
Ni la dura derrota en las Finales de la NBA 2013-2014 frente a Miami Heat de LeBron James canceló la habitual cena de camaradería a la que ha estado acostumbrado a realizar Gregg Popovich desde su irrupción como entrenador de San Antonio Spurs, allá por 1996. Cedieron el anillo cuando ya lo tenían en su poder, a pocos segundos del final. Manu Ginóbili contaba en una entrevista con ESPN que todo el plantel estaba cabizbajo y meditabundo en el restaurante italiano en Miami.
MIRA: Juega y gana: participa en la Polla El Comercio del Mundial de Clubes y llévate un PlayStation5
“Hablamos y prácticamente lloramos juntos. Él [Popovich] fue mesa por mesa con diferentes jugadores, conversó y trató de animarnos cuando estábamos destrozados”, revelaba el exjugador argentino. El cuatro veces ganador de la NBA con los Spurs, medallista de oro y de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008, recuerda la frase que siempre exclamaba ‘Pop’ en esos cenas: “Ganen juntos. Pierdan juntos. El hombre tiene que comer. Comamos juntos“.
Esa siempre fue su metodología, basada en una formación militar, pues se graduó de la Academia de la Fuerza Aérea de EE.UU. en 1970, donde defendió al equipo de baloncesto y en el que se especializó con una Licenciatura en Estudios Soviéticos. Tuvo un juego limitado, pero siempre fue combativo, un defensor que sobresalía por ser aguerrido, con una fuerte personalidad y con el bendito don de ser un líder.
‘Pop’, de padre serbio y madre croata, que nació en East Chicago (Indiana), estuvo cinco años en el servicio militar y viajó por Europa del este, sobre todo por la desintegrada Unión Soviética como parte de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en medio de la Guerra Fría. Se dice que estuvo involucrado en trabajos de inteligencia, formando parte de misiones clasificadas por la mismísima CIA (Agencia Central de Inteligencia), transportando armas en la frontera entre Irán y Siria.

No obstante, Popovich nunca ha confirmado esas operaciones y siempre ha evadido responder alguna pregunta sobre su pasado militar. Muchos que conocen la versión como entrenador de ‘Pop’ dirán, ¿qué tiene que ver esos conocimientos con el baloncesto? La respuesta podría estar en hacer prevalecer el trabajo en equipo, lo grupal sobre lo individual y saber manejar a la tropa, al equipo. También el de adaptarse al enemigo, en este caso, al rival de turno.
‘Pop’ combinó la dureza y exigencia de un sargento estadounidense con la empatía, la cercanía y reflexividad para convertirse en una leyenda de la NBA, del baloncesto. Se apoyó en los valores y en una sola palabra para convertir a San Antonio Spurs en una de las más grandes dinastías del deporte estadounidense: familia. Jugadores y todos los trabajadores de la franquicia han convivido con esa cercanía a través de Popovich.
Gregg reconoce que siempre hay un día para mejorar lo hecho anteriormente, sobre todo porque confiaba en la lectura táctica de sus dirigidos, en su talento y sobre todo en su compromiso. Los Spurs de ‘Pop’ no compartían la espectacularidad o el ego que idolatra siempre la NBA. Anteponían el trabajo colectivo y afrontaban los duelos como una partida de ajedrez. Justamente, la revancha de las Finales 2012-2013 llegaron un año después, frente al mismo rival, ante la misma figura [LeBron], pero ahora con una sinfonía de juego.
Ese fue el quinto y último anillo que le entregó ‘Pop’ a los Spurs, al que convirtió en una de las grandes dinastías de la NBA tras tomarlo en ruinas. Popovich recibió también las distinciones personales como la de ser el tercer entrenador más ganador de la historia de la NBA y el mismo número para mejor técnico del año. También posee el récord de mayor victorias, ha ingresado al Salón de la Fama y le dio al Team USA la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Hoy, todos esos galardones –como el recordado primer anillo, en 1999 en plena era de Michael Jordan– toman mayor relevancia tras su retiro del banquillo. El 2 de mayo, el estadounidense de 76 años, anunció su salida como entrenador mientras se recupera de un derrame cerebral leve sufrido el 2 de noviembre cuando estaba al mando del equipo.
Flanqueado por dos de sus piezas principales de su legado, Ginóbili y Tim Duncan, ‘Pop’ anunció su retiro y reveló su nuevo cargo, confirmando que seguirá de cerca a los Spurs en esta nueva era. “Ahora soy ‘El Jefe’ [presidente]”. Gregg Popovich ha sido el constructor de San Antonio Spurs. Cumplió casi todas las labores posibles: asistente, directivo, entrenador, pero sobre todo, padre y amigo. Siempre fue y será The Boss.
****
Gana increíbles premios con la Suscripción del Hincha. ¡Apoya a tu equipo favorito y vive la pasión de la Copa como nunca antes! Da click AQUÍ