Viernes, Noviembre 22

José Ibarra, el inmigrante venezolano que mató a la estudiante de enfermería Laken Riley en Georgia, Estados Unidos, fue condenado el miércoles a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. El caso del indocumentado estuvo en el centro del debate nacional sobre inmigración no solo por el impacto que causó en la sociedad estadounidense el atroz crimen, sino porque también fue usado por Donald Trump durante su campaña presidencial para apuntalar su discurso antiinmigrante, marcado por la asociación que suele hacer a la llegada al país de los hispanos con la criminalidad.

Riley, de 22 años, fue atacada por Ibarra en febrero mientras corría por un sendero del campus de la Universidad de Georgia (UGA), en Athens.

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El juez H. Patrick Haggard, del Tribunal Superior del Condado Athens-Clarke, encontró a Ibarra culpable de los 10 cargos: un cargo de asesinato con malicia; tres cargos de asesinato por delito grave; y un cargo cada uno de secuestro con lesiones corporales, asalto agravado con intención de violar, agresión agravada, interferencia a una llamada de emergencia, manipulación de pruebas y voyerismo.

¿Cómo ocurrió el crimen?

El 8 de setiembre del 2022, José Ibarra ingresó a Estados Unidos de forma irregular por el estado de Texas. Fue detenido por las autoridades migratorias, pero como muchos migrantes, fue puesto en libertad con un permiso temporal para permanecer en el país mientras una corte revisaba su caso. Primero se dirigió a Nueva York y el año pasado se trasladó a Athens, Georgia, porque su hermano vivía allí.

El 13 de setiembre del 2023, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dijo a Fox News que la Policía de Nueva York arrestó a Ibarra por haber intentado dañar a un “menor de 17 años” y por haber conducido una motocicleta sin licencia.

En Georgia también había sido arrestado por hurto.

El crimen Riley ocurrió el 22 de febrero del 2024. Ese día ella salió de casa a las 9:03 de la mañana y se dirigió a los senderos boscosos de la UGA donde solía hacer deporte. Los datos de su reloj muestran que a las 9:10 am estaba corriendo a un ritmo rápido, cuando ocurrió algo que la hizo detenerse en seco. La mujer llamó al 911 a las 9:11 am, según Univisión.

Una operadora del 911 respondió pero nadie habló del otro lado. La operadora devolvió la llamada, no hubo respuesta.

Cuando Ibarra interceptó a Riley, “la llevó 19,79 metros fuera del sendero con el propósito de victimizarla” dijo durante el juicio la fiscal Sheila Ross.

Ibarra golpeó a Riley en la cabeza con una piedra varias veces y la asfixió. De acuerdo con los fiscales, la intención inicial del migrante era abusar sexualmente de la joven.

El cuerpo de Riley fue encontrado el mismo día del crimen en los senderos después de que una amiga informara a la policía que no había regresado.

Cuando se halló el cuerpo de Riley, sus pechos estaban expuestos, las tres capas de su ropa superior estaban levantadas, sus leggings estaban bajados, su ropa interior estaba rasgada y tirada fuera de sus mallas, dijo la fiscalía.

El médico forense dictaminó que la muerte de Riley fue un homicidio causado por los efectos combinados de un traumatismo craneal contundente y asfixia.

José Ibarra fue arrestado por la Policía de la Universidad de Georgia al día siguiente del crimen. Tras su detención, su hermano fue interrogado por las autoridades.

Ibarra compareció ante el juez del condado de Clarke, Donarell Green, el 24 de febrero. El magistrado le negó el derecho a salir en libertad bajo fianza.

Ese mismo día, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, vinculó el crimen con las “política fallidas de Joe Biden”.

El 9 de marzo, los padres de Riley se reunieron con Trump durante un evento de campaña del republicano en Georgia. Un vocero de la campaña de Trump aprovechó para criticar las políticas fronterizas de Biden, que en ese momento era el candidato a la reelección por el Partido Demócrata.

José Ibarra, de 26 años, renunció a su derecho a un juicio con jurado el pasado 12 de noviembre.

