Sábado, Noviembre 23

Nepal enfrenta un aumento de casos de dengue, una enfermedad potencialmente mortal desconocida en las regiones de gran altitud del Himalaya hasta la aparición de los mosquitos transmisores, debido al cambio climático y la urbanización.

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En 2004 solo se registró un caso de dengue en Nepal. Dos décadas después, miles de casos se reportan en todo el país.

Los mosquitos del dengue se propagaron de las llanuras cálidas del país a los valles y áreas montañosas frescas y alcanzaron finalmente regiones de gran altitud.

Este año, 12 personas murieron y más de 28.000 se infectaron, incluyendo 18 en el distrito de Solukhumbu, donde se encuentra el Monte Everest, la cumbre más alta del mundo.

Los médicos creen que el número real de casos podría ser mayor, ya que no todos los infectados potenciales se someten a pruebas.

“Esto no debería verse aquí en absoluto”, explica Suman Tiwari, jefe de salud del distrito de Solukhumbu, que se encuentra a unos 2.500 metros de altitud.

“Lo sorprendente es que algunas personas sin historial de viajes también dieron positivo al dengue”, subraya.

En los peores casos el dengue provoca fiebres intensas que generan hemorragias, ya sea internas o por la boca y la nariz.

La capital, Katmandú, situada a unos 1.400 metros, registró más de 4.000 casos.

“Lamentablemente se está expandiendo geográficamente”, destaca Sher Bahadur Pun, médico del Hospital de Enfermedades Tropicales e Infecciosas Sukraraj en Katmandú.

Antes se veía en una zona determinada, pero se está moviendo hacia las regiones montañosas, incluso hasta los pies del Himalaya”, insiste.

En algunos distritos, los hospitales están repletos de pacientes de dengue que sufren fiebres debilitantes, dolores corporales y erupciones.

“Después de cada brote el número de personas infectadas aumenta, y mi experiencia es que, tras cada brote, se ha vuelto más mortal”, comenta.

Injusticia

En octubre la agencia de salud de la ONU dijo que el número de casos de dengue reportados a nivel mundial se duplica aproximadamente cada año desde 2021, con más de 12,3 millones de casos y más de 7.900 muertes reportadas solo en los primeros ocho meses de 2024.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, califica la propagación global de “tendencia alarmante”.

Los expertos señalan que los cambios en los patrones de temperatura y precipitación, impulsados por el cambio climático y la urbanización, están creando condiciones favorables para el Aedes aegypti, mosquito responsable de transmitir el dengue.

Esto significa que puede sobrevivir y reproducirse en altitudes más altas.

Narayan Gyawali, virólogo especializado en enfermedades zoonóticas, la enfermedades animales que se transmiten al ser humano, dijo que la urbanización y la mayor movilidad de las personas también impulsan el aumento de casos de dengue.

“Cuando se establecen microclimas en nuevas urbanizaciones, las temperaturas se vuelven cálidas y hay humedad”, precisa Gyawali.

Este es el tercer año consecutivo en que Nepal experimenta un brote de dengue, lo que parece indicar un cambio respecto a los patrones cíclicos en los que se esperaban brotes cada dos o tres años.

El peor brote del país fue en 2022, con 88 muertes y casi 55.000 casos, según cifras del gobierno.

El año pasado 20 personas murieron, con más de 50.000 casos.

“El dengue solía reportarse en una tendencia cíclica, pero en los últimos años está presente cada año”, indica Gokarna Dahal de la División de Epidemiología y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud.

Afirma también que es una “injusticia” que un país en desarrollo como Nepal –que contribuye mínimamente a la quema de combustibles fósiles que impulsa el calentamiento del planeta– deba soportar mayores impactos del cambio climático.

Meenakshi Ganguly, de Human Rights Watch, dice que, si bien la responsabilidad principal de proteger la salud pública recae en Nepal, los países que producen más emisiones globales también tienen una obligación.

“Esos Estados deben hacer mucho más para proteger a las personas en países como Nepal de las consecuencias del calentamiento global”, recalca Ganguly.

“Combatir enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue, que se están propagando rápidamente a nuevas áreas, debe ser parte de ese esfuerzo”, añade.

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