Mogherini fue ministra de Asuntos Exteriores de Italia y, entre el 2014 y el 2019, cumplió el rol de Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y vicepresidenta de la Comisión Europea. Al finalizar ese período, fue designada rectora del Collegue of Europa, una prestigiosa institución de posgrado que históricamente ha servido como “cantera” para funcionarios europeos.
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El martes 2 de diciembre, la policía belga, bajo la dirección de la Oficina del Fiscal Público Europeo (EPPO), llevó a cabo una serie de allanamientos en las oficinas del Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS) en Bruselas, en las instalaciones del College of Europe en Brujas y en las residencias de los investigados. Entre los detenidos se encuentran Mogherini; Stefano Sannino, exsecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior y actual director general de la Dirección General de Oriente Medio, Norte de África y el Golfo (DG MENA) de la Comisión Europea; y un alto funcionario del College.
La investigación, según la Fiscalía Europea (EPPO), se centra en la adjudicación en 2021-2022 de un contrato público para implementar un programa de formación de diplomáticos: la Academia Diplomática de la Unión Europea (EUDA). La principal acusación es que durante este proceso se habría filtrado información confidencial que habría otorgado una ventaja indebida al College of Europe, favoreciendo su selección.

Los cargos formales, por ahora presuntos, incluyen fraude en la contratación pública, corrupción, conflicto de intereses y violación del secreto profesional. Tras las detenciones y los interrogatorios, los implicados fueron liberados, ya que no se les considera un riesgo de fuga. La investigación continúa su curso.
El miércoles 3, la exjefa de la diplomacia de la UE, fue imputada junto con los otros implicados en el marco de la investigació.
¿Por qué es relevante este caso?
- Transparencia y confianza institucional: este episodio ataca directamente el núcleo de las instituciones de la Unión Europea. La implicación en casos de corrupción de una figura de tan alto rango, quien fue durante años la máxima responsable de la diplomacia comunitaria, podría socavar la confianza en la UE.
- Riesgo reputacional y político: el programa de formación de diplomáticos (EUDA) juega un papel fundamental en la preparación de los futuros funcionarios de la UE. Si se demuestra que su adjudicación estuvo marcada por irregularidades, no solo se pondría en entredicho el contrato, sino también la reputación del College of Europe y de quienes impulsaron la iniciativa, incluida Mogherini. Además, esto podría socavar la credibilidad moral de la UE en su discurso sobre integridad y buena gobernanza.
- Un precedente de rendición de cuentas: la acción del EPPO contra altos cargos muestra que los mecanismos de control del uso de fondos europeos pueden llegar incluso a las élites más poderosas. Si se imponen sanciones, este caso podría servir como un fuerte disuasivo contra futuras irregularidades.
- Transparencia en procesos de contratación y educación diplomática: el escándalo evidencia la necesidad de revisar los procesos de licitación, evaluación y adjudicación de proyectos dentro de la UE, especialmente cuando involucran instituciones influyentes.
Impacto político y diplomático
El internacionalista Enrique Banús Irusta sostiene que el impacto del caso en la credibilidad de la Unión Europea será limitado y no debería provocar un quiebre institucional. Banús reconoce que el episodio “erosiona así como todo caso de corrupción”, pero cree que no se trata de un escándalo capaz de sacudir las bases del bloque. “No es algo que estremezca los fundamentos”, afirma, remarcando que la mayoría de ciudadanos “ni sabe que existe un servicio exterior europeo” y, por tanto, difícilmente perciben la gravedad del caso. No obstante, el experto subraya que, pese a no tratarse de un caso de grandes sumas de dinero, sí constituye una falta seria dentro del sistema europeo.
Jorge Chávez Manzuelos, analista internacional, coincide en que el caso es serio, pero lo contextualiza dentro del debate sobre la legitimidad del proyecto europeo. Para él, el escándalo podría ser explotado políticamente: “Esto podría ser un objeto de ataque para ciertos partidos soberanistas (…) que consideran que la Unión Europea hace mal uso de los fondos de los ciudadanos europeos”. Añade que la filtración de información “va en contra de todas esas credenciales que la Unión Europea se ha preocupado de construir”.
En ese sentido, Chávez sostiene que casos como este alimentan la percepción de déficit democrático y podrían erosionar la confianza ciudadana en un momento políticamente delicado para la UE.

¿Falta de control?
Los especialistas tienen visiones diferentes. Banús descarta que este episodio requiera reforzar los mecanismos de supervisión. Explica que la agencia OLAF ya actuó conforme a sus competencias: “No hace falta fortalecer los mecanismos; ya existen y han funcionado”. Añade que en procesos complejos siempre existe la posibilidad de filtraciones y que sería irreal aplicar controles extremos.
Chávez, en cambio, sostiene que es necesario mantener una vigilancia estricta para evitar que este tipo de escándalos erosione la legitimidad comunitaria: “Es importante que haya instituciones que fiscalicen; este tipo de escándalos socava más la legitimidad del proceso de integración”.
El prestigio del Collegue of Europe
Si bien la institución “cantera” de funcionarios diplomáticas en Europa tiene un sólido prestigio internacional, ambos expertos coinciden en que no sufrirá una afectación mayor. Banús considera que la institución mantiene un prestigio consolidado durante décadas y que la eventual responsabilidad penal de algún funcionario —incluida Mogherini— no cambiará su rol histórico en la formación de diplomáticos europeos.
Chávez coincide en que la formación regular de posgrado no está en cuestión, aunque recuerda que lo investigado corresponde únicamente al programa piloto de la Academia Diplomática.
Más allá de las investigaciones, ambos expertos recomiendan cautela. Banús recuerda que el proceso recién empieza y que no debe precipitarse una condena mediática: “Hay que esperar… lo que pasa después rara vez recibe la misma atención”.
Chávez, por su parte, enfatiza que este escándalo puede tener repercusiones políticas si se confirma la responsabilidad, especialmente en un contexto de crecimiento de la derecha radical en Europa. Sin embargo, aclara que la existencia misma del escándalo es prueba de que los controles funcionan: “La agencia anticorrupción actúa sin hacer acepción de personas”.
Un caso que pondrá a prueba a la UE
La detención y la imputación de Federica Mogherini marcan un giro dramático en la diplomacia europea y sacan a la luz viejos problemas estructurales: transparencia, conflicto de intereses, favoritismo y control de fondos públicos. Más allá de ser un caso polémico individual, este asunto pone en tela de juicio la calidad institucional de organismos clave de la UE.
Mientras la investigación avanza, y todos los implicados mantienen la presunción de inocencia, lo que queda claro es que hay una demanda urgente de rendición de cuentas, una reforma estructural en los procesos de contratación y un compromiso genuino con la transparencia. El desenlace de este caso será un barómetro crucial sobre el nivel de integridad que la Unión Europea está dispuesta a mostrar cuando se trata de acusaciones contra sus figuras más prominentes.