El juicio contra Ibarra se inició el 15 de noviembre. Ese día, los fiscales llamaron a más de una docena de oficiales de policía, compañeros de cuarto de Riley y a una mujer que vivía en el mismo departamento que Ibarra.

Las pruebas contra José Ibarra

Tres días después, los fiscales presentaron evidencias en contra de Ibarra. Una de las pruebas fue una llamada grabada en la cárcel por el FBI entre el acusado y su esposa Layling Franco. En la conversación, ella le pedía “decir la verdad”.

Durante el corto juicio, la fiscal Sheila Ross dijo que los análisis forenses encontraron ADN de Ibarra en las uñas de Riley, de acuerdo con Univisión.

Además, el sargento de policía Joshua Epps dijo en el juicio que cuando fue arrestado Ibarra tenía “rasguños de uñas” en los brazos y en una de sus muñecas.

Por su parte, Ashley Hinkle, del laboratorio criminalístico del Buró de Investigaciones de Georgia, manifestó que debe existir un contacto físico entre dos personas o más para que haya ADN en las uñas.

Univisión informó que los fiscales también presentaron evidencia de ADN de Riley e Ibarra en una chaqueta azul que la policía encontró en un contenedor de basura del complejo de departamentos donde él vivía.

Un testigo dijo que había visto a una persona con una chaqueta azul el día del asesinato de Riley.

En uno de los botones de la chaqueta se halló mechones de cabello largo.

Los fiscales también presentaron videos de cámaras de seguridad que mostraban a Ibarra tirando una chaqueta azul en un contenedor de basura.

Además, uno de los hermanos de Ibarra confirmó que la persona que estaba en el video era el acusado.

El día del crimen, Ibarra también fue grabado en video merodeando afuera del departamento de una estudiante de posgrado. La mujer le dijo a la policía que alguien intentó entrar por la puerta principal mientras ella estaba en la ducha. El hombre miró por su ventana, sostuvo.

La fiscal Ross dijo que Ibarra estaba “al acecho y cazando mujeres” y cuando no pudo entrar al departamento se dirigió a los senderos para correr en busca de una víctima, informó Univisión.

Los fiscales también encontraron una huella dactilar en el teléfono de Riley, que después fue identificada por un especialista como perteneciente a Ibarra.

Los abogados de Ibarra argumentaron que las pruebas contra él eran circunstanciales y no concluyentes.

¿Quién era Laken Riley?

Laken Riley era estudiante de enfermería en la Universidad de Augusta. Estaba previsto que se graduara en el 2025.

La joven salía a correr todas las mañanas y luego hablaba por teléfono con su madre, de acuerdo con CNN.

Oriunda de Woodstock, Georgia, Riley se graduó en el 2020 en la secundaria River Ridge, donde fue miembro del equipo de atletismo, según el periódico Atlanta Journal-Constitution.

En una declaración realizada tras el asesinato, el superintendente de educación del condado de Cherokee, Brian Hightower, dijo: “Nuestra comunidad y nuestro mundo han perdido una luz brillante con el trágico fallecimiento de Laken. Destacada atleta escolar, Laken inspiró a compañeros y profesores con su amor por el aprendizaje y su amabilidad hacia todos. Pedimos a la comunidad que tenga a su familia en el corazón”.

Riley era miembro de la hermandad Alpha Chi Omega de la Universidad de Georgia, donde también había estudiado.

En marzo, el padre de Riley, Jason Riley, dijo a NBC News que estaba “enojado” porque el caso de su hija estaba siendo “utilizado políticamente para obtener votos”. Aunque manifestó que apoya a Trump y estaba de acuerdo con la necesidad de asegurar la frontera sur, sostuvo que preferiría que la muerte de su hija no fuera usado para hacer política.

En una publicación en las redes sociales el miércoles tras la sentencia a Ibarra, Trump escribió: “Te queremos, Laken, y nuestros corazones siempre estarán contigo. Es hora de asegurar nuestra frontera y expulsar a estos criminales y matones de nuestro país, ¡para que nada como esto pueda volver a ocurrir!”.

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