de decirle a la sociedad que no sigues el papel que te ha adjudicado y que debes encontrar tu propio camino. Esta canción hay que entenderla como una metáfora de libertad. La letra está llena de imágenes que dicen cosas. Algo curioso es que hace muchos años que no voy tanto en coche. Me gusta mucho más ir en bicicleta.

¿El personaje de la canción “Pálido” toma como referencia a alguien?

Todos los personajes de ese disco son reales. Vivían alrededor mío. “Pálido” habla en concreto de un amigo. En esa época era un chico frágil y muy sensible. Él andaba en la angustia de vivir por la noche, de ir demasiado lejos y de probar los límites. Me preocupaba muchísimo, entonces escribí esa canción. La canción tenía un par de claves que él entendía y sabía que la canción era dedicada para él.

¿Tu concepto de la música ha cambiado con el paso del tiempo?

No ha cambiado. Fue una maravilla lo que ocurrió con el disco “Que me parta un rato”. Por eso me da mucha alegría hacer este concierto en el que vamos a tocar el disco entero. De alguna forma es una conmemoración por su publicación hace 30 años. Ese disco me regaló un futuro en la música. He tenido la suerte de dedicarme a lo que me gusta y a lo que me entusiasma.

Hacer canciones es mi forma de estar en el mundo. La música es mi manera de entender el mundo, de explicármelo a mí misma y a los demás en forma de creaciones. La música le ha dado sentido a mi vida.

¿Sabes que has influenciado a otros artistas?

Con el tiempo muchísima gente me ha ido diciendo eso y me han ido mencionando temas que les habían gustado. Eso siempre me ha causado muchísima ilusión.

¿El concierto en Lima será con los músicos de la época de Christina y Los Subterráneos o te presentarás con tu banda actual?

Claro, es que Los Subterráneos nunca fueron una banda fija. Siempre tenemos un dicho: el que es Subterráneo por una noche lo es para siempre. Hay una suerte de identificación con el proyecto. Nos llevamos muy bien entre nosotros. Va entrando gente y saliendo otros. Ha sido algo muy bonito a lo largo de los años. Los primeros subterráneos fueron un poco como profesores que me enseñaron muchas cosas a nivel musical y técnico. Todo eso lo apliqué inmediatamente en las canciones.

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